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Tomás Moulian
"No confío en la Concertación"

 

escribe Alejandra Guaita Rojas

SANTIAGO. Una mezcla entre Karl Marx y el Viejo Pascuero. Su abultada cabellera y una larga barba blanca hacen imaginar que este destacado sociólogo de la Universidad Católica perfectamente podría estar repartiendo regalos en un mall en época navideña.

Escritor de varios libros (el más vendido "Chile actual: Anatomía de un mito") y ávido lector de novelas, Tomás Moulian se dedica por estos días a discutir de política como a él le gusta; como en los viejos tiempos, donde la oratoria era el arma más potente para convencer a las masas.

Hijo de inmigrantes vascos, este hombre que habla sereno, pero que siempre se adelanta a la próxima pregunta, ha tenido tres grandes amores, cinco hijos y hasta le dio una "fiebre de fe" en su paso por la universidad, aunque hoy se declara totalmente laico.

Rector de la Universidad Arcis desde noviembre de 2003, a sus 64 años aceptó ser el abanderado del Partido Comunista para las próximas elecciones presidenciales de fines de este año.

A pesar de que nunca militó en el PC, y de que varias veces ha discrepado con los comunistas, Moulian tomó la decisión de dar a conocer al Pacto Juntos Podemos, exponer sus ideas, y para debatir con los otros candidatos sobre el futuro de Chile.

En estas líneas, el admirador de Salvador Allende, el amante de la música clásica, y el ex integrante del MAPU en la década del 70, aventura algunos resultados para las Presidenciales 2005. dice que no apoyaría a la Concertación por nada del mundo y critica el gobierno de Ricardo Lagos.

-¿Qué espera de las próximas elecciones?
Yo creo en la política letrada profundamente, y para mí eso significa una política con proyectos, con ideologías, lo opuesto a lo que representa Joaquín Lavín y la Michelle Bachelet, que son ambos productos del marketing. Pero el mayor problema es la política sin discurso, el no decir lo que se va a hacer, sin un proyecto de Chile. Ahora los políticos hablan en cuña, que es lo que les permite la televisión, pero lo que se necesita es que la política sea un espacio de discusión.

Pero eso es algo difícil de lograr...
Creo que la mayor parte de la televisión hace un esfuerzo enorme por entontecer a la gente, entonces es un círculo vicioso, porque no se sabe si la gente está entontecida o es tonta ¡No! Falta un espacio como el que ha creado ArTv, sin la necesidad de evitar los programas de entretención, porque eso es un derecho humano, pero también es un derecho poder discutir como ciudadanos sobre temas de Estado.

¿Quién cree que va a ganar las elecciones?
Va a depender de cómo se constituya el escenario. Pero sería insensato de mi parte decir que va a ganar el Juntos Podemos, eso sería una demagogia.

Si Lavín recupera la fuerza que tuvo para la elección con Lagos, yo creo que la situación va a ser bien compleja para la candidata de la Concertación, que creo que será Bachelet. Si Lavín se desarma, la elección puede ser más tranquila. Si hay una Michelle Bachelet que va a ganar fácilmente, entonces los votos del Juntos Podemos se van a mantener para nuestro candidato y no ocurriría lo que pasó en 1999.

Si la candidata de la Concertación es Soledad Alvear, el Pacto Juntos Podemos puede elevar muchísimo su adhesión.

Creo que va a ganar Bachelet, y que va a sumar una nueva desilusión. Quizás va a pasar a la historia como una gran constructora de carreteras y de líneas del Metro, pero manteniendo la misma situación de desigualdad que vive el país.

¿Quién le gusta más: Alvear o Bachelet?
A mí me dan lo mismo las dos. No creo que ninguna de ellas vaya a cambiar profundamente el sistema.

Tengo mucho más aprecio por la Michelle, a pesar de que no las conozco. Creo que no son iguales, pero son de la misma familia, y Lavín es su primo segundo.

Si hubiese segunda vuelta, ¿ustedes apoyarían a la Concertación?
No, ni en segunda vuelta. Yo creo que ese problema lo tiene que arreglar la Concertación. No es un problema que nos pueda echar a las espaldas al Juntos Podemos. Si Lavín es fuerte es porque la Concertación es políticamente incapaz de contenerlo.

¿Ni siquiera si la Concertación les pide ayuda a cambio de algunas concesiones?
No, porque el Partido Comunista trató de llegar a un acuerdo para terminar con el sistema binominal y no consiguieron nada, y se quedaron con la cola entre las piernas porque fueron engañados. Yo no confío en la Concertación, no porque sea un ente maligno, pero a una fuerza de izquierda se le hace muy difícil gobernar en un mundo neoliberal.

¿Cómo evalúa el gobierno de Ricardo Lagos?
Frente al problema de los derechos humanos se ha mantenido neutral, le ha entregado el problema a la justicia, y él como Jefe de Estado no ha dicho nada que tenga que ver con un juicio político y moral con respecto a Pinochet y a todos los violadores de los derechos humanos. Se situó en una posición muy cómoda, como si por ser Presidente estuviese impedido de tener opiniones políticas, que en otros terrenos las tiene frecuentemente. En materia de la lucha por hacer más pareja la distribución de ingresos ha sido un fracaso total, porque las cifras muestran que hoy Chile está igualito que en 1990. Me gustaría que le pidiera perdón al país porque no ha sido capaz, porque las condiciones internacionales le impiden avanzar como quisiera en el campo de la desigualdad social, pero que no venga a decir que ésta es la sociedad perfecta.

Pinochet, Contreras y la Gladys

Nunca ocupó ningún cargo en el gobierno de la Unidad Popular. Ni siquiera conoció personalmente a Allende, pero en 1998 echó a volar su imaginación y escribió una novela que mezcla la ficción y la realidad, titulada "Conversación interrumpida con Allende".

El barbudo sociólogo se emociona cuando recuerda el bombardeo a La Moneda ese 11 de septiembre de 1973. Explica que, si bien esos fueron tiempos dolorosos, nunca se fue de Chile, porque no quería revivir la nostalgia que sintió su padre cuando huyó de España en plena Guerra Civil.

Entre el 73 y 1986 Moulian trabajó haciendo investigaciones para la FLACSO y se sumó a lo que él llama la "renovación socialista", junto a José Joaquín Brunner y Manuel Antonio Garretón.

A mediados de la década del 80 empezó a acercarse al Partido Comunista, votó por Patricio Aylwin cuando retornó la democracia, y fue el generalísimo de la campaña presidencial de Gladys Marín en 1999.

¿Qué opina de la detención del general (r) Manuel Contreras?
Me produce una gran alegría que hayan detenido a Contreras, pero también una gran tristeza que no lo acompañe Pinochet, porque el alegato de Contreras es real. O sea, el responsable mayor de todo eso es Pinochet.

¿Cree que el general (r) Pinochet algún día va a estar preso?
Ni si quiera me importa que llegue a la cárcel. A mí lo que me importa es que quede establecido por la Justicia chilena quiénes fueron los responsables de los crímenes de la DINA. Si Pinochet no se daba cuenta de lo que estaba pasando, quiere decir que fuimos gobernados por un bobo durante 18 años, y eso sí que no lo creo.

¿Cómo se encuentra Gladys Marín?
Ella está en una fase terminal, no puede hablar, porque la enfermedad que tiene es irrecuperable. Por el momento estamos esperando lo que tiene que pasar.

Si yo fuese Presidente...
Tomás Moulian es considerado por algunos como el intelectual más destacado de la izquierda extraparlamentaria. Aunque sabe, y lo dice abiertamente, que no tiene posibilidades reales de llegar a La Moneda, quiere dar a conocer sus ideas a la gente, pues anhela aquellos tiempos en los que, dice, los grandes discursos movían multitudes.

¿Por qué aceptó ser el pre-candidato del PC si ha dicho que sabe que no va a ganar?
Uno no se presenta a candidato presidencial sólo para ganar. El proceso eleccionario es para decirle al país lo que nosotros pensamos; es un momento para discutir con los otros candidatos sobre la visión de Chile, y es un proceso que permite consolidar lo que Juntos Podemos logró en las pasadas municipales.

Si usted fuese Presidente de Chile ¿Qué haría?
El único modo donde se resuelven los problemas del país es que entre el Estado y el mercado existan organizaciones sociales más activas, por lo tanto fomentaría estas organizaciones sindicales y ciudadanas de todo tipo. Eso es lo primero que habría que hacer para crear un Chile distinto, más politizado, como era antes.

¿Qué piensa de la frase de moda "la gente vota por personas y no por partidos"?
Esa es una cuestión mentirosa, porque todas estas personas que llaman a votar por las virtudes personales del candidato, están simplemente ocultando una posición ideológica. Los que llaman a eso son los que quieren que la sociedad no cambie. Lavín, por un milagro de las comunicaciones, consiguió en la campaña pasada transformarse en el representante del cambio. Hoy día el verdadero cambio es que hay dos mujeres que pueden ser candidatas a la presidencia ¡Ese es el verdadero cambio!



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