escribe Cándido

Después de haber dado un testimonio más de incompetencia, ausencia de líderes y de estar sustentada en una filosofía del egoísmo, radicalmente contradictoria con los valores de unidad que dice profesar, a propósito de las arduas negociaciones sobre el presupuesto de la organización para los próximos años, la mal denominada Unión Europea, por boca de su representante de política exterior Javier Solana, se abroga el derecho a intervenir abiertamente en el acontecer político de Palestina. No otra cosa puede deducirse de las declaraciones del bienmandado diplomático sobre que la ayuda de la UE a Palestina sería casi imposible en caso de que Hamas accediera al poder en las elecciones que deben celebrarse dentro de un mes. La razón sería el carácter de organización terrorista que Estados Unidos y sus vasallos europeos han impuesto a Hamas.

Podría discutirse la metodología de Hamas en su lucha contra la ocupación ilegal por parte del Estado de Israel, que durante décadas ha utilizado todas las formas del terror, incluida la humilllación sistemática de los palestinos, para sostener esa ocupación. Ni Solana ni la Unión Europea, tienen autoridad moral para condenar a nadie. ¿Acaso condenaron la invasión de Irak por parte de Estados Unidos basada en mentiras que esgrimieron ante su propio pueblo y el mundo para justificar la guerra? Mentiras que ahora los que manejan al presidente Bush le han hecho reconocer como equivocaciones, en un intento, frustrado de antemano, de mejorar su deteriorada imagen.

Ni Solana ni la Unión Europea, han protestado por la sistemática violación de los derechos humanos cometida por el ejército imperial o, peor todavía, por mercenarios contratados para torturar a los prisioneros iraquíes. En las cárceles de aquel país o en las que posee en países vasallos miembros de la desprestigiada UE. Tampoco han reclamado ante el amo imperial por el horror de Guantánamo. Pero sí han estado siempre dispuestos a sancionar a Cuba porque ha condenado a ciudadanos a sueldo de Estados Unidos y los grupos terroristas del exilio cubano en Miami, para derrocar al gobierno. Han guardado un significativo silencio contra las maniobras desestabilizadoras y golpistas de la oposición contra el presidente de Venezuela Hugo Chávez, el más democrático de la región si nos atenemos a las veces que el pueblo en las urnas le ha otorgado una mayoría abrumadora. Si los líderes de la mal llamada UE tuvieran un poquito de dignidad, debería llamarse a silencio. Uno se explica el fracaso de la misión imposible de acercar a los ciudadanos a la UE.