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La epidemia del SIDA es imparable |
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El primero de diciembre de cada año se celebra el Día Mundial de Lucha contra el SIDA, según una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1988, para promover la información y conciencia sobre la enfermedad. Este aniversario parece demostrar que el mundo está perdiendo la batalla contra el SIDA: El número de infectados trepó a 39,4 millones de personas, y sólo en lo que va del año han muerto 3,1 millones. Al mismo tiempo se revela que la enfermedad que en un primer momento se relacionaba con los homexuales hombres, ahora se ha transformado en una enfermedad que crece más entre las mujeres, y en especial entre las pobres. Según el programa de las Naciones Unidas (ONUSIDA) antes se consideraba que la enfermedad era "un problema de hombres homosexuales blancos de clase media. Ahora la cara de la epidemia del sida es una mujer joven de un país africano". Al mismo tiempo, la epidemia crece y se concentra en los países pobres, donde existe menos posibilidad de detección y tratamiento. En Asia la enfermedad ha crecido en un 50% en los últimos dos años. Otro aspecto pocas veces abordado es el costo de los medicamentos para las personas infectadas, y que ha generado verdaderas guerras entre gobiernos y los laboratorios propietarios de las patentes de los medicamentos. Al ser el SIDA una enfermedad crónica, se requiere una medicación permanente. El último cóctel de remedios para el SIDA, tiene un costo anual de 20.000 dólares por paciente. Algunas naciones han intentado producir sus propios medicamentos, partiendo de la droga básica -los denominados genéricos- y han tenido que enfrentar demandas y presiones de los laboratorios que fabrican remedios patentados con otros nombres, pero que no usan la misma droga. Brasil, Sudáfrica e India han logrado algunas excepciones y han podido fabricar sus medicamentos más baratos. Curiosamente, la entrega de medicamentos genéricos ha sido cuestionada por algunas organizaciones defensoras de los portadores del VIH, al considerar que podían ser drogas de menor calidad. Sin embargo, estas críticas no tienen fundamento. En la mayor parte del mundo desarrollado, los niveles de preponderancia del VIH son lo suficientemente bajos como para hacer que los costos de los medicamentos sean manejables. La situación de los países que están fuera de la órbita del mundo desarrollado es diferente. En los países de ingresos medianos, el costo económico de los tratamientos no siempre se puede absorber. El ingreso promedio en esos países es más pequeño, el impacto de la enfermedad es más alto que en las naciones ricas y, encima de eso, el virus se está expandiendo más rápido. El acceso a medicamentos más baratos en algunos de estos países está aumentando. India y Brasil son dos de los países que están a la vanguardia de la producción de medicamentos genéricos para el tratamiento del SIDA. Con estas tendencias positivas, no es imposible que los precios de los tratamientos puedan llegar a bajar hasta un dólar por día, en lugar del costo usual de US$30 en los países desarrollados. Los graves problemas económicos asociados con el SIDA ocurren en los países más pobres, especialmente en el África subsahariana. En estos países, la presencia del SIDA en los adultos es del 9%. En su mayor parte, esta población no recibe tratamientos para la enfermedad, lo que afecta gravemente su producción económica y su contribución a la sociedad. Naciones Unidas calcula que para el año 2015, la población de Botsuana será casi un tercio menor de lo que habría sido sin la presencia del SIDA. Y algo que agrava la situación es el hecho de que el SIDA en África es un fenómeno predominantemente heterosexual, lo que implica que hay más parejas que sufren de la enfermedad que en Occidente. Esas parejas dejan millones de niños huérfanos que pasan a ser criados por familiares cercanos, por sus comunidades o por las autoridades estatales. "Lo primero que las familias pobres afectadas por el SIDA piden, no es dinero o medicinas: es comida", dice James Morris, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos. Éste es un comentario que pone en perspectiva las diferencias entre el mundo industrializado y los países en desarrollo, cuando del SIDA se trata. Casi 5 millones de nuevos infectados Según el reciente informa del programa de las Naciones Unidas (ONUSIDA), la enfermedad ha continuado creciendo y nada parece detenerla. En los primeros 10 meses de este año, 4,3 millones de adultos y 640.000 menores de 15 años se contagiaron de VIH. Nunca antes en la historia el virus del sida se había propagado a esta velocidad. En 2003, de acuerdo con este informe anual, la cantidad de contagios fue sensiblemente menor: ese año se contabilizaron 100.000 contagios menos. El panorama que surge del informe de la OMS y ONUSIDA es totalmente sombrío. En todo el planeta, sostiene el documento, en la actualidad viven 39,4 millones de infectados. Este año, además, se registraron 3,1 millones de muertes a causa del sida. De éstos, 510.000 eran menores de 15 años. De poco parecen haber servido los 6.100 millones de dólares -tres veces más que en 2001- que en todo el mundo se invirtieron en la lucha contra esta terrible epidemia. "El número de personas que viven con el VIH ha aumentado en todas las regiones en comparación con los dos años anteriores, y los aumentos más pronunciados se han producido en las regiones de Asia oriental y de Europa oriental y Asia central". Y agrega: "El número de personas que vivían con el VIH en Asia oriental creció cerca de un 50 por ciento entre 2002 y 2004, principalmente como consecuencia de la epidemia de rápido crecimiento que afecta a China". Ataque a las mujeres Según Peter Piot, director del programa ONUSIDA, en sus comienzos esta enfermedad era vista como "un problema de hombres homosexuales blancos de clase media. Ahora la cara de la epidemia del sida es una mujer joven de un país africano". El informe cuenta la evolución de este cambio. En un capítulo titulado "Las mujeres y el sida, un problema creciente" se sostiene: "Muy al comienzo de la epidemia, los varones superaban ampliamente a las mujeres entre las personas infectadas por el VIH. En 1998, las mujeres representaban el 41 por ciento de adultos que vivían con el VIH. Hoy día cerca del 50 por ciento de adultos que viven con el virus en el mundo entero son mujeres, y lo son alrededor del 60 por ciento en Africa subsahariana". Laurent Zessler, experto argentino, explicó por qué la epidemia se multiplica a esta velocidad entre las mujeres. "Son físicamente más vulnerables a la infección por el VIH que los varones. Durante una relación sexual es dos veces más probable que ocurra la transmisión de hombre a mujer que al revés". ONUSIDA y la OMS estiman que en América latina viven 1,7 millón de personas contagiadas de VIH. Más de un tercio de todas esas personas vive en Brasil. Los países de la región que tienen la mayor cantidad de infectados en proporción a su cantidad de habitantes son Guatemala y Honduras. "Esos dos países -dice el texto- tienen una prevalencia nacional de VIH en adultos superior al 1 por ciento". Sobre el final el informe plantea que "si las cosas siguen como están, estamos abocados al desastre. Es necesario realizar un esfuerzo de gran envergadura para poner en práctica una respuesta que se ajusta a la magnitud de la epidemia mundial". Y advierte que sin estrategias fortalecidas de prevención del VIH que aborden con valentía la epidemia "es improbable que el mundo le gane la batalla al sida a largo plazo". |
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