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La libertad deformada |
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Emilio Comas Paret Creo que fue Dantón quien dijo la frase: ¡Oh libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre! Según el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española en su edición vigésima primera, Libertad es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. Y Libre, es el que tiene facultad para obrar o no obrar. Que no es esclavo. Que no está preso. Ahora, hace unos días, con la asunción al gobierno de Tabaré Vázquez en Uruguay, me encontré con la definición de libre que aporta no un sociólogo ni un politólogo, ni tan siquiera un semiólogo, sino es la visión de un hombre cargado de años, campesino con una pequeña chacra en las afueras de Montevideo, expresidente del Senado uruguayo y actual Ministro de Agricultura y otras cosas. Me refiero a Pepe Mujica, un viejo luchador militante del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, que se enfrentó a la dictadura uruguaya y estuvo preso en las peores condiciones, pero que quizás todo eso le aportó a esa sabiduría que tienen los hombres de pueblo que siempre nos sorprenden con puntos de vista acertados, una lógica despampanante y una racionalidad que asombra a quien no está acostumbrado a la sapiencia que aporta la Universidad de la calle. Pepe Mujica ha declarado sin ninguna altisonancia y como si conversara con el periodista de Página 12 de la Argentina: Vos sos libre cuando tenés tiempo para hacer lo que se te canta sin joder a otro. Y para mí es una idea brillante. Primero usa el concepto de tiempo. Hay que tener tiempo, tiempo que no aparece en las sociedades capitalistas que sólo se ocupan de trabajar para poder consumir y mientras más consumen más tienen que trabajar, lo que lo convierte en un círculo vicioso. Proporciona lo que podríamos llamar la libertad de ser consumidor de cosas superfluas. Maneja además la idea de hacer lo que se te canta, lo que te dé la gana, lo que realmente te gusta y tienes ganas de hacer, que demás te enriquece espiritualmente y te hace una persona creativa y por lo tanto realizada, fuera de las frustraciones castrantes y enrevesadas del que aspira, sueña y sabe que no puede ni podrá nunca. Y por último remacha con el sin joder a otro, es decir sin afectar a los demás, sin provocar complicaciones familiares, ni sociales, sin irrumpir contra lo establecido por la conciencia colectiva, sin negar la tranquilidad ciudadana. Desde hace unos meses, luego de la victoria reeleccionista de Mr. Bush en USA, hemos leído como es interés del gobierno norteamericano de traernos la libertad a los cubanos, de hacernos hombres libres, por supuesto, de acuerdo a su particular concepto de libertad y de libre, en función de sus ambiciones geopolíticas, que no son nuevas, nacieron desde que los Padres fundadores, crearan la nación norteamericana. Por ello recientemente la nueva jefa del Departamento de Estado, la señorita Condolezza Rice, durante una audiencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, declaró que la política exterior de USA se basa en llevar la democracia y libertad a través del mundo. El señor o mejor dicho, Mr. Roger Noriega, Secretario Asistente de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, ante esa misma comisión y refiriéndose a Cuba, dijo que la línea era promover la democracia para Cuba y que la meta general de la política exterior de Bush era la expansión de la libertad. Recientemente leí un artículo de El País, firmado por José Manuel Calvo, (desde Washington), titulado Guerra santa racial contra una jueza, y comienza así: Y entonces yo me pregunto: ¿Esta es la libertad que nuestros nuevos libertadores norteamericanos quieren traernos a los cubanos? ¿Es libertad permitir que exista y actúe un grupo racista, antisemita y neonazi, capaz de asesinar y violentar, afectar la colectividad, agredir a la tranquilidad ciudadana de esa manera? Y es que la libertad que queremos los cubanos y el concepto de hombre libre se parece más a la idea del gaucho Mujica de tener tiempo de hacer lo que se nos canta, pero sin afectar a nuestros vecinos, sin violentar al colectivo, sin agredir la tranquilidad ciudadana. ¿No dijo el Benemérito de las Américas que el respeto al derecho ajeno es la paz? ¿Por qué no se levanta el bloqueo, se elimina la guerra económica que a veces se ha convertido en terrorista y que USA tiene contra Cuba desde hace más de cuarenta años, alentada por lo más espurio de los bloques de poder de origen cubano de la Florida? ¿Por qué no se nos deja construir en paz, caernos y volvernos a levantar, buscar nuestro propio camino para hacer que la vida de nuestro sufrido pueblo sea más llevadera, más feliz, más llena de aspiraciones y realizaciones, donde la Educación, la Cultura y el Arte contribuyan a hacerla más espiritual y creativa? Esa es la verdadera libertad que usted podría darnos Mr. Bush, dejarnos hacer las cosas como se nos cante y sin joder a los demás. |
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