Escribe Por Julio Godoy.
El príncipe Alberto no es precisamente un pobre campesino. Pero el monarca de Mónaco figura junto a la reina Isabel de Inglaterra entre los agricultores que más subsidios cobran de la Unión Europea (UE).
La familia real de Mónaco, pequeño principado totalmente urbanizado sobre el mar Mediterráneo célebre por sus casinos, hoteles y playas, recibió en 2004 subsidios por más de 300.000 dólares, en respaldo de la producción cerealera de sus haciendas en el norte de Francia.
La familia Grimaldi no fue la que recibió los mayores subsidios, ni mucho menos. De todos modos, Alberto Grimaldi figuró en la lista de los 58 agricultores en Francia más beneficiados por la Política Agrícola Común (PAC) de la UE, elaborada por el Grupo Economía Mundial (GEM).
Estos 58 productores recibieron más de 27 millones de dólares en subsidios en ese año, con montos de 100.000 a más de dos millones, según el GEM, centro de investigaciones del Instituto para Estudios Políticos en París.
A pesar de varias reformas de la PAC, los agricultores franceses reciben cerca de un quinto de los más de 52.000 millones de dólares en subsidios que la UE paga todos los años al sector, suma que representa la cuarta parte del presupuesto del bloque.
La organización humanitaria Oxfam Internacional afirmó que 15 por ciento de las compañías agrícolas de Francia se alzaron con 60 por ciento de los subsidios europeos dirigidos a ese país. Los pequeños agricultores franceses, en cambio, apenas recaudaron 17 por ciento.
La UE, y particularmente Francia, defienden esos subsidios, cuestionados por los países del Sur en desarrollo y organizaciones humanitarias con actividad en el mundo pobre. Según quienes postulan estas políticas, la protección de la agricultura es necesaria y justa.
Estas prácticas proteccionistas son "contribuciones estatales al campo y al manejo de la naturaleza, a la biodiversidad, a la comodidad y el bienestar de las comunidades rurales, entre otras cosas", dijo el ex comisario de Agricultura de la UE, Hans Fischler.
Pero no resulta claro cómo los abultados subsidios a los productores ricos promueven esas metas.
"Solo en 2003, la UE pagó más de 177 millones de dólares en subsidios para apoyar la irrigación, por lo que ese dinero no ayudó en la preservación del agua, un recurso esencial", dijo el investigador Pierre Boulanger, del GEM.
El príncipe de Mónaco está en buena y real compañía. La reina Isabel recibió más de 700.000 dólares en subsidios el año pasado.
Pero el beneficio es tan monárquico como republicano: el ministro de Agricultura holandés Cees Veerman obtuvo por esta vía 180.000 dólares, y también figura en la lista la propia comisaria de Agricultura de la UE, Mariann Fischel Boel.
Los subsidios han estado en el centro de un agrio debate durante años, tanto dentro de Europa como entre las naciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Los países en desarrollo, encabezados por Brasil, China e India, han condenado en reiteradas oportunidades los subsidios europeos y estadounidenses a los agricultores, a los que consideran barreras comerciales ocultas.
Brasil amenazó con cerrar sus mercados a artículos industriales europeos, como automóviles y productos electrónicos, si la UE continúa subsidiando a sus agricultores.
El principal objetivo de la Ronda de Doha de negociaciones multilaterales de comercio, abierta por la OMC en la conferencia ministerial de 2001, es acordar una reducción de aranceles y subsidios agrícolas.
En la próxima conferencia ministerial, que se celebrará en Hong Kong el mes próximo, Francia estará sometida a una presión particularmente fuerte para aceptar recortes sustanciales de sus subsidios.
El gobierno francés había mantenido hasta ahora en secreto la lista de principales beneficiarios de los subsidios, basado sobre la ley de protección de la privacidad. El nombre del príncipe Alberto surgió sólo porque él mismo estuvo de acuerdo en revelar sus ingresos por ese concepto.
El vicepresidente de la Comisión Europea a cargo de asuntos administrativos y auditorías, Siim Kallas, amenazó con revelar la lista de beneficiarios francesa, porque, advirtió, la transparencia es esencial para restaurar la confianza de los ciudadanos en las instituciones comunitarias.
Pero Francia rechaza esa posibilidad. "Apoyo la transparencia, pero si hablamos de transparencia en la agricultura deberíamos extenderla a todos los asuntos europeos", dijo el ministro de Agricultura, Dominique Bussereau.
El gobierno francés también polemiza con el comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, quien ofreció un recorte de 70 por ciento en los subsidios y una reducción de los aranceles agrícolas de 22,8 a 12,2 por ciento.
Bussereau consideró que Mandelson se estaba excediendo en sus facultades como negociador y amenazó con "vetar" las negociaciones en Hong Kong. "Nos mantendremos firmes hasta el fin", aseguró.
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