|
||||||
Entrevistas imposibles |
||||||
escribe Hebert Abimorad Se cumplen 400 años de la primera edición del libro de Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha. Y el mundo hispano está de fiesta, sus aventuras son conocidas junto a los nombres de Sancho Panza su escudero, Rocinante su caballo y Dulcinea del Toboso su imaginaria mujer. Pero existen otros personajes, menos estudiados como el de Marcela la pastora. Es entonces que aprovechando la cercanía de Ambrosio, saco mi pequeño grabador , pido permiso y pregunto. ¿Conoció usted al difunto? ¿Quién eligió el lugar para su entierro? ¿Qué clase de persona era Crisóstomo? ¿Piensa usted que ella tuvo que aceptar el amor del joven? Después de terminado Ambrosio de leer los versos desesperados del difunto pastor, en el cual Grisóstomo se queja de celos y sospechas, aparece ante los ojos de todos una visión por encima de la peña donde se cavaba la sepultura, era la pastora Marcela misma. Es entonces que Ambrosio le increpa. Fiero animal vienes a ver acaso a quien tu crueldad quitó la vida .O vienes a ufanarte en las crueles hazañas de tu condición. O pisar arrogante este desdichado cadáver. Ante la eminente respuesta de Marcela, pidiendo permiso acerco mi pequeño grabador. No vengo a ninguna cosa de la que has dicho, sino a dar a entender mi razón, para todos aquellos que me culpan de la muerte de Grisóstomo. Habla entonces cruel mujer pero no cambiarás nuestro parecer. Si mi hermosura mueve los sentimientos varoniles y soy amada no por ésto estoy obligada a corresponder con mi amor. Pues no alcanzo a entender que ser amado corresponda el amar, no merezco ser reprendida pues mi hermosura es honesta como el fuego y la espada que no queman ni cortan. Es mi oportunidad de preguntar en medio del silencio ante la impresión que causaron las palabras de Marcela. ¿Acaso no quieres compañía como mujer normal? ¿No tienes piedad por tus enamorados? Que si Grisóstomo fue impaciente y su deseo arrojadizo, ¿por qué se ha de culpar mi honesto proceder y recato? Si yo conservo mi limpieza con la compañía de la naturaleza, tengo libre condición y no gusto de atarme a nadie. En el siglo XX las feministas reivindican tu amor de ser libre, ¿Qué opinas sobre eso? La feministas no deben reivindicar una mujer que niega el sexo, soy producto de esta época de represión religiosa, rechazo a los hombres para cuidar mi honestidad, acaso soy mejor que la pastora María que se revuelca con sus amantes, a las mujeres tradicionales nos domina un amor platónico. Terminado de hablar se dio media vuelta y entró en el espeso del monte. Fue entonces que Don Quijote que se había mantenido en silencio, maravillado interviene y dijo: ninguna persona, se atreva a seguir a la hermosa Marcela, pena de caer en la furiosa indignación mía. Ella ha mostrado con claras razones la poca o ninguna culpa que ha tenido en la muerte de Grisóstomo, y ajena vive de condescender con los deseos de ninguno de sus amantes, a cuya causa es justo que en lugar de ser seguida y perseguida, sea honrada y estimada de todos los buenos del mundo. Aprovecho el momento del discurso de Don Quijote, que concentra la atención, para salir por la otra dirección que se fue Marcela. En camino a la carretera pienso que realmente Marcela no es tan hermosa y es la desesperación erótica de los hombres, al ver ellos tan pocas mujeres en el campo, que la embellece y mueve los sentimientos varoniles, ya que las demás están encerradas en otro tipo de tareas en sus casas. Al ver un taxi libre que se aproxima le hago señas, ya adentro me siento feliz de dirigirme a mi mundo. |
||||||
|
||||||
|