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Víctor Danelinck y Aisha Babicz |
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Seis meses trabajan en Buenos Aires enseñando y bailando en diferentes escenarios, el resto del año giran por Europa, y otros países de América del norte. Así es la vida que han elegido Víctor y Aisha para dedicarse plenamente, a bailar el tango. Acaban de culminar una corta gira por el sur de Suecia, para proseguir por otros países de Europa ofreciendo cursos, charlas y bailando en eventos de música rioplatense. Víctor de hecho se ocupa poco de su estudio de arquitecto en Buenos Aires, bailar ha devenido en su ocupación full time, ahora junto a Aisha bailarina nacida en Polonia ha quien conoció en España y que se ha radicado definitivamente en Argentina para trabajar junto a él. Si bien el tango -según Víctor y Aisha no es un fenómeno masivo en Argentina- apenas unas 10 mil personas lo bailan en Buenos Aires-, pero sí es una cultura que está profundamente enraizada en el alma de los que habitan en las dos márgenes del Río de la Plata a través de la música, el lenguaje y una visión de la vida. Particular auge ha tenido a partir de las retiradas militares a los cuarteles, lo que le permite hoy al género revitalizarse en su propia cuna y ganar en todo el mundo muchos cultores. Nuevas camadas de músicos, bailarines, compositores junto a antiguos maestros de todos estos géneros activamente contribuyen hoy a su difusión y recreación. En ese espíritu trabajan Víctor y Aisha, en lo que caracterizan una resistencia a la norteamericanización cultural global en desmedro de las diversidades artísticas de los pueblos que tienen profundas raíces históricas. El tango en opinión de estos dos buenos bailarines, siempre ha tenido momentos de esplendor y de decaimientos, pero como está en la memoria cultural colectiva de los rioplatenses resurge siempre con nuevos bríos. Dentro de ésto la danza ha podido recuper para el tango el deseo de la gente de participar, que por algunas épocas se había casi perdido merced a los espectáculos en los que el público sólo era espectador pasivo de la actuación de las grandes orquestas tangueras y sus intérpretes. Aisha que estudió música desde muy pequeña ya bailaba cuando en Buenos Aires, a través de cursos con el mismo Víctor y entre otros más con grandes bailarines como Julio Balmaceda y Corina de la Rosa, también con Facundo Gil Jaúregui y Anabela, desarrolló el depurado estilo danzario que hoy posee, y que le posibilita además poder transmitirlo a muchos más de los que quieren asistir a workshops y cursos que ambos bailarines brindan. Entre los próximos destinos artísticos de Víctor y Aisha se encuentran presentaciones en Varsovia y Praga, en Irlanda, Francia y en marzo en Sevilla, donde han sido invitados a participar en la Cumbre Mundial del Tango que este año tendrá como sede la ciudad andaluza./P.V |
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