inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 16-Sept-2005

Katrina, acto segundo

 

Escribe Cándido
La tragedia del Katrina tendrá larga duración y se desarrollará en varios actos. El primero puso al desnudo, la insensibilidad, la injusticia y la incompetencia de un sistema, más que la de la propia administración. Y sobre todo puso al desnudo la sordidez detrás de la fachada de la "potencia más poderosa del planeta".


En este caso la miseria y marginación de la mayoría de la población negra y latina de Nueva Orleans. Y, como inevitable consecuencia de lo anterior, el elevado índice de criminalidad que tiene, en situaciones extremas como las vividas por sus habitantes, expresiones escalofriantes El desamparo de las víctimas, su impotencia y su rabia ante la inoperancia de los organismos responsables, en un país que se vanagloria de su poder en todos los terrenos, marcó el tiempo del primer acto. Como en el atentado terrorista del 11-S, en el que también Bush estuvo en una galaxia hasta muchas horas después de ocurrido, y en el que, según quedó probado después, hubo anuncios y alertas de que se iba a producir, en Nueva Orleans la catástrofe estuvo ampliamente anunciada sin que se adoptaran las medidas necesarias para al menos disminuir sus consecuencias. (Imposible no comparar con lo que ha sucedido en Cuba en situaciones similares, donde la cohesión entre autoridades y las organizaciones populares han hecho posible evacuar en 24 horas medio millón de personas, poniéndolas a salvo con un costo insignificante de vidas humanas). Y luego, consumado el desastre, la misma inoperancia e insensibilidad.


Ahora ha comenzado el segundo acto de la tragedia. Caracterizado, entre otras cosas, 1) por la búsqueda de "chivos" expiatorios, ante la avalancha de críticas que dentro de los propios Estados Unidos, (lo que hace suponer que no provienen de "antiamericanos genéticos") y del mundo en general (estos sí sospechosos de "antiamericanos) han puesto contra las cuerdas a Bush, su pandilla y al sistema que representan.En esa búsqueda de "culpables" altos responsables que un lunes fueron elogiados por Bush "por la heroica labor cumplida" fueron despedidos al día siguiente. 2) Búsqueda desesperada de "mejorar la imagen" (misión imposible) del presidente, con el concurso de alguna prensa "encamada" del interior y la mayoría de los "perros guardianes" de afuera. Estos que habían permanecido en silencio, sin argumentos para defender lo indefendible, "resucitaron" y se alinearon en los "argumentos" de los "asesores" de la Casa Blanca, principalmente culpar a las autoridades locales de Nueva Orleans. 3) Como esa táctica tampoco dio resultados, porque las mentiras no destruyen los hechos, una nueva carta se puso en juego: el reconocimiento, con rostro compungido, falso de toda falsedad del presidente Bush reconociendo sus culpas, y reconociendo, casi con las mismas palabras empleadas por los "antiamericanos" que el "Katrina ha puesto en evidencia graves fallos" en el manejo de la tragedia y en la propia seguridad de la nación.


Uno quisiera creer que su autocrítica es sincera. Pero un hombre que mintió para "justificar" una guerra, que miente cada vez que tiene que defender ese crimen que sigue cobrando víctimas, no merece credibilidad. Uno podría empezar a creerle -y sería grato poder hacerlo- si mañana dijera al mundo. "Perdón, me equivoqué, mi país se retira de Irak y además va a firmar el Protocolo de Kyoto". Si así lo hiciera uno podría empezar a pensar que no es tan malo ni tan tonto como ha sido hasta ahora.El tercer acto puede dar una respuesta.



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