En Suecia, invertir en Investigación y Desarrollo (I&D) fue una apuesta atrevida hace 20 años, llevada hoy más allá de todo parámetro, el país entero y las empresas invierten más de 17 por ciento de sus ingresos sólo en nuevas ideas.

En los sofisticados centros de desarrollo, los mejores científicos reclutados alrededor del mundo trabajan poco más de cuatro horas diarias, y los empresarios saben que de cada 100 nuevas ideas, sólo una o dos, al cabo de 10 años, se convertirá en un nuevo producto.

Es decir, de 13 mil investigadores en una sola industria, uno o dos grupos de cuatro a cinco individuos darán al clavo con algo potencialmente comercial. Ellos afirman que la apuesta vale la pena.

AstraZeneca es una empresa farmacéutica producto de esta nueva ola de fusiones y reacomodos en la industria, ligados estratégicamente a la academia y la investigación multinacional.

De 64 mil empleados en todo el mundo, 12 mil se dedican a la I&D, pero un grupo de elite de cuatro mil investigadores está exclusivamente produciendo "descubrimientos". Pensando, pues.

En Gotemburgo, la segunda en importancia en Suecia, también tienen su "fábrica de ideas" empresas como la telefónica Ericsson; SAAB, que produce vehículos y aviones; SKF, que fabrica partes automotrices e industriales; Volvo, automóviles y autobuses, así como las empresas proveedoras de gigantes trasnacionales como Airbus y Nokia.

Gotemburgo, como Estocolmo, la capital y Uppsala, en el norte, albergan a las principales universidades suecas, y no es casualidad.
Los grupos de investigación en biología molecular, medicina y fisiología, así como en sistemas electrónicos, desarrollo de software y robótica, están en las zonas de Mölndal, Lund y Estocolmo, además de Uppsala.