El vicepresidente de Ancap, Raúl Sendic, dijo que un grupo de trabajo integrado por uruguayos y venezolanos, estudiará durante seis meses los aspectos técnicos, políticos y jurídicos que permitirán construir una nueva refinería en La Teja respetando las leyes vigentes.

Sendic retornó de Caracas junto a una delegación de más de 150 personas que participaron en esa ciudad en una ronda de negociaciones comerciales con empresarios y organismos públicos de Venezuela.

En esas rondas se lograron acuerdos para un intercambio comercial por más de 170 millones de dólares, la posible construcción de una nueva refinería en La Teja por cerca de 1.000 millones de dólares, compromiso de compra de portland a Ancap y de artículos sanitarios a Metzen y Sena por varios años, la posible asociación de Pluna con Conviasa y una serie de acuerdos científicos y culturales.

Sendic destacó que en el caso de Ancap, se trabajó fundamentalmente en las áreas de refinación de petróleo y cemento portland. En el caso de la refinación, se estuvo trabajando en el borrador de un acuerdo que seguramente firmarán el 10 de agosto los presidentes Vázquez y Chávez en Montevideo.

"En el documento se establece el interés de Ancap y Pdvsa en analizar la viabilidad de un proyecto para instalar un tren de refinación nuevo en la planta de La Teja", explicó.

"Se dedicaría exclusivamente al procesamiento de crudos pesados, orientado fundamentalmente a la producción de gasoil, que permitiría resolver la distribución de este producto para toda la región".

Sendic informó que un grupo de trabajo integrado por técnicos de ambas empresas trabajará durante seis meses en la elaboración del proyecto, estudiando los aspectos técnicos, políticos y jurídicos para la instalación de la nueva refinería.

"El propio documento que se está elaborando, dice que la instalación de la planta se llevará adelante respetando las normas y leyes que rigen en el tema hidrocarburos en el Uruguay", precisó.

"Hay que aclarar que se trata de un proyecto nuevo, que no afecta las actuales instalaciones de Ancap para la producción. La idea es que se mantenga la actual refinería funcionando bajo el régimen vigente y se crearía una refinería paralela para el procesamiento de crudos pesados. Concretamente, se trata de la expansión de la actual refinería".

Estimó que la nueva planta estaría en condiciones de procesar 50 mil barriles diarios de crudo, lo que significaría duplicar la producción actual.

Interrogado sobre las críticas del diputado herrerista Pablo Abdala, quien calificó de "ilegal" el acuerdo con Pdvsa, Sendic dijo que "en todo momento se señaló la necesidad de respetar el marco jurídico vigente y de ninguna manera se van a vulnerar las normas, que las conocemos muy bien. Cualquier acuerdo que se haga con Venezuela será en torno al nuevo proyecto", indicó el jerarca.

"En el caso del cemento portland, con el ministro de Vivienda Mariano Arana y el ministro de Vivienda de Venezuela, acordamos la preparación de un documento que seguramente también se firmará el 10 de marzo, que permitiría a Ancap enviar 160 mil toneladas anuales de cemento a Venezuela".

"Esto implica que trabajarán al máximo nuestras plantas de Minas y Paysandú, lo que implica llevar adelante un plan de inversiones para aumentar la capacidad de producción y bajar los costos".

El sindicato de Ancap no esperaba "un negocio tan bueno"

Al hacer referencia a los negocios concretados entre Ancap y la petrolera venezolana Pdvsa, el vicepresidente de la Federación Ancap (Fancap), Hugo de Mello, afirmó que, en lo personal, no esperaba que "los negocios con el gobierno venezolano y Pdvsa tuvieran la magnitud informada", al tiempo que señaló que los mismos "ya han generado en algunos que ni siquiera conocen su alcance total, la inquietud de poner piedras en el camino a algo que parece ser una salida para los problemas estructurales que tiene nuestra empresa", haciendo clara alusión a las declaraciones realizadas por el diputado Pablo Abdala, ex director de Ancap.

De Mello aseguró que "lo que está en juego aquí es la posibilidad de que podamos hacer un negocio muy interesante con los venezolanos, que va a favorecer a ambos países".

Agregó que "no le debe quedar duda alguna al diputado Abdala, que estaba dispuesto a entregar el patrimonio, que el sindicato va a seguir manteniendo todos y cada uno de los principios que levantó en su momento, y que tenía que ver con una ley de asociación de Ancap que, sin dudas, entregaba su patrimonio. Yo no conozco a fondo los alcances de esta negociación, como tampoco los conoce el diputado Abdala y se adelanta a eso, cuando me parece que lo ideal hubiera sido conocerlos, para luego verter una opinión. Con los elementos que conocemos hasta ahora e incluso la propia opinión del vicepresidente de la República, nos parece que aquí no está en juego la pérdida de patrimonio. Lo que sí está en juego es la posibilidad de que, con el excedente de producción que tengamos en la refinería, podamos hacer un negocio muy interesante con los venezolanos, que le va a favorecer a ambos países, para vender el producto refinado a otras naciones de la región. Si está planteado en esos términos, no creo que haya ningún tipo de pérdida de patrimonio", puntualizó.

Al ser consultado sobre si la persona que votó en diciembre de 2003 en contra de la ley de Ancap y de cualquier asociación se puede sentir traicionada por el nuevo gobierno, De Mello aseguró que "para que alguien se sienta traicionado tiene que conocer las propuestas y sus alcances, cosas que todavía no están planteadas. En segundo lugar, quiero dejar absolutamente claro que aquello fue una batalla política y el sindicato jugó una papel importante. En lo personal creo también haber jugado un papel importante, y sé muy bien lo que dije.

Nosotros no es que nos opusiéramos a cualquier tipo de asociación, nos oponíamos a una muy clara y concreta que significaba la entrega del patrimonio por parte de Ancap".