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Miscelánea |
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Entra en vigor la nueva ley sobre derechos de autor en Suecia, incumplida por el 10% de la población Los suecos figuran entre los más asiduos a las descargas de música, videojuegos y películas desde Internet en todo el mundo. La industria del país estima que alrededor del 10% de los nueve millones de suecos intercambian con libertad estos productos, lo que genera un fenómeno de violación sistemática de los derechos de autor. La nueva ley cumple las exigencias de la industria y se inspira en una directiva de la UE. Su entrada en vigor se produce un día después de que el Gobierno de Estados Unidos realizara una gran operación contra la piraatería en la red responsable de la difusión de, entre otras cosas, la última entrega de 'Star Wars' antes de que ésta saliera de los cines. A nivel global, se estima que la industrial del cine pierde entre 2.900 y 4.500 millones de euros al año por culpa de la piratería en Internet. Muchos expertos del sector consideran que los suecos han sido demasiado laxos en la aplicación de restricciones a las descargas desde la red. Sistema Escandinavo de Aviación Los despidos, que deberán haberse completado en el verano de 2006, obedecen a "ajustes de mercado" por la gran competencia en el mantenimiento de aviones pesados y semipesados. SAS pretende reducir los costes de producción en Suecia y Noruega. La medida es parte del plan de reconversión "Turnaround 2005", por el que el consorcio escandinavo planea reducir el número de empleados en 6.000 y ahorrar 14.000 millones de coronas suecas (1.546 millones de euros o algo más de 2.000 millones de dólares). SAS Technical Services se ocupa del mantenimiento de 250 aviones de su flota en los aeropuertos de Estocolmo, Copenhague, Oslo, Bergen, Stavanger, Gotemburgo y Tallin. Los efectos del tsunami en el Índico aún se sienten en uno de los países europeos más tocados por la tragedia "Cómo fue de grande la ola en tu hotel?" Para ayudarlos, el Gobierno creó el Consejo Nacional de Coordinación y Apoyo a los Afectados por el Tsunami en Suecia. La responsable del contacto directo con los implicados, Birgitta Darrell, describe su labor: "Recogemos sus dudas, quejas y problemas, los analizamos y contactamos con las administraciones para resolverlas. En cuanto podemos les ofrecemos una posible solución". Los supervivientes y los parientes de fallecidos o desaparecidos piden ayuda psicológica y, a veces, económica. "A lo mejor necesitan ayuda de tres agencias gubernamentales diferentes, así que nos ponemos en contacto con las tres y les organizamos una solución integral", explica la responsable. Las consultas jurídicas pueden esconder situaciones dolorosas, como la de aquellos parientes de desaparecidos que no pueden llevar una vida normal hasta que no verifican la muerte del familiar. "Tenemos muchas quejas por la tardanza en la identificación; los afectados están muy tristes y tienen motivos para quejarse porque no hemos logrado ayudarles por completo, pero lo intentamos con ahínco". Los problemas psicológicos son los que más preocupan a las autoridades y a las ONG. Save the Children se ocupa de los niños supervivientes, en tanto que el Consejo institucional, en coordinación con la Cruz Roja sueca, ayuda a grupos de supervivientes que han perdido a familiares, a supervivientes sin pérdidas y a gente que estaba en Suecia pero perdió a seres queridos. Darrell ha comprobado que "encuentran gran ayuda en estos grupos porque pueden preguntar muchas dudas a psicólogos, a agentes implicados en la identificación y en las autopsias, y luego confiesan sentirse mejor por las respuestas recibidas". Annika Gillispie añade: "Cuando conocen a víctimas con experiencias similares, se entienden mejor a sí mismos a través de los sentimientos de los demás". Todo el mundo relata el mismo tipo de experiencia: "Cuando la ola vino y les arrastró, no pensaron en nada más que en sí mismos para sobrevivir. Sus hijos o seres queridos dejaron de existir durante ese espacio de tiempo. Es como un mecanismo biológico: tienes que estar concentrado en ti mismo con el fin de sobrevivir", afirma Gillispie. La consecuencia, en opinión de Darrell, es que "se sienten mal por haber sobrevivido mientras que otros murieron. Por ejemplo, los que perdieron a sus hijos se preguntan por qué ellos tuvieron que sobrevivir y no pudieron salvar a sus niños. La mayoría está pasando por depresiones que les han alejado del trabajo", explica. La responsable de Cruz Roja constata que esto pasa "especialmente en las mujeres, porque tienden más a preguntarse '¿qué habría pasado si...?', y los hombres suelen mirar más hacia delante. Vuelven a trabajar antes que las mujeres, en general". Gillispie prevé que "algunos necesitarán apoyo durante mucho tiempo". ¿Cómo se encara ese proceso?En función de los problemas que sufren, en los grupos, liderados por dos voluntarios de la Cruz Roja, "se les recomienda cómo manejarse en su día a día, normalizar sus reacciones y, si es necesario, se les ofrecen estrategias para hacer frente a los problemas". Darrell aconseja ir al Good Man, una figura sueca que es un "hombre bueno" al que se puede recurrir para que lleve a cabo trámites burocráticos a los que las víctimas no tienen fuerzas para enfrentarse. Regreso al lugar del horror |
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