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Recomiendan liberalizar normas para la venta de armamentos |
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En miles de millones de coronas se considera el aumento que ha tenido la exportación de armamentos producidos por empresas que aun tienen registrada su residencia en Suecia, pese a que en la mayoría de los casos estas ya son de propiedad de capitales extranjeros. Por ello Suecia es hoy un fuerte actor internacional en el competitivo comercio de armamentos, teniendo como sus principales compradores a Estados Unidos seguido de trece países más. Las normas legales que regulan la exportación de materiales bélicos instituídas en Suecia y actualizadas por última vez en 1993 deben ser actualizadas, sostiene Anders Svärd, ex-parlamentario centrista y responsable de un grupo que por encargo del gobierno ha elaborado nuevas propuestas en esta materia para que sean consideradas por el Parlamento. Según Svärd, Suecia debe adaptarse a la nueva situación internacional, a la propia reducción del ejército sueco operada en los últimos tiempos, y a una creciente internacionalización de las empresas del país que fabrican armas y que actúan en el mercado. También considera que la industria militar y la colaboración internacional en este terreno debe tener más peso que la propia necesidad de la defensa de importar materiales, argumentó que hasta ahora ha justificado las exportaciones suecas entre otras razones, el financiamiento de una buena parte de la defensa nacional. En la actualidad las regulaciones de ventas están en consonancia con razones políticas, entre ellas la de neutralidad del país, que desaparecida la Unión Soviética y el pacto de Varsovia se considera para muchos obsoleta, y a una creciente participación hoy en las políticas de defensa comunes de la Unión Europea. El otro aspecto es el que se refiere a la prohibición de venta a países en conflicto o que violen gravemente los derechos humanos, cosa que muchas veces las empresas suecas han violentado mediante la venta a segundos países, por ejemplo. Y por último, no menos influye para que se trate de liberalizar las normas existentes, el hecho de que las empresas suecas han sido adquiridas por las de otros países y dependen crecientemente de tecnologías extranjeras, principalmente de Estados Unidos y de Gran Bretaña, las que en definitiva deciden a qué países se le vende. - Suecia tiene una intensiva colaboración con Estados Unidos y los productos suecos dependen de la tecnología estadounidense, reconoce Svärd. Y por ello, según él, las reglas aun existentes están impidiendo dicha expansión. Según las nuevas propuestas, las exportaciones seguirán las políticas exteriores de la UE y de Estados Unidos, y las exportaciones no podrán a hacerse a países que apoyan el terrorismo o que impidan el desarrollo sustentable de un país dado. Algunas de las propuestas del grupo presidido por Anders Svärd son las siguientes: -El nombre del actual organismo Material de Guerra, debe ser sustituído por el de Material de Defensa. -Libre permiso para la exportación de material militar. -Si un miembro de la UE se ha negado a exportar material fuera de la unión, no podrán otros países integrantes exportarlas. Y si no hubiera acuerdo deberá llegarse a un pacto y no se puede interponer el veto al negocio. -La ayuda técnica militar a otros países debe ser autorizada, considerada la misma para el caso de reparaciones, desarrollo, mantenimiento, y pruebas de material militar. -La pena por grave violación de la ley se aumenta a dos años. La pena máxima será de seis años. La propuesta se encuentra a consideración ahora de diferentes instituciones oficiales y no gubernamentales, para que den su opinión y propongan enmiendas. Estados Unidos, uno de principales destinatarios de las exportaciones suecas Según un artículo firmado por Anders Orrenius en la revista gubernamental R och D, Suecia se ha transformado en pocos años en el país que per cápita más armas exporta en el mundo y al contrario de lo que pudiera pensarse de que el fin de la guerra fría traería aparejada una sensible disminución de los gastos de defensa, por el contrario la venta de nuevas armas de alta tecnología ha aumentado, &y no las antiguas armas como las atómicas. Durante el año 2003 las exportaciones militares suecas aumentaron en el orden de 3 mil millones de coronas. Según esta misma fuente las exportaciones han tenido un sostenido aumento, desde 1999 cuando se registraron en 3,6 mil millones, hasta 2003 que alcanzaron los 6,7 mil millones de coronas. En estos años las más importantes industrias armamentistas suecas han sido compradas totalmente o en parte por capitales extranjeros: Bofors (fabricantes de armas ligeras y cañones, Kockums (navíos de guerra); Alvis Häggluns (vehículos militares diversos); y Saab (aviones, otras tecnologías de defensa aérea y de entrenamiento militar, también asociada ésta con Bofors). En los datos oficiales de 2003 aparece la pequeña Suiza como el principal adquirente de armas suecas (1.414 millones) seguido de Estados Unidos que para la guerra en Irak compró por valor de 624 millones de coronas. La lista es extensa y abarca a estados de todos los continentes; también la integra países latinoamericanos como: México (240,8), Brasil (5,2), y Chile (3,5). Mientras Sudáfrica adquirió más armamentos que Gran Bretaña, entre éstos los nuevos aviones Jas-Gripen de Saab, que tienen entre un 60 y 80% de componentes norteamericanos e ingleses. Por su parte durante 2003, Alvis Hägglunds vendió por valor de 1.639 millones; Saab Bofors Dynamics (1.021); Ericsson Microwave (948); Saab aerosystems (795) y Saab Training Systems (443). Lars Ångström, del partido del Medio Ambiente (MP) e integrante del Consejo de Control de Exportaciones instancia que supervisa también la venta de armamentos, sostiene que las nuevas propuestas apuntan a una liberalización que aumenta el riesgo de exportaciones de material de guerra a regímenes dictatoriales. Al mismo tiempo señala que es grave que las ventas sean autorizadas siguiendo reglamentaciones de la UE que toman en cuenta cómo serán usadas las armas lo que para Ångström significa que En principio se puede decir sí a la exportación de material militar a una dictadura que viola los derechos humanos bajo la condición de que lo vendido no será usado en esas violaciones. (&) Si la propuesta se aprueba en la práctica se verá una liberalización y aumento de la exportación de armas. Y se dejará libertad para fabricar armas finalmente sólo destinadas al mercado exportador. Hasta el momento la propuesta del grupo liderado por Anders Svärd ha encontrado una masiva crítica del movimiento pacifista y de otros, mientras cuenta con el beneplácito de los círculos financieros y empresariales vinculados a la exportación de armas. /Heber Díaz (Fuente: RoD från Riksdag & Departament, Nr 5 del 21 de febrero de 2005) |
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