escribe Jaime Padilla

Por primera vez los integrantes de El Parafonista y Atajo, dos agrupaciones musicales de prestigio en Bolivia, se confundieron bajo el cielo de Uppsala en un abrazo y compartieron el techo, la mesa y las inquietudes artísticas durante el desarrollo del XIX Encuentro de residentes bolivianos efectuado del 25 al 30 de julio reciente en la aquella ciudad.

Alvaro Montenegro de El Parafonista destaca que estas actividades son importantes actos de reafirmación cultural. "contiene elementos propios de una realidad y todo ello es tonificante para la conservación de nuestras costumbres lejos de nuestra patria", dijo.

El Parafonista y Atajo se diferencian por su repertorio y por la forma de hacer música. El primero es el tragaluz de la música boliviana. Es música nueva. No es tradicional.

"A partir de sus raíces, toma elementos de diversos entornos, los envuelve en un capullo y devuelve en sencilla y sonora ofrenda", dice un admirador.

Alvaro Montenegro con el saxo y con el complemento del resto de los músicos de El Parafonista ha logrado un espacio en la sonoridad urbana contemporánea del país en una fusión de jazz y música andina.

Hizo lo propio Francisco "Panchi" Maldonado con Atajo, pero también a su manera. Es una banda que tuvo ya desde 1996 la finalidad y sobre todo el deseo de, a través de sus propias composiciones, reflejar la realidad social.

Por eso durante las noches del Encuentro "los parafonistas y los atajo" al juntar sus instrumentos y voces, junto a la de sus compatriotas no sólo entonaron una y otra vez las más populares canciones bolivianas, también hicieron bailar hasta el amanecer. Ha sido increíble, estupendo y divertidísimo para todos.

Conversando con el hombre de Atajo

Con sencillez y claridad Francisco "Panchi" Maldonado del grupo musical boliviano Atajo se refirió en Uppsala sobre la positiva acción que la comunidad boliviana desarrolla aquí y en distintas partes del mundo en favor de sus jóvenes con la transmisión de elementos sociales, políticos y culturales, tan importantes para la conservación de su identidad.

Así se expresó luego de compartir por espacio de una semana con cerca de 400 residentes bolivianos que acudieron desde distintos puntos del país para celebrar el XIX Encuentro Boliviano del 25 al 30 de julio reciente en Uppsala.

El artista, primera voz del grupo de rock no lamentó las dificultades con las que tropezaron a su llegada a Suecia para actuar, junto a El Parafonista, otra agrupación boliviana de música en el Festival de Verano que se efectúo del 22 al 24 de julio en los predios del Rålambs-hovsparken de la capital sueca. La demora en las combinaciones de trasportes desde Alemania, perjudicaron el anunciado debut de ambas bandas.

Retomando nuestra conversación Panchi Maldonado dijo entender con cabalidad las preocupaciones de la colectividad boliviana.

"Yo mismo he experimetado la vida que se lleva en tierras extrañas", recordó que entre la aflicción y la ilegalidad sobrevivió año y medio en Suiza. "Personalmente y muy de cerca he podido captar la inseguridad de muchos y la adaptabilidad de otros", añadió.

Considera que la existencia de las organizaciones bolivianas es importante para seguir creando nuevas propuestas culturales para las generaciones jóvenes. "No se puede tener al país en un bolsillo y seguir viviendo como en Bolivia", afirmó.

El líder de Atajo en su charla describió también que en Bolivia se viven tiempos de importantes cambios políticos. "Después de los sucesos de la guerra del gas en el 2003 se advierte una nueva dinámica social y son los jóvenes quienes asumen hoy el mayor protagonismo, porque ellos ya se dieron cuenta de lo que está pasando en el país", dijo.

"Quizá en estos lados no se nota, pero en Bolivia hay un movimiento cultural subterráneo muy fuerte que esta ganando terreno", explicó señalando como ejemplo el ascenso del grupo punk "Escoria" que cantan casi todos sus temas en el idioma aymara.

Ciertamente, si Atajo no es pionera de estos cambios es desde hace años parte de ese movimiento que viene sacando la cabeza con nuevas propuestas para rescatar con sus canciones la conciencia ciudadana. No solo de los jóvenes, de todos quienes gustan de su repertorio.

"Aquel que no quiere escuchar nuestra música es libre de abandonar el lugar donde estamos actuando. Sí las radioemisoras no quieren poner nuestros temas, que no lo hagan, nosotros seguiremos tocando para aquella gente que nos sigue y compra nuestros discos, porque somos músicos que queremos llegar al corazón de la gente sensible", dice. Por esa actitud valiente cuenta que muchos críticos los sindicaron de comunistas y anticlero a los componentes de Atajo.

Pero Panchi Maldonado no se achica y en tono tajante afirmó además: "no queríamos que Discolandia nos siga robando por editar nuestros discos, ahora producimos nuestros propios discos, administramos nuestros propios recursos y esta claro también que todos quienes conformamos el grupo no vivimos de la música, cada componente tiene otras ocupaciones".

Atajo es una banda de rock urbano muy popular en Bolivia, ahora de gira por Alemania, junto a El Parafonista, allí donde cada agrupación recorre y acumula nuevas experiencias. Por algo se afirma que la música es universal.