escribe Nestor Omar Fernández

Un nuevo escándalo conmueve a la opinión pública argentina con la denuncia formulada por la ingeniera María Julia Alsogaray, quien manifestó a través de una carta publicada en "La Nación" que, durante los diez años de gestión del ex presidente Carlos Menem, sus principales funcionarios percibían suculentos sobresueldos.

Alsogaray fue uno de los puntales que tuvo Menem para llevar a cabo la privatización de varias empresas del Estado, y desde hace meses se halla privada de su libertad, acusada de graves delitos vinculados a la corrupción. Además, es hija del capitán ingeniero Alvaro Alsogaray, recientemente fllecido a los 9l años, luego de haber sido un emblema de todas las dictaduras militares que padeció la Argentina desde los años 50 en adelante, incluyendo el nefasto Proceso Reorganización Nacional, que asoló el país entre l976 y l983, hasta que se recuperó la democracia.

Carlos Menem, un peronista histórico cuando accedió al poder, en l989, se apartó de la doctrina justicialista para instrumentar políticas de neto corte neoliberal, encolumnándose hasta la obsecuencia con Estados Unidos, jactándose que "la Argentina mantiene relaciones carnales con Estados Unidos". Pero hay que decir que toda la dirigencia peronista -políticos, gremialistas, empresarios, salvo contadísimas excepciones- apoyaron su gestión, agregando a una amplia franja de la población, ya que fue reelecto y permaneció una década en la presidencia. Con Domingo Cavallo al frente del Ministerio de Economìa colocó el valor del peso nacional en paridad con el dólar (l a l). Actualmente, con las posteriores crisis y devaluaciones, el dólar tiene el valor de $ 2,90.

Desde los partidos de izquierda -de escasa gravitación aún- y desde otros sectores de la sociedad siempre se acusó a Menem de entregar el patrimonio nacional a vil precio (sus principales empresas, como la energía, combustibles, rutas, aeropuertos, etc.), y por la corrupción generalizada, que afectó a la mayoría de los organismos estatales, incluyendo los poderes legislativo y judicial.

Ahora, con la denuncia de María Julia Alsogaray, tal corrupción resulta incuestionable, está comprobada y diariamente surgen nuevos testimonios.

En los aspectos más salientes varios funcionarios de menor jerarquía de esa época expresaron que ministros, subsecretarios y directores de las diversas áreas, percibían entre 40.000 y l00.000 pesos-dólares en carácter de sobresueldos, cuando la remuneración correspondiente oscilaba en 4.000 y 8.000 pesosdólares.

Los testimonios se incrementan cada semana y son tan elocuentes que ya no existen dudas de la brutal estafa perpetrada contra el pueblo. Sus secuelas se extienden en el tiempo, pero son contados quiene creen que la Justicia aplicará sanciones, porque los involucrados son muchos y de gran pesos político.

La muerte de su padre y el desamparo en el que la han sumido quienes fueron sus compañeros de ruta -que la anbandonaron a su suerte en una cárcel de lujo- influyeron decisivamente para que María Julia Alsogaray se haya atrevido a contar su versión. Sus dichos son recreados y refirmados constantemente con nuevos aportes en todos los medios de prensa, por una larga lista de exsecretarios y exfuncionarios de segunda línea de los distintos ministerios y áreas de gobierno, quienes puntualmente, todos los meses, recibían los sobres y carpetas donde se guardaba el dinero malhabido, todo un símbolo de la corrupción menemista.