escribe Leo

Decapitaciones

El mundo mediático y la comunidad internacional se han mostrado conmovidos esta semana por una nueva decapitación perpetrada en Irak por un grupo musulmán radical. Kim Sun -II, que así se llamaba la víctima, surcoreano de 31 años, trabajaba en el área militar para las tropas invasoras. Corea del Sur tiene un contigente de 600 hombres en Irak, colaborando en la reconstrucción del país y recientemente anunció el envío de 3.000 soldados más. La muerte de Kim Sun-II puso en marcha el operativo, que algunos muertos motivan y otros no, sobre el sufrimiento de los familiares de la víctima.

Coincidiendo con la decapitación de Kim Sun-II, en Afganistán cuatro talibanes corrían la misma suerte. Se trataba, según se dijo, de una venganza porque las victimas habrían cometido un ataque similar contra un soldado afgano y un intérprete que trabajaba para Estados Unidos. La información sobre este hecho, un telegrama de Reuter, que mereció 9 líneas a dos columnas en la prensa, no dice nada sobre las mujeres e hijos de los talibanes decapitados.

La frase de que el mundo está mejor sin Sadam enunciada por Bush y repetida por Blair, Aznar (quién se acuerda ya de él), y los columnistas de la prensa libre y democrática, ya no la cree nadie. Y todo indica que seguirá peor (el mundo) mientras la comunidad internacional con Europa a la cabeza, siga atada al callejón sin salida de la cruzada antiterrorista emprendida por la pandilla de la Casa Blanca. Sin detenerse un momento a pensar que ningún hecho histórico nace de la galera de un mago, sino que obedece a causas perfectamente identificables.

Constitución y después

Los mandos de ese gran transatlántico de lujo llamado Unión Europea, que cada vez más se parece al Titanic, alcanzaron un acuerdo histórico según corearon los medios, aprobando la primera Constitución Europea. Podría decirse, parodiando la sentencia popular, que de buenas Constituciones está empedrado el infierno y que esta europea no será una excepción. Pero se trataba de lavarse un poco la cara tras la humillación sufrida a escala continental, con la bajísima participación popular en las elecciones para el Parlamento Europeo. Pero como también afirma la sabiduría popular, Dios ciega al que quiere perder, los tripulantes del barco y los que desde las orillas los alientan, siguen contra viento y marea enfilados hacia los arrecifes. Así como la derrota sin atenuantes que el pueblo sueco le infligió al gobierno, las grandes finanzas y las empresas mediáticas, el 14-S en el plebiscito sobre el euro, no los hizo reflexionar, la irrupción de la Junilista sueca, el éxito del revisor holandés que denunció la corrupción y los negociados con los fondos de la UE y por eso lo echaron y ahora vuelve como eurodiputado para sentar en el banquillos a sus antiguos patrones, tampoco parece preocuparles demasiado.

Flexibilizaciones

La Patronal Europea, que ha ocupado la escena en lugar de los trabajadores, pide a la Unión Europea que haga más flexible las relaciones laborales. A la vista del genocidio laboral que las flexibilizaciones han producido hasta ahora parece que el próximo paso será exigir de los trabajadores una contribución monetaria por el derecho de trabajar en las fábricas, entregándoles a cambio una bandeja con comida de avión de clase turista. Con la ampliación de la UE seguramente no faltará mano de obra.