inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 10-Junio-2005

¿Quién controla al controlador?

 

En su discurso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) reunida esta semana en la Florida, George W.Bush felicitó a los representantes de los gobiernos que la integran, por vivir todos ahora en democracia y sin dictaduras. Algo realmente paradójico porque Estados Unidos es el que menos autoridad moral tiene para decirlo, dado que respaldó fervientemente dictaduras terroristas y gobiernos seudodemocráticos en América Latina. Porque si la situación política es en general hoy diferente se debe a la lucha de sus propios pueblos que con grandes sacrificios y sufrimientos recuperaron una parte de lo suprimido.

En esa reunión Estados Unidos se proponía profundizar más aún su intervencionismo en América Latina, mediante una propuesta de modificación de la Carta del organismo que incluyera lo que Condoleezza Rice definía como monitoreo democrático de la región. Es decir el control y sanción de la situación a gusto de lo que el Imperio considera democrático. O sea en términos de los argumentos bushianos, gobiernos dóciles y abiertos a la penetración económica de las corporaciones norteamericanas. Un nuevo intento de seguir dándonos lecciones de democracia según el modelo Made in USA.

Pero a pesar de todo ésto la administración Bush volvió a cosechar un segundo fracaso en la OEA. El primero fue cuando intentó promover como nuevo secretario general de esa organización -históricamente proclive a aceptar los dictados de Washington- al canciller mexicano Luis Ernesto Derbez y ahora el pasado martes, cuando su monitoreo fue rechazado por la mayoría de los países de la región, en especial gracias a una activa participación de Brasil, Venezuela, Argentina y Uruguay quienes se manifestaon claramente en contra del nuevo engendro.

En cambio como señaló el canciller venezolano Alí Rodríguez Arraque: La OEA resuelve reiterar el pleno respeto a la igualdad jurídica, integridad territorial y la no intervención, que son principios de derecho internacional que garantizan la paz regional que se constituyen en los principios de la organización.

Después de muchas horas de discusión y de presiones por parte de los funcionarios norteamericanos, la propuesta de Estados Unidos fue dejada de lado mediante una fórmula diplomática que pasa el tema al secretario general, en este caso José Miguel Insulza, para que cuando sea necesario se realicen consultas previas con el Consejo Permanente de Embajadores de la OEA y así elaborar propuestas de iniciativas de cooperación oportunas ante situaciones de crisis.

A más de veinte países de América del Sur, México y el Caribe les pareció demasiado la propuesta, de la que muchos pensaron estaba dirigida principalmente a controlar a Venezuela.

Una vez más la doble moral de Bush quedó al desnudo, porque el controlador es el mismo que está protegiendo y dándole largas al pedido de extradición de Posada Carriles hecho por Venezuela, acusado de incontables actividades terroristas en el continente.

Habría que monitorear a Estados Unidos y a la administración Bush, por cómo gestiona la democracia en Abu Ghraib, en Guantánamo, dentro del mismo país, y en muchas otras partes del mundo donde tienen gobiernos carnales. En todo caso, es al autodesignado controlador al que se tendría que controlar.



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