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Public Service surrealista |
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escribe Leo Cada vez resulta más difícil para los ciudadanos suecos que pagamos nuestro derecho a estar objetivamente informados, disfrutar de este esencial democrático servicio, a través de los medios que tienen ese cometido. De las muchas formas que se utilizan para escamotearnos ese derecho, las más corrientes son: a) tergiversar la información, enfatizando lo que no es esencial, recogiendo testimonios parciales y especialmente, la más efectiva, manipulando las imágenes; b) ignorando, lisa y llanamente una información. En los últimos días hemos podido comprobar un abuso irritante y absolutamente desconsiderado para los telespectadores y/o oyentes de esas prácticas. Lo de El Libano, ha batido todas las marcas. Cuando los grandes medios europeos, mencionaban el día 8/3 que un millón de personas habían desfilado pacíficamente bajo la consigna «Beirut es libre fuera USA» en contra de la exigencia de Bush del retiro de las tropas sirias, Aktuell del mismo día edición de las 18 horas, nos «informaba» que 10 000 habían sido los manifestantes. Rapport de las 19.30 del mismo día «ajustó» un poco la cuenta y habló de medio millón. Días antes el trágico «error/terror» de las fuerzas de Estados Unidos en Irak, asesinando a un agente principal de los servicios italianos que acompañaba a la periodista Giuliana Sgrena hacia el aeropuerto tras ser liberada por sus secuestradores, le trastornó los esquemas a nuestros «informadores». Primero subordinaron la importancia del hecho, que era una noticia de primera magnitud, porque en Irak se está jugando en buena medida la suerte del imperio y de la situación internacional más o menos próxima y por la gravedad del hecho en si. Luego, retaceando las declaraciones de la periodista y de su compañero que apuntaban a una acción deliberada de la potencia ocupante. Una táctica que ha sido aplicada frecuentemente por los servicios del imperio, con el apoyo de Bush, Rumsfeld y otros mafiosos, para librarse de testigos o rivales incómodos. Rápidamente el episodio dejó de ser «noticia», y el contencioso de El Líbano ocupó su lugar. En cambio tuvo un titular destacado en la teve textada la noticia de que «Un medio hermano de Sadam Hussein había sido detenido». Algo absolutamente irrelevante en el descalabro mayor de las fuerzas de ocupación. Ni siquiera un hermano entero. Mientras en la Italia de Berlusconi, otro «socio carnal» de Bush, se controvertía a nivel oficial, la información dada por el Pentágono sobre el episodio y se rendía honores de Estado al difunto superagente Nicola Calipari, enturbiando las relaciones entre los dos socios, algo que es importante. Un gobierno que mintió con toda premeditación para declarar una guerra violatoria de todo derecho internacional y que por ello debería estar ante un tribunal internacional, disfruta de la total credibilidad de nuestros «informadores del public service. Otras curiosidades suceden en los medios públicos. Hace un par de semanas en el noticiero de Ekot de las 6 de la mañana se dio como una de las principales noticias, un informe del director de la CIA Porter J.Goss sobre un posible ataque, químico, biológico e incluso nuclear sobre el territorio nacional . Curiosamente en el resumen final de las principales noticias al término de las informaciones, esa noticia «desapareció». Y también desapareció en el noticiario siguiente de las 7 horas. ¿Quién ordenó la eliminación? ¿No hay responsables que se inquieten ante las reiteradas violaciones del derecho de los ciudadanos a estar correctamente informados? En la televisión de Aznar en España los periodistas de la TVE denunciaron públicamente la manipulación. En la democrática y libre información de Suecia no parece haber la misma sensibilidad. |
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