Per Nuder, ministro de Finanzas presentó el martes ante el Parlamento el nuevo presupuesto anual, resultado de arduas negociaciones con sus aliados, el Partido de Izquierda (VP) y los Verdes (Mp).
El mensaje del ministro Nuder se podría resumir en "Ya pasamos los momentos de crisis. Ahora no tenemos que ahorrar más, podemos comenzar a invertir en aquellos sectores que se vieron perjudicados".
Especialmente satisfecho está el gobierno de Göran Persson por haber alcanzado el apoyo para este presupuesto no sólo el respaldo del VP, sino también a último momento del Mp, que en un acuerdo por separado exigió que los asilados que se mantienen ocultos y los niños asilados apáticos no sean expulsados y puedan permanecer en Suecia.
El presupuesto contempla entre otras medidas: Un plan urgente de lucha contra la desocupación mediante un paquete de 55.000 nuevos puestos de trabajos temporales con una duración de dos años; 17.500 nuevos plazas de estudios en la enseñanza superior; reducción del impuesto a los salarios y pensiones; aumento de la asignación familiar (100 coronas más por niño); aumento de las ayudas a los alquileres; aumento de los descuentos por el transporte de la casa al trabajo; reducción del impuesto inmobiliario a personas con bajos ingresos; aumento de los impuestos al tabaco y también a la energía.
En filas de la oposición (ya en plena campaña electoral con vista a la elecciones del próximo año) el presupuesto ha sido fuertemente criticado, entre otros argumentos por no reducir los impuestos empresariales "que sí podrían crear trabajo efectivo" y por "endeudar nuevamente al Estado".
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