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Esta es una batalla ganada de antemano, |
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escribe María Julia Mayoral y Orfilio Peláez Tenemos un arsenal de medidas; tenemos un millón de fórmulas en el afán de lograr una verdadera distribución equitativa, afirmó el presidente Fidel Castro, al participar en la Mesa Redonda Informativa que consideró la importancia de las nuevas tarifas eléctricas, de los incrementos salariales y en los pagos por seguridad y asistencia sociales. El decretoley, dijo, es un decreto-proclama: en su contenido se incluyen cuestiones no solo medulares en la vida nacional, sino también en el orden internacional. Quizás, somos el primero y único país en entrar desde hace algún tiempo en el cuestionamiento público de los riesgos que corre la humanidad debido al derroche de petróleo, cuando se van agotando las reservas probadas y probables de ese recurso natural no renovable, y se hace impostergable cambiar los actuales patrones de consumo capitalista. Dichas decisiones, aseguró, tenían que adoptarse con rapidez, antes de culminar el año, pues forman parte de un programa integral de la Revolución, cuyo avance no puede detenerse por ninguna causa. En opinión de Fidel, quizás muchos no puedan valorar porqué las nuevas medidas, luego de un año en estudio, fueron presentadas como un todo, de una sola vez; pero ello responde también a que la Revolución no puede regalar información a los enemigos, algunos de los cuales son muy poderosos. Están incluidas en un Decreto, aclaró, porque desde el punto de vista legal, solo una norma jurídica de ese alcance podía modificar cuestiones tan sensibles como las tarifas eléctricas aplicadas a la población. El documento, precisó, es fruto del trabajo colegiado, con la participación de los correspondientes organismos de la Administración Central del Estado. También con estas últimas medidas, precisó, se avanza en el establecimiento de un sistema salarial coherente e integral; aunque todavía será necesario perfeccionar aspectos como el otorgamiento del estímulo en divisas. Su contenido refuerza el principio de distribución socialista "de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo"; no echa para atrás ninguna de las medidas puestas en práctica anteriormente, y mejora las concepciones del estímulo en las empresas en Perfeccionamiento Empresarial. Fidel recordó que en los salarios, las pensiones y las prestaciones de la Asistencia Social ya se habían producido aumentos en meses anteriores y era impostergable dar continuidad a ese proceso, que abarca a todos los sectores del país desde el punto de vista salarial. El incremento de las tarifas eléctricas, opinó, es una pequeña parte en el alcance del texto, y tal vez inofensiva en dependencia de quienes sean los que más gasten o de cómo las personas obtienen los recursos para pagar la electricidad. Debemos ser suficientemente valientes para aumentar esos precios, porque buscamos el ahorro, el desestímulo a los mayores gastadores, como parte de las bases que deben sustentar los planes presentes y futuros de la nación. Si hay algún asustado con la medida, no es por gusto, y es lamentable, porque deberíamos ver con satisfacción cómo la nación se esfuerza por asegurar su desarrollo con más justicia social, ponderó. Esta es una Revolución Socialista que se plantea una real igualdad, no conocida hasta ahora en la relativa breve historia de la humanidad durante los últimos 4 000 a 5 000 años, ratificó. AMENAZAS PARA LA HUMANIDAD Como uno de los problemas más graves, serios y peligrosos del mundo de hoy consideró Fidel el agotamiento acelerado de las reservas petroleras en el planeta y su empleo irracional. Para asegurar esa materia prima, recordó, han habido guerras como la desatada contra Iraq y el imperialismo trabajó mucho por la desintegración de la Unión Soviética con el propósito de apoderarse de sus grandes yacimientos. Estamos en la fase superior del imperialismo: el imperio globalizado, el cual no solo desata conflictos bélicos para extender su dominio, también tiene entre 200 y 300 bases militares diseminadas por todo el planeta, incluida la mantenida ilegalmente en Guantánamo, donde cometen actos horribles, torturas groseras, más brutales que los crímenes ejecutados aquí por Machado y Batista, y en otras naciones latinoamericanas por dictadores como Pinochet y Somoza. Este imperialismo en su fase final quiere convertir su poder en planetario; así que estamos ante peligros que nos conciernen a todos; seamos realistas, veamos las cosas como son, enfatizó. Hay tragedias y hasta guerras por el petróleo, y cuando me pregunto si la humanidad será capaz de sobrevivir, pienso en cuestiones como estas, pues se han acumulado muchas contradicciones y riesgos. Ahora mismo, ilustró, el imperialismo quiere obligar a Irán a quemar todo su gas y todo su petróleo, al tratar de impedirle el uso de la energía nuclear para generar electricidad. Francia, ejemplificó, obtiene casi el 80% de su electricidad a partir del combustible nuclear, lo cual ha ocurrido después de la crisis petrolera de los años setenta, cuando los precios del hidrocarburo aumentaron de manera vertiginosa hasta llegar a casi 45 dólares por barril en 1975, cifra que hoy se ha rebasado con creces para superar los 50 dólares. El mundo necesita, recalcó, un cambio radical en la concepción de la producción eléctrica, un cambio total como el que estamos haciendo ahora en Cuba; pero no nos interesa convencer a nadie sobre las transformaciones iniciadas; los hechos lo irán demostrando. MENTIRAS DIFUNDIDAS POR LA PRENSA EXTRANJERA Nuevamente las decisiones del Gobierno cubano para mejorar las condiciones de vida de la población son objeto de tergiversaciones por parte de agencias internacionales de noticias. Han vuelto a comparar los aumentos salariales, en las jubilaciones y las prestaciones de la asistencia social con su supuesta equivalencia en dólares estadounidenses. Es una gran mentira decir que el salario del cubano equivale a 10 dólares; es una afirmación, cuando menos, capciosa, pues desconoce que los ciudadanos en este país reciben servicios de salud y educación totalmente gratuitos, los alimentos de la canasta básica, la electricidad, los medicamentos... se venden a precios altamente subsidiados por el Estado. En tanto, resultan igualmente módicos los cobros por visitar los museos, asistir a funciones de teatro de la más alta calidad y disfrutar de las competencias deportivas, refirió Fidel Castro. También los cubanos disponen de una televisión gratuita sin los abrumadores anuncios comerciales, y hasta los productos que hoy se venden por la libreta de manera adicional como las dos libras de arroz y los frijoles, pese a ser un poco más caros, continúan respaldados por el subsidio estatal. Somos, además, un país libre, que en todas partes -en la ONU y en cualquier otra tribuna internacional- defiende sus principios con entereza; y es capaz de ayudar a muchos pueblos, como no podrían hacerlo ni el imperio ni Europa en su conjunto, advirtió Fidel. Solamente por medio de la Operación Milagro, ejemplificó, se harán este año cerca de 200 000 operaciones de la vista a pacientes latinoamericanos, gracias al montaje de 24 centros oftalmológicos con los más modernos equipos. Quien reciba aquí un dólar de remesa, comparó, puede comprar 150 kiloWatt/hora y si gasta 300, puede pagarlos con apenas dos dólares. En el caso del gas licuado, con solo un dólar pueden adquirirse tres botellones. De Cuba, comentó, se escriben mentiras todos los días, con toda intención, pues quieren dar la idea de que este es un país miserable, donde la gente gana apenas 10 dólares. La nuestra, consideró, es la lucha por la liberación de la injusticia, de los saqueos y las mentiras. Ningún otro país del mundo, indicó, ha podido elevar los ingresos reales de sus ciudadanos como lo hemos hecho aquí en solo un año. Además, mediante el dinero es imposible apreciar el valor de vivir sin mentiras, con dignidad, educación, seguridad..., con una mortalidad infantil inferior a seis por cada mil nacidos vivos y una esperanza de vida que ya rebasa los 72 años de edad. MALES QUE DEBEMOS COMBATIR Fidel reconoció que todavía en nuestro país hay personas que quieren seguir viviendo sin trabajar, a costa de los demás. Bien sabemos, dijo, que hoy existe una nueva clase, en virtud de los fenómenos que ha tenido que atravesar la Revolución, sobre todo en los años de periodo especial, cuando el bloqueo yanki se hizo más duro y habían desaparecido las relaciones económicas con la Unión Soviética. No hay que tener miedo a decir los problemas, recalcó. No hay cultura económica en nuestro país: la gente no sabe de dónde sale el dinero; no se comprende que el aumento de salario sin contrapartida en bienes y servicios no valdría nada; y ahora es cuando estamos en condiciones de hacerlo, con un peso revaluado, que mantiene su correlación con el peso cubano convertible, aunque todavía el dólar conserve una capacidad de compra elevada e intolerable, apreció. Muchos de nuestros cuadros, reconoció, tampoco tienen cultura económica, y nuestra población, por las propias características del proceso revolucionario, lo que más ha desarrollado es la cultura del reparto, del que está en derecho de recibir. Este país, dijo, ha estado lleno de locuras burocráticas, de despilfarros como sucedió en los años en que recibíamos de la URSS 14 millones de toneladas anuales de petróleo. Situaciones como esas ayudan a entender la compleja tarea enfrentada por el Partido y el Gobierno cuando nos quedamos sin nada, al inicio del periodo especial, en un territorio donde estaban electrificadas el 95% de las viviendas, y había que mantener el transporte, hospitales, escuelas, industrias; a la gente vestida y calzada. No solo con fiscales y jueces, ratificó, vamos a resolver los problemas; males masificados se combaten con masas de combatientes limpios como los Trabajadores Sociales, a los cuales se unirá otra tremenda fuerza: los estudiantes universitarios. Afirmó que ninguna otra sociedad en la historia avanzó tan rápido en el camino de eliminar las desigualdades sociales y ofrecer justicia, equidad y mejores condiciones de vida para todos los ciudadanos, como lo ha hecho Cuba en los últimos tiempos. Aunque estamos todavía distantes de aplicar en toda su extensión el principio de distribución socialista, los nuevos incrementos de salarios forman parte de los esfuerzos por convertir a estos en el principal estímulo material que reciba cada persona por su aporte a la sociedad, opinó el Presidente de la República de Cuba. Veo una garantía en los valores de los jóvenes, en la universalización de los conocimientos, en el capital humano que hemos creado, sin duda nuestra mayor riqueza, y por eso puedo asegurar con absoluta certeza que esta batalla contra el despilfarro, los robos, el desvío de recursos y otros vicios generalizados la tenemos ganada de antemano, afirmó. Son las masas organizadas, las ideas, el apoyo del pueblo lo que nos da la confianza en la victoria, y si hemos dicho que la Revolución hoy es invulnerable en el plano militar, y busca la invulnerabilidad económica, aseguraremos también su invulnerabilidad política garantizando que las nuevas generaciones sean mejores que nosotros, más capaces que nosotros, sentenció. El presidente Fidel Castro dijo de manera metafórica que hemos trabajado muy duro en la subida de la Cordillera del Himalaya, sin descansar un solo minuto en todos los años del periodo especial, multiplicando los esfuerzos y ahora vemos los primeros frutos, tenemos la seguridad de cómo estamos haciendo las cosas, y les podemos decir a nuestros compatriotas que no se preocupen por nada, pues todos serán beneficiados y solo una guerra, ni siquiera los ciclones, podrán pararnos. PELDAÑOS HACIA EL AHORRO Tras comentar que de manera milagrosa el país no cayó en la Fosa de Bartlet con la desaparición de la URSS y el campo socialista al dejar de recibir materias primas, maquinarias, millones de toneladas de combustible y otros recursos, Fidel informó que a partir del venidero 15 de diciembre la provincia de Pinar del Río tendrá un nuevo esquema de generación de electricidad que le permitirá disponer por sí misma de esa energía si no pudiera recibirla del sistema nacional, y asegurar en caso de desastres naturales u otras contingencias la vitalidad de los principales centros, puntos de evacuación y objetivos estratégicos. Podrá venir un huracán intenso, romperse o reventar la termoeléctrica Antonio Guiteras, y no habrá apagones en Pinar del Río. Afirmó que mediante el empleo de equipos más eficientes, el uso de nuevas tecnologías, la instalación de 14 a 15 millones de bombillos ahorradores en todo el país y otras medidas, entre diciembre del 2005 y diciembre del 2006 a nivel nacional será posible ahorrar el 70% de la energía eléctrica que gastamos hoy. Fidel se refirió también a la meritoria labor desarrollada por los trabajadores sociales en el combate contra el robo de combustible en los servicentros, pues ahora estos están vendiendo el doble y en no pocos casos más del doble de lo que recaudaban antes de que esta fuerza asumiera dicha tarea, es decir allí se robaba el doble y más del doble de lo que vendían en pesos convertibles. Como parte de la batida contra ese flagelo que ocasiona millonarias pérdidas a la economía, el Jefe de la Revolución aseguró que el próximo 7 de diciembre celebraremos el aniversario de la muerte en combate de Antonio Maceo sin que quede uno solo de esos servicentros "privados" que surgieron por el descontrol y el desvío de combustible. El relajo se acabará definitivamente y por este concepto el país ahorrará entre 140 y 150 millones de dólares más y todos esos recursos seguirán destinándose a mejorar la calidad de vida del pueblo en todos los aspectos, sentenció Fidel. En contraposición a los esfuerzos de Cuba en el ahorro de energía, Fidel Castro fustigó los irracionales patrones de consumo de petróleo de Estados Unidos. Retomando el tema de velar por desarrollar una conciencia económica en la población, el máximo líder de la Revolución informó sobre un reciente estudio realizado por los trabajadores sociales en el municipio de Arroyo Naranjo, donde fueron visitadas más de 58 000 viviendas. De acuerdo con los datos recogidos, se detectó la existencia de 35 000 refrigeradores gastadores con un consumo de 180 a 200 kiloWatts, 55 000 ventiladores rudimentarios y unos 7 000 televisores altamente gastadores. Al respecto, Enrique Gómez Cabezas, del Buró Nacional de la UJC, informó que en ese territorio se han sustituido poco más de 138 000 bombillos incandescentes y restan por cambiar otros 22 000. Hasta el presente, precisó el dirigente juvenil, la cifra de bombillos ahorradores puestos en la capital suman más de un millón 70 000. En el final, los panelistas y Fidel reiteraron la importancia de las medidas puestas en práctica para estimular el ahorro de energía y dar pasos más sólidos en la dirección de construir una sociedad donde cada trabajador pueda vivir decorosamente de su salario. Al intercambio asistieron Carlos Lage, secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Yadira García y Alfredo Morales, ministros de la Industria Básica y de Trabajo y Seguridad Social, entre otros dirigentes y jóvenes incorporados a programas de la Revolución. |
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