inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 9-Diciembre-2005

Importante disminución en el número de pobres

 

Brasil tiene menos pobreza hoy que hace 12 años, según datos oficiales. Hay una mejor distribución de los ingresos gracias a una política intensa de subsidios a los hogares más pobres, que se generalizó durante el gobierno de Lula da Silva.

También hubo un avance en la escolarización y un aumento porcentual de personas que perciben una jubilación. No obstante, el país figura aún entre los que muestran más inequidad en el mundo.

Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), el índice de concentración de los ingresos disminuyó de 0,571 en 1993 a 0,535, en 2004 (cuanto más cerca de 1 peor es el reparto de la torta). En función de eso, la tasa de miseria alcanzó su nivel más bajo desde 1992.

Pero más espectacular fueron los resultados obtenidos en 2004, en comparación con los que existían en 2003, primer año de Lula en el gobierno.

Entonces, la proporción de pobres era de 35,6 por ciento del total de habitantes del país: o sea, 64 millones de personas estaban casi afuera del sistema.

En 2004, esa proporción se redujo a 33,2 por ciento, lo que en números absolutos representó 57,7 millones de brasileños. También se redujo la proporción de indigentes, que pasó de 10 a 8 por ciento.

Esta realidad es consistente con otro dato provisto por el IBGE: se redujo en un cuarto el número de hogares que no perciben renta. Bajó de 716.000 familias sin ninguna fuente de ingresos en 2003 a 585.000 familias un año después.

En su investigación titulada: "Miseria en caída: medida, monitoreo y metas", la prestigiosa Fundación Getulio Vargas, una universidad dedicada a los estudios económicos, señaló que la renta por habitante en Brasil registró un aumento real de 2,8 por ciento en 2004 en relación al año anterior.

Según el análisis de esta institución, la caída en el índice de pobreza en 2004 "fue espectacular" y la adjudica al aumento de la ocupación, a la reducción de la desigualdad en el ingreso del trabajador y el aumento de transferencias focalizadas del Estado.

En este último caso, se refiere a las políticas de asistencia social del gobierno de Lula da Silva que el año pasado empezaron a dar frutos.

Se advierte que entre las causas por las cuales hay muchos menos hogares marginados deben computarse el aumento de las asignaciones por el programa Hambre Cero y otros planes de subsidios, como el llamado "beca-familia", que da un estipendio a los jefes de hogares por cada niño que va a la escuela.

En total, hay 8 millones de familias que fueron beneficiadas por esos medios. Pero en 2004 también influyó en la caída de la pobreza el aumento del empleo: el año pasado se generaron casi 3 millones de nuevos puestos de trabajo.

Entre los factores mencionados por los expertos figuran además la caída en los precios de los alimentos, el avance de la escolarización y el aumento de los alcances de la previsión social. De igual modo, se menciona como factor de peso el acortamiento de las distancias entre los más ricos y los más pobres se debió a la retracción de los ingresos de los sectores más pudientes de la población. "Hay una indudable mejora en las condiciones de la población, pero de cualquier manera la desigualdad todavía es muy alta", sentenció Angela Jorge, del IBGE.



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