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El gran circo de Londres |
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Atilio Boron. Meses atrás la formidable maquinaria propagandística del imperio alimentaba la ilusión de que la reunión del G-20 en Londres le daría la estocada final a la crisis. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha comenzaron a oírse voces discordantes.
Segundo: dado lo anterior no sorprende comprobar que el G-20 haya decidido fortalecer el papel del FMI para liderar los esfuerzos de la recuperación, siendo el principal autor intelectual de la crisis actual. El FMI ha sido, y continúa siendo, el principal vehículo ideológico y político para la imposición del neoliberalismo a escala planetaria. Es una tecnocracia perversa e inmoral que percibe honorarios exorbitantes (¡exentos del pago de impuestos!) y cuya pobreza intelectual la resumió muy bien Joseph Stiglitz cuando dijo que el FMI está poblado por "economistas de tercera formados en universidades de primera." ¿Y de la mano de estos aprendices de brujos se piensa salir de la crisis más grave del sistema capitalista en toda su historia? No hay en esto un ápice de exageración: esta crisis es la manifestación externa de varias otras que irrumpen por primera vez: crisis energética, medioambiental, hídrica. Nada de esto había en la depresión de 1873-1896 o en la Gran Depresión de los años treinta. En su entrelazamiento estas crisis plantean un desafío de inéditas proporciones, frente al cual las recetas del FMI no harán sino profundizar los problemas hasta extremos insospechados. Tercero: dada esta situación el tema es demasiado grave para dejarlo en manos del G-20 y sus "expertos". Por eso el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto, dijo que lo que se necesitaba no era un G-20 sino un G-192, una cumbre de todos los países, y la convocó para Junio de este año. El G-20 trata de cooptar a varios países del Sur con la esperanza de robustecer el consenso para una estrategia gatopardista de "salida capitalista a la crisis del capitalismo": cambiar algo para que nada cambie. Pero no hay posibilidad alguna de capear este temporal apelando a las recetas del FMI, y los países invitados a Londres, entre ellos la Argentina, lo mejor que podrían hacer es denunciar con serenidad pero con firmeza la inanidad de las medidas allí adoptadas y que dentro del capitalismo no habrá solución para nuestros pueblos ni para las amenazas que se ciernen sobre todas las formas de vida del planeta Tierra. Atilio Boron, politólogo argentino director del Programa Latinoamericano |
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