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Avanza la convergencia unitaria de la izquierda |
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escribe Eduardo Andrade Bone Sin la cobertura que suelen tener en los medios de comunicación locales, las peleas en bolsas de gatos internas en la lucha por el poder que tiene la Concertación y la extrema derecha, representada por la Alianza por Chile, en la izquierda que está fuera del sistema electoral antidemocrático, se viene abriendo paso el entendimiento unitario de los más diversos sectores antineoliberales que hay en el país y que están más allá del pacto Juntos Podemos. Las últimas elecciones municipales, donde el pacto Juntos Podemos obtiene alrededor del 10% del apoyo del electorado, aumentando en una cantidad significativa de concejales y cuatro alcaldes, es lo que va marcando el avance en el proceso unitario de las fuerzas políticas que han sido segregadas por la Constitución heredada de la dictadura y con la cual los gobiernos de la Concertación se han sentido muy bien gobernando. Pero los caminos de la unidad de los antineoliberales chilenos, no sólo es producto del resultado obtenido en estas elecciones, es también una consecuencia de la movilización social de los chilenos, expresada en el repudio a la visita del terrorista y genocida George W.Bush en el último encuentro cumbre de la APEC realizado en la capital chilena. Por otro lado, se encuentran los más diversos tipos de homenajes realizados a la líder de la izquierda chilena Gladys Marín, una vez producido su fallecimiento, que significó la movilización de alrededor de un millón de chilenos, según declaraciones de los propios periodistas de Televisión Nacional de Chile, que se encontraban cubriendo los diversos aspectos de funeral de quien fuera la presidenta del Partido Comunista de Chile. También ha jugado un papel importanten la lucha desplegada por los familiares y organizaciones que representan a las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, producidas bajo la dictadura militar, que en todo su camino de lucha, no buscan otra cosa que verdad, justicia y no impunidad. Ahora en el proceso de unidad de la izquierda chilena, va gravitando la necesidad cada vez más imperiosa de construir una respuesta amplia de los más diversos sectores, que despliegan su movilización y lucha, contra el modelo económico de la dictadura y que la Concertación le ha dado continuidad durante 15 años, cuyos resultados más significativos han sido la gran desigualdad social y de ingresos, además de la corrupción que ha generado el modelo económico del régimen militar, que ha disfrutado la elite política de la Alianza por Chile y la Concertación que ha gobernado el Chile post dictadura. Pero la unidad del movimiento popular chileno es producto además del complejo cuadro político que se vive en Chile, donde la frustración y el descontento crecen paso a paso, ante las falsas expectativa que han creado los gobiernos de la Concertación. Las diversas declaraciones del presidente Ricardo Lagos, sólo hablan del exitismo económico que vive Chile y de su gran crecimiento y desarrollo. Sin embargo, esto contrasta con la realidad diaria que viven la gran mayoría de los chilenos. El modelo económico heredado de la dictadura solo beneficia a la oligarquía financiera nacional y las trasnacionales. El prometido crecimiento con equidad e igualdad no se ve por ningún lado, sólo ha forjado una clase política cada vez más corrupta, puesto que el modelo económico vigente, en sus raíces mismas lleva la desigualdad social, que frustra los sueños de las grandes mayorías y crea una corrupción cada vez más sofisticada. De allí que surge está necesidad de levantar aún más la alternativa real del pueblo chileno. En los sectores que han tenido que pagar los costos del modelo económico de la dictadura, se potencia cada vez más la necesidad de unidad con carácter propio. El nacimiento de la Mesa de Convergencia de los sectores antineoliberales se afianza, crea su propuesta programática de gobierno más allá del pacto Juntos Podemos, y se apresta a elegir sus candidatos a parlamentarios, para luego el 28 de mayo definir quien será su candidato presidencial. Los intentos por segregar a una parte importante de los chilenos, de no tener representación popular, está generando un gran movimiento de repudio y unidad a la exclusión electoral. La marcha de Valparaíso a Santiago, el próximo 21 de mayo, y a la cual han convocado organizaciones juveniles de la izquierda chilena, está se encuentra inserta en la lucha por poner fin a la nueva Ley Maldita, que es el sistema electoral binominal. El entendimiento de las diversas fuerzas progresistas y de izquierda que se encuentran fuera del sistema, están logrando romper con la neutralidad o encandilamiento a que ha estado sometida la lucha del pueblo chileno, por sus reivindicaciones inmediatas más sentidas, pareciera que el consumismo desenfrenado y salvaje no dejaba ver el bosque, debido a los efectos mediáticos creados por la democracia de las encuestas, la mediocridad del farándulismo político y la tele basura chilena. De allí, que lo alcanzado en las elecciones municipales pasadas y las últimas movilizaciones en torno del repudió a la APEC y los funerales de Gladys Marín, alcanza una trascendencia aún mayor debido a que la Alianza por Chile y la Concertación, han pretendido subestimar e ignorar a la izquierda y las fuerzas progresistas que forman parte de la Mesa de Convergencia Unitaria. Más importancia revisten los acuerdos unitarios alcanzados hasta hoy, puestoque sincobertura en la prensa yescasos medios materiales el pacto JuntoPodemos, logró obtenercasi un 10% del electorado. Pero sin duda que el factor de la movilización y la lucha permanente en la calle, será determinante para poner fin con todo aquello heredado del régimen militar. Las experiencia de la Argentina, conel pueblo movilizado luchando por sus justas demandas,produjo la caída de De la Rua, en Boliviatambién con el pueblo movilizado se produjo el termino del gobierno corruptode Paz Zamora yen estos días, ha sido determinante el papel jugado por la juventud y el pueblo ecuatoriano, paraimpedir que el Lucio Gutié-rrez se transforme en un dictador de facto,como lo quiere el Imperio. La experiencia española, en cierto sentido también ha sido importante, puesto que el Partido Comunista de este país, movilizado y en la calle logró su legalidad y su derecho a tener representación popular. Las manifestaciones impulsadas por las fuerzas antifranquistas, fueron capaces de poner en jaque la transición que quería el dictador Franco, después de su muerte. Ahora, en el caso de las fuerzas progresistas y de la izquierda chilena, también será un factor determinante el alto grado de movilización que sea capaz de generar, como la propia consistencia de su camino unitario, como su capacidad de conducción para romper con la Constitución del 80, el sistema electoral antidemocrático y elesquema económico heredado de la dictadura. La importancia de la unidad de todas las fuerzas antineoliberales en la hora presente ,adquiere una dimensión mayor, puesto que las propuestas programáticas de las dos candidatas de la Concertación,tienen un carácter eminentemente continuista. Por el lado de Soledad Alvear (DC), ésta tiene una propuesta de gobierno demagógica,que descansa sobre la base de unprograma de gobierno que Ricardo Lagos no ha cumplido y Michelle Bachelet cuenta con propuestas ambiguas y superficiales,son ideas de gobierno de una candidata que suele realizar su campaña a través de la cuerda floja,por un lado no quiere asustar a la oligarquía financiera que dirige los destinos de Chile y por otro lado, hace promesas populistas sin ir directa al grano. La Bachelet quiere dejar a todos los sectores políticos contentos, puesto que sabe que sóloasí podrá ser presidenta de Chile. Por ello, la unidad de todas las fuerzas antisistema tiene que desarrollarse y consolidarse, sin prejuicios, sin anteojeras, sin antis de nada, y solo pensando en los altos intereses del pueblo chileno, que no es otro que vivir en mejores condiciones de vida. |
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