El gasto destinado por Uruguay a la educación pública corresponde al 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB), que ubica al país en el lugar 111 del Indice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas.

Pese al elevado reconocimiento social del magisterio, de 2001 a la fecha el salario de los funcionarios del sector cayó cerca de un 25% y las inversiones bajaron un 40%, según un comentario del diario Observador, de tendencia conservadora.

La medición realizada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) -en logros promedios de salud, educación y desarrollo económico- acerca a Uruguay con Guatemala, República Dominicana y El Salvador, con un gasto social igual o inferior en materia educacional.

Si el gobierno es incapaz de revertir esta situación a corto o mediano plazo, la nación sudamericana irá camino a la exclusión social, como Pakistán, Togo y Congo, según el PNUD.

En la mayoría de las universidades uruguayas, el 80% de los estudiantes trabaja, y de éstos, un 70% trabaja 30 horas semanales para sufragar los gastos de la educación, sobre todo en sectores de bajos ingresos económicos.

25% de cuentapropistas

Uno de cada cuatro trabajadores uruguayos es su propio jefe. Según la Dirección Nacional de Empleo (Dinae), el 24.9% del total de ocupados en el país son cuentapropistas.

Desconformes con su actual trabajo, o fuera del ámbito laboral, la posibilidad de convertirse en trabajadores independientes representa para algunos un desafío y para otros una necesidad.

Constancia, tenacidad, curiosidad, inventiva, planificación, creer en sí mismo, aprovechar los conocimientos adquiridos, perder los miedos y -por supuesto- algo de dinero para invertir. Estas son las "claves" para convertirse en sus propios patrones en las que coinciden los actuales empresarios y operadores dedicados a asesorar, apoyar y capacitar a potenciales emprendedores.

La analista en marketing Mariela Mentech califica como emprendedor a toda persona que busca una manera de trabajar que le permita vivir y desarrollarse. "Lo es tanto quien decide vender decomisos de Aduana (en los ómnibus) como el que monta una empresa para exportar software". Si por estos trabajos obtiene más o menos ganancias, o si realiza o no los aportes "es otra historia".

Para Mentech, el optar por ser su propio patrón es más un "salvavidas" que una opción. "La gente se vuelve al autoempleo por la dificultad de conseguir trabajos; al estar excluidos del empleo formal es necesaria esta forma de supervivencia".