- Fecha de publicación
- Escrito por Liberación
«Los jóvenes quieren que se les escuche, no que se les mande»
La organización «Back Up» de la ciudad de Norrköping está o-rientada a ayudar a los jóvenes a dejar la delincuencia y salir de las drogas. Su fundador, Willy Flores –chileno de 50 años– cuenta que el motivo del porqué muchos chicos caen en dichos flagelos se debe a que sus padres les imponen me-tas con las cuales no se sienten identificados.
Por dicha razón, según Flores, los adolescentes crecen con un conflicto existencial de no saber qué hacer con sus vidas, por lo que optan por seguir un camino turbulento de criminalidad y consumo de alcohol y drogas.
El parque de Vasa (Vasaparken) estaba repleto de padres cuyos hijos jugaban en los trampolines, ubicados en el corazón del parque o miraban con interés el juego de ajedrez gigante cerca del kiosco. Como corresponsal de Liberación tuve que esperar unos diez minutos hasta que apareciera Willy Flores, quien venía directamente desde su oficina para otorgarme una entrevista sobre lo que es su función y experiencia como dirigente de jóvenes, «fritidsledare».
Flores cuenta que llegó a Suecia a fines del año 1979 siendo apenas un adolescente, pero con una clara tendencia revolucionaria. Cursó la enseñanza media en este país y una vez egresado trabajó en mecánica. Sin embargo, el líder de «Back Up» se dio cuenta de que ese oficio no era lo suyo, y posteriormente comenzó a ejercer como líder de un centro de recreación juvenil de una escuela básica. Descubrió que le empezó a gustar el hecho de entablar diálogo con los jóvenes, por lo que, en 1986, sacó su título de encargado de actividades de tiempo libre del cual, la comuna le otorgó la función de organizador de eventos para jóvenes. En la entrevista que Liberación le hizo al encargado de chicos adolescentes se dieron a conocer las siguientes impresiones:
¿Cómo ha sido la experiencia durante todo este tiempo que has trabajado con jóvenes?
Lo que he aprendido es que todo va muy rápido en una sociedad en la cual los jóvenes son poco escuchados, están muy estresados y se sienten desam-parados en general. Sienten muy poco apoyo en la escuela y en su tiempo libre, por lo que se sienten mal psicológicamente. Mi teoría es que cada persona en este mundo tiene una tarea que cumplir y cuando esto no ocurre la persona se siente frustrada. Creo que el padre tiene que apoyar más a su hijo, ya sea en el deporte o en el arte. Por lo tanto hay que despertar el interés en los niños y que puedan recibir el apoyo que necesitan. Muchos niños quieren ser músicos, mientras que sus padres quieren que sean médicos y eso hace que los jóvenes se sientan frustrados y no se puedan desarrollar como ellos quieren. Por esa razón algunos buscan el apoyo en las pandillas y en la droga para expresar sus sentimientos.
¿Qué ha sido lo más y lo menos favorable en tu trabajo?
Lo más favorable ha sido el encuentro con personas jóvenes y sus ideas revolucionarias. También los viajes a Latinoamérica, a Asia y dentro de Europa que he realizado. Lo negativo es el sentirme solo en mi trabajo, en donde hay muy poco apoyo, ya que estamos limitados en muchas cosas. No solamente los inmigrantes y la gente con escasos recursos son limitados, sino también los millonarios, porque no tienen empatía para comprender lo que ocurre en la sociedad en general. Cuando uno no está interesado en saber lo que ocurre en su entorno se limita a sí mismo. La crisis más grande no es la de los cuarenta, cincuenta o sesenta años, sino es la que experimentan los adolescentes. Los padres no entienden a sus hijos, ni sus ideas radicales, ni sus sueños como tal, sino que les imponen cosas. Hasta en los años 500 AC existían los mismos problemas de hoy en día, pues la juventud es la etapa de la vida en donde uno busca su identidad.
Cuéntanos acerca de Back up.
Back up es un producto del trabajo que he hecho en la calle hace más de 25 años y de jóvenes que habían tenido problemas sociales que se unieron para trabajar en conjunto con las ganas de cambiar sus vidas. Con un curso de seis meses estos jóvenes ayudan a otros para que puedan recibir formación y desarrollarse, para así lograr hallar su camino, ya sea como dirigente de tiempo libre, asistente social o cualquier otra ocupación similar. Ya vamos en el duodécimo año como organización y hasta el momento hemos educado a 151 personas, de las cuales sólo tres volvieron a la criminalidad. En este caso ya no pueden volver a integrarse a Back Up pero sí tienen la oportunidad de rehabilitarse, pues la condición para ser integrante de Back Up es de no volver a lo mismo, sino de adquirir responsabilidades y una actitud amable y de respeto, porque el resto viene gratis. Los más activos son 42 miembros, y muchos de ellos lo hacen de manera voluntaria.
¿En qué manera favorece el hecho de que seas inmigrante para dirigirte hacia los jóvenes, especialmente hacia los extranjeros?
Hay inmigrantes que se sienten realizados. Hay otros que se sienten limitados y no insertados en al sistema, porque tienen una idiosincrasia en donde creen que esta sociedad no les va a entregar buenos valores. Se sienten inseguros. Mi madre me enseñó que el inmigrante es el que llega al país voluntariamente mientras que el que tiene que huir de su patria es un refugiado. Aquí todos me tienen respeto. Nunca he tenido ningún problema con los jóvenes, en este caso con los latinos. Sin embargo, tuve un encontrón abrupto y dramático con una generación adulta de chilenos que andaban influenciando de mala manera a los más jóvenes, a quienes les decían que yo no era de confianza, por lo cual ellos no se acercaban a mí. Estos adultos me amenazaron diciéndome, por ejemplo «sapo» y «mini policía». Además me dijeron que me iban a pegar un tiro o me golpearían si me pillaban solo en la calle. Ahora que estos jóvenes mal influenciados ya son mayores y rehabilitados se me acercan, se atreven a hablar conmigo y me dicen que ahora entienden que lo que yo hacía era por el bien de ellos.
¿Qué piensan los padres sobre el trabajo que realizan con los jóvenes?
La gente adulta reacciona bien, pues siempre me felicitan y aprueban mi trabajo. Nos elogian y piensan que muchos más deberían hacer lo mismo. Muchos padres nos llaman por teléfono y quieren que ayudemos a sus hijos. Yo estuve en pandillas, pero te juro que nunca estuve metido en delincuencia ni consumí droga. Cuando comencé a trabajar con jóvenes, muchos de mis ex amigos me dieron la espalda porque ya no apoyaba lo que hacían ellos. Cuando llegué a Suecia estaba triste sin saber por qué, pero la verdad era por lo duro que habíamos pasado en Chile como familia, ya que mi madre era activa políticamente y estaba en contra de la dictadura militar.
¿Qué te parece la política del gobierno actual respecto a los jóvenes?
Me parece mal, porque los políticos viven una realidad ajena al mundo juvenil. Yo no le voy a enseñar a los políticos cómo tienen que hacer su trabajo pero creo que el líder máximo, en este caso Reinfeldt, tiene que hablar al país y decir cuál es la postura del gobierno respecto al desempleo, a la diversidad sexual, a la delincuencia, etcétera. No es necesario que los líderes políticos vayan a los centros de tiempo libre pero sí dirigirse claramente al país y manifestarle cuál es el punto de vista que tienen respecto a los temas que ya mencioné. En todas partes del mundo la gente quiere lo mejor para sus hijos. A veces hay niños que no tienen esos padres que se preocupan mucho de ellos por lo que el gobierno y las escuelas deberían hacer algo al respecto para mejorar la situación a esos jóvenes. Necesitamos un líder que se sienta representante de nuestra sociedad, pues desde entonces comienza lo que es la tolerancia. Yo no creo que ningún padre diría que su hijo tiene que ser delincuente o drogadicto ya que es algo de sentido común. La democracia se está vaciando. No hay personas que sean buenos ejemplos hacia los jóvenes. Los países crean solidaridad y colectivismo especialmente en tiempos de guerra. La escuela para mí atraviesa por una crisis nacional. Pienso de que hay que hacer foros para preguntarnos unos a otros en cómo mejoraremos las escuelas. Tenemos un millón de personas de gente extranjera pero no veo mucho multicul-turalismo, sino más bien segregación.
¿Qué les aconsejas a los jóvenes para que encuentren un trabajo?
Todo el mundo siempre tiene opciones y metas, pero hay que tomar direcciones y organizarse en resolver los obstáculos sin perder de vista los planes que se proponen. Es decir, tienen que luchar sin tirar la toalla, y perseverar en las metas que se fijan. Yo personalmente, vivo de metas y de visiones, por lo cual me planteo lograr algo nuevo cada cinco años para no sentirme aburrido.
¿A qué se debe que hay jóvenes que muestran agresividad?
Ellos necesitan tener gente buena y amable y no tener autoridades que los manden. Mi teoría es que los jóvenes no quieren que les impongan órdenes, lo cual resulta en un efecto negativo. Y cuando los golpean o los castigan no hacen los que se les dice, se ponen agresivos y se rebelan, producto de su frustración. Hay niños y niñas de cinco años que quieren que los traten como adultos y al no ser así se rebelan cuando sus padres les ponen cada vez más restricciones. Además, es lo peor cuando los padres dan vuelta la cara y hacen la vista gorda respecto a los actos de sus hijos. Es mejor mirarlos y enfrentarlos preguntándoles el porqué de las cosas.
Según tu opinión, ¿cuál es el problema principal que enfrentan los jóvenes?
Es cuando crecen sin saber qué van a hacer de sus vidas, pues desde muy pequeños ven en los medios de comunicación de que no hay trabajo. Ese miedo lo manifiestan encerrándose en sí mismos y enfermándose. Muchos tienen miedo debido a que sus padres le infunden prejuicio respecto a otras nacionalidades diciéndoles que no se junten con niños de otra religión o cultura.
¿Qué les aconsejarías a los padres que tienen problemas con sus hijos?
Que apoyen a sus hijos, por ejemplo, en las cosas que le dan ganas y alegrías, sin imponerles nada. Nosotros los latinos no somos excepciones, sino que en todas las partes del mundo les enseñan a los niños cosas buenas. Sin embargo, en ninguna parte del mundo se les enseña a los niños sobre la comunicación que debe existir, pues hay que hacerlos hablar y dialogar entre ellos y los adultos.
¿Qué hace la comuna de Norrköping en especial, a diferencia a otras comunas respecto al trabajo con los jóvenes?
Yo me siento orgulloso aquí en Norrköping, pues los políticos sí escuchan. Me doy el derecho de decir que en esta comuna sí se apoya el trabajo con los jóvenes, aunque falten recursos. Lo bueno también es que hay centros de recreación juvenil para jóvenes en toda la ciudad.
¿Cómo te sientes con tu trabajo con la juventud?
Estoy «casado con mi trabajo», el cual me da mucha alegría. En estos momentos me encuentro con hijos de los jóvenes que vigilaba antes y se me acercan, me quieren conocer y me hacen preguntas. Eso me da mucha satisfacción.
Wladimir Loyola
(Revisado por Magazin Latino)
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