El lunes pasado parlamentarios de la socialdemocracia (s) y conservadores (m) se opusieron a una propuesta del resto de los partidos, de conceder una amnistía "por razones humanitarias" para solicitantes de asilo cuyas expulsiones han sido ya decretadas.

Refugiados solicitantes de asilo, muchos de ellos que se mantienen escondidos protegidos por organizaciones religiosas y solidarias, y cuyos casos se han considerados como mal tramitados por las autoridades, incluyendo los casos de los niños apáticos que tienen pendiente la expulsión del país junto a sus familiares.

Socialdemócratas y conservadores han argumentado en las discusiones de las comisiones parlamentarias que una medida de esta naturaleza crearía un precedente negativo, y que aumentaría la afluencia de refugiados al país.

Al mismo tiempo el próximo 14 de septiembre quedará disuelta la Comisión de Apelación de Extranjería (Utlänningsnämden), organismo que hasta ahora tomaba la resolución de expulsiones por denegación del derecho de asilo. Esta comisión será sustituída en el futuro, por un organismo especial el Juzgado de Apelaciones de Migración de primera instancia y uno de instancia superior (Migrationsöverdomstolen) que comenzarán a actuar a partir del 31 de marzo del año próximo.