Escribe Cándido

En vísperas de la realización de las denominadas Cumbres hispa-noamericanas, alguna "mano invisible" tira de algunas cuerdas y los movimientos de los "disidentes" e incontables grupos afanados en "la transición de Cuba a la democracia", hacen su aparición, organizando demostraciones y enarbolando las mismas reinvindicaciones sobre derechos humanos, que nada menos que 10 presidentes de Estados Unidos, han levantado hasta ahora sin éxito.

La cumbre de estos días en Salamanca no ha sido una excepción. Durante un par de días la guerra a muerte que libran los grupos de "disidentes" por el reparto de los dólares y los euros, se amortigua y muestran un "frente unido" en la tarea de salvar a la patria de la "dictadura comunista de Castro". Después todo sigue como está. Cuba, bloqueada por el imperio, con la vergonzosa colaboración de los gobiernos europeos (la expresión Unión Europea suena cada vez más surrealista), amenazada económica, militar y mediáticamente, objetivo de imnumerables atentados terroristas, progresa económica y socialmente, sostenida por su pueblo y los pueblos latinoamericanos. El derechos a la vida, indivisible de los derechos humanos básicos en una sociedad humana y democráticamente organizada, están mejor garantizados en Cuba que en cualquier otro país de América Latina y que muchos países de Estados Unidos y Europa. La tragedia causada en los países centroamericanos por el huracán Stan,gobernados por "democracias" que tienen el respaldo de Estados Unidos y de Europa, ha mostrado en toda su crueldad, la indefensión de los ciudadanos, en su mayoría población indígena librados a su propia suerte y carentes de lo más elemental como agua potable, asi como la desidia criminal de sus gobernantes. Igual que lo ocurrido en Nueva Orleans, Luisiana y Florida con el desastre del Katrina. Todo el mundo sabe, aunque los medios pretendan silenciarlo, que en Cuba, que frecuentemente está sometida a este tipo de catástrofes, la planificación y ejecución de los planes de evacuación de hasta medio millón de personas, ha funcionado con absoluta eficiencia pese a no disponer de los recursos de Estados Unidos. Una población disciplinada y solidaria y un gobierno responsable con el propio "dictador" Fidel Castro, con su casi 80 años, al frente de la coordinación y ejecución de las acciones de protección de la población, resulta más ilustrativo sobre "derechos humanos" que la falsa invocación a ellos que esgrimen para agredir a Cuba.

Cabe agregar otros hechos recientes sobre el mismo tema: hace unos días el Senado de Estados Unidos votó por amplia mayoría una propuesta para eliminar las torturas perpetradas por el ejército contra los prisioneros en Irak, Afganistán y Guantánamo. No emplearon los senadores el término tortura sino un eufemismo semántico, pero da igual. Bush respondió que si la ley se aprobaba él la vetaría porque eliminando esos "métodos para los interrogatorios" se "debilitaría la lucha contra el terrorismo".

¿Algún ciudadano del mundo leyó e escuchó que la Unión Europea, los "disidentes" o los columnistas de los grandes medios, se pronunciaran críticamente contra la barbarie que significa la posición de Bush y su pandilla?. Frente a esta realidad cabe decirle, aunque ya se sabe que no quieren oír, a todos estos hipócritas "defensores" de los derechos humanos, que no fastidien, que no sigan haciendo el ridículo, cegados por el odio o movidos por las "dádivas" y dejen a Cuba y su pueblo en paz. Los "disidentes" no están presos por ser tales, sino por estar subvencionados por una potencia extranjera para derrocar al gobierno del país. Los documentos que lo comprueban está ahi pero nadie quiere enterarse. Algunos "disidentes" premiados por la Unión Europea, apoyaron explícitamente el fallido golpe de estado contra Hugo Chávez en el 2002, el presidente de la región latinoamericana que mayor y más reiterado apoyo ha recibido en las urnas. Se le "demoniza" porque ha inciado una revolución pacífica para devolver al pueblo venezolano un poco de la justicia que las oligarquías "democráticas" vendidas al imperio, le robaron desde los inicios de su vida como nación.