Un tribunal internacional sobre el derecho de asilo reunido esta semana en Estocolmo convocado por el Pen Club, criticó al gobierno sueco por haber violado en reiteradas oportunidades el derecho de asilo consagrado por la Convención de Ginebra de 1951 y la de Torturas de Naciones Unidas, al expulsar refugiados que posteriormente fueron torturados y hechos prisioneros en sus países de origen.

El tribunal concluyó exigiendo que los funcionarios que violaron dichas normas y enviaron asilados a la tortura deben ser juzgados, mientras la ministro de Migración Barbro Holmberg sostuvo que la crítica es conocida y que nuevas leyes que se comenzarán a aplicar pueden evitar en el futuro que dichas situaciones se produzcan.
Holberg declaró a la prensa que dicha crítica no refleja una imagen real de la política de asilo del país, porque "Suecia ha tomado en sus manos una gran responsabilidad en relación a los asilados a nivel internacional recibiendo a 200.000 refugiados a partir de los 90, y durante el año pasado 6000 personas recibieron permiso de permanencia en el país."

Göran Melander, profesor universitario en derecho internacional quien presentó las conclusiones del tribunal expresó: "Suecia confía por vías diplomáticas de tener garantías cuando expulsa a un solicitante de asilo de que éste no será torturado por las autoridades de su país. Y agregó -Yo quisiera ver que país va a admitir "claro que será torturado".