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Fox, el empleado |
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El obsesivo propósito del gobierno de Bush de aislar diplomáticamente a Venezuela del resto de los países latinoamericanos ha tenido esta semana al presidente mexicano Vicente Fox como su principal aliado. Diversos han sido los incidentes diplomáticos propiciados bajo cuerda por Estados Unidos, en los que Venezuela y otros países vecinos pudieron, sin injerencia de la Casa Blanca, zanjar las tensiones. En septiembre de 2003 el gobierno venezolano detectó en República Dominicana a un grupo de conspiradores liderados por el ex-presidente Carlos Andrés Pérez y le exigió al presidente derechista de entonces, Hipólito Mejía, que investigara el complot subversivo que se estaba fraguando allí. Mejía rechazó las peticiones de Caracas, negó la existencia del complot y le pidió a Pérez que abandonara discretamente el país. En protesta Venezuela retiró su embajador y cortó el acuerdo petrolero que tenía. Poco después cambió el gobierno y asumió el presidente Leonel Fernández quien restauró la relación con Venezuela, se adhirió a Petrocaribe y consiguió que Venezuela duplicara el envío de petróleo. La otra situación más crítica todavía sucedió en enero pasado entre Venezuela y Colombia, cuando el ejército colombiano secuestró en Caracas al dirigente de las FARC Rodrigo Granda y el presidente Álvaro Uribe lo entregó a Estados Unidos. Caracas denunció el hecho como violación de su soberanía y ambos gobiernos luego de llamar a consulta a sus embajadores restauraron sus relaciones tras un encuentro entre Chávez y Uribe propiciado por mediaciones hechas por Cuba, Brasil, Perú y Chile. Frente a la necesidad de contar con los aliados en estos menesteres, Estados Unidos ha recurrido ahora a Fox. Jorge Emilio González Martínez, dirigente del PVEM, aseveró que México no debería meterse en los pleitos que tiene Estados Unidos con otros países. Por su parte, el ex canciller Fernando Solana consideró que México debe asumir la globalización como "sujeto activo responsable y no objeto pasivo", y sugirió dar "atención especial" a América Latina y a la Unión Europea como "equilibrio" del otro lado del Atlántico, así como a las tres potencias de Asia: China, Japón e India. Así las cosas Vicente Fox, el viejo empleado de la Coca-Cola cumple un papel lamentable, quebrar lanzas por un ALCA ya muerta y prestarse a la política de la administración Bush de cercar a Venezuela. |
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