La presidenta argentina, Cristina Fernández, reiteró el martes su denuncia de que con el caso del finado fiscal Alberto Nisman se pretende «desviar, mentir, tapar y confundir» sobre el atentado a la institución judía AMIA.
La mandataria volvió a usar su cuenta en Facebook para advertir que «hoy más que nunca, no se debe permitir que una vez más se intente hacer con el juicio de encubrimiento lo que ya se hizo con la causa principal».
Se refiere a un proceso largamente prolongado en los que están acusados de ocultamiento, entre otros, el expresidente Carlos Menem, el primer juez del caso Juan José Galeano y el jefe entonces de la Secretaría de Inteligencia del Estado Hugo Anzorreguy.
Luego de largos años e incesantes reclamos de los familiares de las víctimas del atentado de 1994 está previsto para comenzar en el segundo semestre de este año ese juicio sobre la llamada conexión argentina.
«Pero creo que lo más importante es advertir que se intenta hacer con el juicio de encubrimiento lo que se hizo con el juicio principal 21 años atrás: desviar, mentir, tapar, confundir», insistió la jefa de Estado.
En su advertencia, sostiene que sólo se podrá descubrir a los autores del atentado cuando se sepa quiénes los encubrieron desde un principio.
El abogado Claudio Lifschitz, quien fue asistente del juez Galeano, sostuvo en entrevista en el canal de noticia C5N que hay grupos en Argentina interesados en obstaculizar la realización de ese juicio.
Lifschitz fue secuestrado y torturado por parte de agentes secretos hace unos 15 años cuando sacó a la luz información que condujo al inicio del proceso de la causa por encubrimiento. Blanco de una intensificada campaña mediática y opositora, la Presidenta volvió a divulgar por Facebook la carta en la que realizó una serie de cuestionamientos sobre el proceder y la misteriosa muerte del fiscal Nisman.
Ese procurador desde que asumió la causa AMIA en 2004, tras nombrarlo Néstor Kirchner, centró su acusación en ciudadanos iraníes.
El Gobierno selló un Memorando de Entendimiento con Irán para que pudieran ser interrogados, pero Nisman en cambio atacó ese acuerdo, rehusó hacer los interrogatorios y ahora denunció al Ejecutivo de intentar encubrir la presunta participación de Teherán a cambio de petróleo.
Nisman debía explicar su denuncia el lunes en una comisión del Congreso donde sería fuertemente cuestionado por legisladores del oficialismo, pero apareció muerto en su apartamento de un disparo en la cabeza. Se supone que fue un suicidio, pero la investigación está abierta.
Mientras, la oposición a través de los medios afines y las redes sociales está instigando a protestas públicas contra el Gobierno. Ya la noche del lunes mismo hubo manifestaciones en Buenos Aires y en otras tres provincias.