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¡Vamos, todavía & Chola Ortíz! |
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escribe José Pepe Alaníz Claro que sí, que vamos a contar una historia, que si bien no es extensa en la propia escritura, habla la misma de un tránsito vital desde la niñez hasta la estatura de la mujer de quien nos ocupamos. A la temprana edad de cuatro años, Sally Pérez -la niña del relato - bailaba, zapateaba, taconeaba, en una suerte de enardecido charleston. La niña fué creciendo, enamorándose. La escena convocaba su presencia, ritmos de corazones gravitantes y juveniles interpretaciones, tanto las teatrales como las vinculadas con el canto mismo. Sally adolescente ya comenzó a vestir la piel de amores y de tangos. Entonces maduró como cantante, fue actriz , temperamento de luces y relámpagos y transitó un febril Montevideo, junto a Zagnolis, Damarios y Cabanos. Conjugaba tangueces nocturnales con la histrionéz del teatro. Ya la mujer madura anduvo por una Buenos Aires proverbial, allá en Malena al sur y en otros bonaerenses escenarios. Los vientos del exilio la llevaron a vivir en suelo escandinavo. Estocolmo, ciudad enamorada la acogió entre sus brazos, madre tres veces de tres de hermosas hijas, se convirtió en abuela y su canto anduvo por Estocolmo, Noruega, Dinamarca, donde enhiesta y solidaria la encontraron. Y vamos todavía, que Sally Pérez , la niña del relato es nuestra Chola Ortíz comprometida, reafirmando la vida año tras año. Con esta pequeña historia estamos saludando a Chola Ortíz, quien recientemente presentara su disco compacto en el local de Studiefrämjandet de Estocolmo, en Humlegatan 34. Esto aconteció el pasado 4 de mayo en el local que Casa Uruguay utiliza para sus distintas actividades sociales y culturales. El mencionado compacto recoge temas de Alberto Mastra, Enrique Santos Discépolo, Virgilio y Homero Spósito, Pedro Laurens, Eladia Blázquez, Homero Manzi, Sebastián Piana. Stampone, Celedonio Flores y Roberto Darwin entre otros. Los acompañamientos musicales están a cargo de Toto Damario, Andrés Calo, Julián Vigil y Roberto Darwin. ¡Vamos, todavía! es el sugestivo título del mencionado compacto. Los mejores augurios para la querida Chola Ortíz, sabedores de la garantida calidad tanto musical como interpretativa que contiene su presente trabajo. |
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