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Kirchner echó a Lavagna |
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El presidente Néstor Kirchner le pidió la renuncia a Roberto Lavagna sorpresivamente este lunes y decidió poner en el Ministerio de Economía a la titular del Banco Nación, Felisa Miceli. El reemplazo de Lavagna precipitó los anuncios sobre los nuevos ministros del Gabinete: Nilda Garré en Defensa (en reemplazo de José Pampuro), Jorge Taiana en Cancillería (sucederá a Rafael Bielsa) y Juan Carlos Nadalich en Desarrollo Social (ocupará el lugar de Alicia Kirchner). El argumento del Presidente, según relató Lavagna fue que luego de las elecciones comenzaba "una nueva etapa" y en los días por venir el ahora ex ministro no tenía lugar. Lavagna dijo que redactó rápidamente su renuncia, y en ella se permitió advertirle a su ex jefe que "no debemos dejar pasar" la oportunidad de alcanzar un futuro mejor para los argentinos. El equipo económico también presentó sus renuncias, pero algunos, como el secretario de Hacienda, Carlos Mosse, el de Industria, Miguel Peirano, o el subsecretario de Pymes, Federico Poli, seguirían en sus cargos. El pedido de renuncia fue la manera que eligió Kirchner para ponerle punto final a una relación con altibajos pero que empezaba a ponerse cada vez más áspera: el presidente respaldó sin fisuras a Lavagna y su equipo en la negociación con los acreedores, pero se libró de él después de que el ministro retaceara apoyo en la campaña electoral y, días atrás, denunciara prácticas corruptas en el área del ministro Julio De Vido. La reunión del lunes entre Kirchner y Lavagna fue el último round de una pelea que se inició en febrero de 2003. Una versión dice que Lavagna habría participado de una movida política para intentar bajar a Kirchner de la fórmula presidencial y ubicar en su reemplazo al propio Lavagna. Pero el pasado 23 de octubre el fuerte triunfo "kirchnerista" dejó sin el apoyo político del duhaldismo a Lavagna. Esa noche, en el búnker oficialista Lavagna fue el único ausente del Gabinete para festejar. En el medio, se percibió otro punto de fuerte tensión: la relación con el FMI. Lavagna ya había dado muestras de querer sentarse a negociar, aunque sin fuertes condicionamientos, con el organismo de crédito. Kirchner parecería mantener una postura más intransigente, que se expresa en la intención de salirse directamente de la órbita del Fondo, eso sí, pagando hasta el último dólar que se le debe. Kirchner eligió a Felisa Miceli, a pesar de que la designada ministra (la primera mujer en la historia argentina en ocupar ese cargo) llegó a este gobierno impulsada por el ex ministro. Lo cierto es que en el último tiempo era considerada una "funcionaria K", tras haberse ganado la confianza presidencial. Ocurre que el cambio en la cartera económica se produce en un momento muy particular: se mantiene el fuerte ritmo de crecimiento del PBI -que ya acumula tres años de fuerte expansión, a una tasa anual del 9%- pero ese crecimiento se está viendo opacado por la aceleración de la inflación, que les carcome el poder adquisitivo a los asalariados. La titular del Banco Nación desde hace 18 meses se distanció de Lavagna y -en la intimidad- repetía muchas críticas hacia el ministro. Miceli cuestionaba el "piloto automático" de Lavagna y objetaba la falta de acción para profundizar una mejora en la distribución del ingreso. |
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