Desde que en Suecia se comenzó con el desmantelamiento del mal llamado Estado del Bienestar entre los trabajadores y el pueblo crece el desconcierto y la inseguridad, debido a la galopante aplicación de las políticas económicas neoliberales que vienen produciendo grandes problemas al ya desolado poder adquisitivo de los sectores de menores ingresos del país.

En este plano Suecia, no es ajena a un crecimiento cada vez mayor de la brecha entre ricos y pobres, la redistribución de la riqueza sólo beneficia a los grandes empresarios, dejando migajas para los trabajadores. La legislación laboral vigente y sus diversas modificaciones, sólo ha beneficiado a los capitales suecos. Todo ésto se ha traducido en una gran inseguridad laboral, el crecimiento de trabajos donde los empleadores sólo pagan las horas producidas, en especial en el sector servicios, donde prácticamente no existen contratos de trabajo y menos el respeto a mínimas condiciones laborales.

Recientemente uno de los organismos que agrupa a empresarios suecos (Svenskt Näringliv) dio a conocer los resultados de una encuesta realizada entre 2500 empresas a lo largo del país, que arrojó como resultado un gran descontento del empresariado, puesto que ellos no han logrado obtener las ganancias que tenían esperadas.

Según el organismo empresarial, Suecia es un país que no les ofrece garantías suficientes para obtener una mayor riqueza, de allí que muchos empresarios estén pensando en mudarse a países del tercer mundo, donde pueden obtener una mano de obra baratísima, materia prima a buen precio, bajos impuestos y donde además existan nulas normas laborales a cumplir.

De allí, que se cree que en el lapso de cinco años, en Suecia dejarían de existir alrededor de 200 mil puestos de trabajo, donde el sur del país, sería una de las regiones más afectadas con la perdida de 30 mil plazas de trabajo. Un ejemplo típico, es la situación de la industria de juguetes BRIO, que por no ganar lo suficiente, ha decidido mudarse por partes a China, país que sí les ofrece reducción de inversiones y gasto en todo sentido.

Pero para los patriotas empresarios suecos, eso no es todo, ellos expresan que mientras no exista una mejora en el clima hacia los empleadores, desde el punto de vista de rebajas de impuestos a todo nivel, ellos no estarán en condiciones de contribuir a la creación de nuevos puestos de trabajo. En su informen agregan además, que actualmente existen en el país un millón de personas en condiciones de laborar, que no tienen trabajo. Mientras que las cifras oficiales de cesantía solo hablan de un 5% de personas sin trabajo. De allí que el dato entregado por los empresarios, es un desmentís rotundo a la manipulación de las cifras oficiales sobre gente que no se encuentra en el mercado laboral.

Para los capitales sueco, o de cualquier otro lugar del planeta, cuando se trata de su avaricia desmedida, el egoísmo y la defensa de sus mezquinos intereses, pasa a ser el axioma que mueve toda su conducta.

Por eso, la globalización, el libre mercado o libre rapiña, avalado por políticas económicas que perjudican las condiciones de vida de las grandes mayorías, es la Biblia de los empresarios.

Ahora desde los sectores de la derecha socialdemócrata, con el apoyo de la centroderecha han logrado neutralizar al movimiento sindical, que poco o nada hace hoy por sus representados y sus condiciones de vida. Con una casta sindical proclive a las políticas económicas neoliberales y a favor de los grandes empresarios, no cabe la menor duda de que en los próximos años dejarán de existir muchos lugares de trabajo./Eduardo Andrade Bone