Los grupos fundamentalistas evangélicos Nuevas Tribus realizaron experimentos con indígenas en Venezuela, en los cuales pudieron haber muerto unas 80 personas, reveló hoy el ministro de Interior, Jesse Chacón.
Precisó que en el estado Apure murieron hace un año decenas de indígenas presuntamente por desnutrición, pero una investigación constató que existían "almacenes de experimentos, con medicamentos que nunca llegaron a estas tribus".

La revelación se suma a numerosos indicios de irregularidades de la actuación de eso grupos misioneros, cuya expulsión del país fue ordenada por el Presidente Hugo Chávez, quien los acusó de explotar a las poblaciones autóctonas y de espionaje.

El Gobierno venezolano denunció que Nuevas Tribus, bajo una fachada religiosa, realiza espionaje para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados y de carácter económico para las transnacionales General Dynamics y Westinghouse.

Antropólogos y líderes indígenas denunciaron asimismo la realización de experimentos, especialmente en la etnia yanomami, en la cual introdujeron el virus del sarampión, lo que provocó decenas de muertes.
La secta opera en Venezuela fundamentalmente en regiones de gran riqueza mineral y difícil acceso en los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro, donde también se denunciaron acciones que atentan contra las tradiciones de los pueblos autóctonos.

En esas zonas existen yacimientos de bauxita, oro diamantes, ferrominerales, uranio, titanio, cobalto y otros minerales, además de ser un territorio de gran biodiversidad, con el reservorio de agua más grande del planeta.

Según una nota del Ministerio del Interior se tomó la decisión de suspender la visa a todo extranjero que ha violado la ley y con los seguidores venezolanos de la secta se acordará un mecanismo para garantizar el respeto a la cultura y las ideas de los indígenas.

El ministro venezolano recordó que Nuevas Tribus es promovido desde Estados Unidos "porque existe un interés geopolítico en tener algún mecanismo de posicionamiento de esa reserva de biosfera, agua y minerales que existen ahí".

Aseguró que la expulsión de esos supuestos misioneros es una prerrogativa del Gobierno venezolano y aclaró que no se trata de un tema religioso como lo han querido expresar algunos, sino de un asunto de soberanía nacional.

A la Amazonía, dijo, puede ser llevada cualquier corriente religiosa, pero lo que no está permitido es una serie de actividades, distintas al evangelio en esta zona estratégica, como la creación de pistas de aterrizaje sin autorización. Denunció asimismo que esos grupos introdujeron equipos tecnológicos sin pasar por aduanas , lo que afecta la soberanía venezolana.