El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, podría ser candidato a un “Premio Nobel”. Claro, el de “Química”, por transformar a España en un país donde hoy impera la represión, la tortura, el desempleo masivo, los desahucios, los recortes sociales, además de la corrupción, en la que están implicados desde la familia monárquica hasta políticos del derechista Partido Popular (PP), los bancos e importantes empresarios.

La formula destructiva de Rajoy contiene las más antipopulares medidas neoliberales, ya aplicadas y fracasadas en otras latitudes, su demostrada ineptitud como político, mezclas de la otrora dictadura de Francisco Franco, la ambición sin límite de los más poderosos, y su sometimiento a Estados Unidos, característico de los regímenes de turno del conservador PP.
Las estadísticas y los hechos hablan por sí solos acerca del grave panorama que vive España en la actualidad; más de 4.5 millones de desocupados, en su mayoría jóvenes, restricción de las libertades, con la denominada Ley Mordaza, y la constante actuación violenta de las fuerzas represivas contra los ciudadanos, similar a los tiempos del franquismo.
Las órdenes de desalojos de familias de sus viviendas superaban hasta 2012 la cifra de 334 mil, a los que habría que sumarle los dictaminados entre 2013 y 2014, número que el ejecutivo “demócrata” de Madrid trata de esconder.
Otros datos refieren que más de medio millón de personas han abandonado España en busca de trabajo y mejores condiciones de vida en otros países, mientras los escándalos de corrupción son un hecho cotidiano, e involucran a miembros de la Casa Real, políticos del oficialista PP, y banqueros y empresarios estrechamente vinculados a los gobernantes.
La pócima venenosa creada y aplicada por Rajoy incluye severos recortes en la seguridad social, la salud y la educación, en detrimento de los Derechos Humanos Fundamentales, y por supuesto en beneficio de las desmesuradas privatizaciones de esas esferas. Precisamente en las últimas semanas, decenas de ciudadanos afectados por la dolencia de hepatitis C escenifican encierros y manifestaciones en Madrid por no recibir atención sanitaria y medicamentos, y han denunciado que las autoridades españolas dejan morir a esos pacientes.
De otro lado, el Parlamento Europeo acaba de iniciar una investigación con el propósito de esclarecer a dónde fue a parar una suma importante de euros dada por esa institución para mejorar los colegios de Valencia, y que no aparece, mientras los centros educacionales de esa Comunidad española permanecen en pésimas condiciones.
El mandato de Rajoy tiene sin duda alguna el récord de protestas ciudadanas de todos los sectores de la sociedad escenificadas en contra de un gobierno, luego de la mal llamada transición hacia la democracia en ese Estado europeo, que en realidad nunca se ha consumado. Asimismo, su ejecutivo, como el del expresidente José María Aznar, resalta por su exagerada sumisión a Estados Unidos, al punto de ceder cada vez más el territorio español como base de operaciones militares del ejército norteamericano contra terceros países, y al unísono servir para trabajos conspirativos y sucios de Washington en varias regiones del mundo, especialmente en América Latina.
¿Merece o no Rajoy el Nobel de “Química”? Mejor sería distinguirlo con un premio a su dimisión ya, antes de que termine por destruir a esa nación ibérica.