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Proponen modificar criterios |
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Activistas de movimientos de Paz, Defensoría de los Derechos Humanos, Amnistía Internacional y otros, han denunciado la campaña para modificar la política restrictiva de ventas de armas de Suecia hacia una más abierta que refleje los intereses de los fabricantes. Las reglas sobre la exportación de armas deberá modernizarse y adaptarse a la legislación de la Unión Europea, sostiene en su informe Anders Svärd. El informe fue presentado el pasado martes a la ministra de Infraestructura, Ulrica Messing. Entre las modificaciones anunciadas se destaca la de proponer a EE.UU como integrante del grupo exclusivo de compradores, no sujetos a las restricciones impuestas por la ley. Cabe recordar que la legislación actual prohibe la venta de armas a naciones en guerra, gobernados por dictaduras, o afectados por embargo de las Naciones Unidas. En el 2003 diversos parlamentarios exigieron del gobierno que dejara sin efecto la venta de armas a EE.UU -cuando inició la guerra contra Irak- sin resultado alguno y pese a que la ley era clara al respecto. Para las organizaciones pacifistas las propuestas a las reglas de venta de armas conducen a la libertad total para el comercio bélico y se contradice con la posición oficial de política exterior sueca. En un artículo publicado en la página de debates del diario Dagens Nyheter, los activistas por la paz denuncian que esas modificaciones están en contradicción con la base de la política exterior, es decir contra el desarme, la democracia, los derechos humanos y el desarrollo. Debido a esas causas existe el objetivo de disminuir la carrera armamentista en el mundo, incluyendo a Suecia, sostienen Frida Blom, (Svenska freds- och skilje-domsföreningen). Bo Forsberg, (Diakonia), Aleksander Gabelic, (FN-förbundet), Carl Söderbergh, (Amnesty International), y Anna Åkerlund, (Kristna fredsrörelsen). Lamentablemente -recuerda- no siempre las resoluciones gubernamentales sobre la exportación de armas coinciden con los principios anunciados de política exterior y la legislación vigente. Pese las estrictas reglas hemos podido constatar la venta de armas suecas a regiones en conflictos armados, a dictaduras y a países donde se cometen graves violaciones a los derechos humanos, añaden en el citado artículo. En base a esa experiencia dieron la bienvenida a la iniciativa del gobierno de realizar una investigación al respecto para presentar cambios a la legislación vigente. Recuerdan que en los últimos meses representantes del gobierno han insistido en mantener las líneas de la política exterior, y lamentan que las conclusiones y las propuestas de cambio del informe presentado por Svärd vayan en la dirección contraria. Esa propuesta es un paso en la dirección de liberalizar la exportación de armas o un cambio en las líneas de política exterior. En el informe, Svärd propone en principio eliminar toda prohibición a la exportación de armas y que sea el gobierno que en el futuro presente las objecciones a la venta en casa caso concreto, sea por cuestiones de política exterior, seguridad o políticas de Defensa. Es una clara señal para la industria de armamento en Suecia y para el mundo exterior de que vamos a promover el comercio de armas, destacan las organizaciones pacifistas. Con esas propuestas, Svärd presenta las mismas propuestas que ha realizado durante años la industria militar, insisten. También cuestionan la propuesta de modificar el concepto de material de guerra a material de defensa. Esto es una manera de esconder el hecho de que las armas vendidas al exterior pueden utilizarse en una guerra. También cuestionan la propuesta de facilitar la venta de armas a EE.UU y a los miembros de la Unión Europea, basada en una actual colaboración en materia de defensa, y de manera tal que ni siquiera será limitada aunque se encuentren en guerra. Como consecuencia de esta posición -denuncian- se ata a Suecia en materia de defensa y se erosiona la posibilidad de mantener una política exterior independiente. Otra de las propuestas de Svärd que modifica la prohibición de vender armas a países que violen los derechos humanos es severamente cuestionada. La propuesta implica mantener la prohibición sólo en caso de que existe el riesgo de que las armas puedan ser usadas en la violación a los derechos humanos. Este es un cambio fundamental en la actual política y acreciente considerablemente el riesgo de que las armas suecas terminen en países violadores de los derechos humanos. |
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