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10-Setiembre-2004

 

Armando Uribe Arce, Premio Nacional de Literatura de Chile, 200
La rudeza de las verdades

 

escribe Ángela García

Armando Uribe Arce (Santiago, 1933), poeta, traductor, abogado, diplomático en Estados Unidos y Francia, embajador en China en la época de Allende; profesor universitario en La Sorbonne y la Universidad de Chile recibió el pasado día 30 el Premio Nacional de Literatura. Angela García lo entrevistó en su casa en Santiago a fines del año pasado cuando visitó Chile.

El escritor judeoamericano, Saul Bellow, aceptó hace poco una entrevista con El País de España, movido por la propuesta de hablar de un tema tan privado como la religión. Hay temas sobre los que es imposible hablar decía a su entrevistador Antonio Monda pero eso no quiere decir que sea también inútil. La lectura de esa entrevista me facilitó el portal para presentar ésta con el poeta chileno. Nada en su posición política o literaria me intimidaba, pero el tema religioso sí que podía estar expuesto a mortificar su valor, pese al denuedo y limpidez que caracterizan sus afirmaciones.

Le encontramos en dos de los actos de la programación cultural de la 23ª Feria del Libro de Santiago de Chile. Un hombre con dos edades: la de su nacimiento (1933) y catorce años exilio que él le incorpora con decisión. Traje impecable, rostro de severidad intimidatoria, ceño fruncido como un candado a la sonrisa. Su voz parecía surgir de un añejo y profundo recinto interior de techos altos y paredes desnudas. No era difícil presumir que el numeroso público en el salón de la feria había sido atraído en buena medida por esta personalidad y esta voz. Hace un año patrocinó de una demanda por US$ 32.000 millones en contra de las principales compañías mineras del país, acusándolas de sobre-explotar los yacimientos de cobre. Uno de los personajes más consultados y leídos en medios masivos de Chile, revistas de opinión y debate público. Y obviamente en sus libros. Poesía, narrativa, autobiografía, historia, tratados literarios, traducciones. En los últimos cinco años ha publicado más de lo que ha publicado en toda su vida en diferentes casas editoriales, pero más constantemente en Lom Editores. Algunos de sus títulos son: Odio lo que odio, Rabio como rabio, Las Brujas de Uniforme, Carta abierta a Agustín Edwards, Los Ataúdes, Las críticas de Chile, A peor vida, Los Caballeros de Chile, Diario Enamorado, Memorias para Cecilia. Su obra total cuya poética todavía no se aprecia suficientemente-, es un trasunto político, amoroso y religioso de feroz trascendentalidad, que define bien su estilo, un valor desatado que acaso con humor negro matiza, sin restarle un ápice de rudeza a sus verdades.

Estuvimos en su casa Lasse Söderberg y yo una tarde. Después del ritual intercambio de libros y una mutua presentación, relató como sigue el comienzo de su exilio en Francia:
- En septiembre de 1973 mi mujer y yo estábamos en Francia. Allende quería hablar conmigo para encargarme la defensa de los intereses chilenos en los embargos del cobre que había sido nacionalizado. Era el día 10 de septiembre aquel intercambio de conversación, el 11 fue el golpe. El día once estaba a punto de tomar tren... cuando escuché la radio francesa de un aparato portátil de una persona a mi lado. Decían: Coup d´état en Chili, Coup d´état en Chili. Entonces corrí a comprar una radio portátil y perdimos el tren, pero también los detalles de la noticia porque en el siguiente tren no sonaba la radio por el ruido. Total que llegamos a París y nos fuimos inmediatamente a la casa del embajador Carlos Vasarez que era muy amigo de Salvador Allende y de Pablo Neruda. En su casa había una señora portuguesa, con la cual mi mujer y yo conversamos, que decía ser la más antigua exilada de Europa. Era hija del último rey de Portugal, que fue asesinado y ella fue llevada precisamente a Biarritz.

¿Es allí donde Ud.empezó su exilio verdad?
«Exactamente, todo exilio bien llevado tiene que comenzar en Biarritz» nos dijo- lo cual tomamos en broma. Pero ella efectivamente nos consiguió una casa en Biarritz por un año. En 1974 se publicó en francés y en otras lenguas el Libro negro de la intervención norteamericana en Chile que escribí durante aquel año. Yo había estado encargado de esas acciones norteamericanas en el Ministerio de Relaciones Exteriores desde 1967, así que estaba siguiendo todo el proceso. Pero en aquel libro me quedé muy corto en lo que afirmaba sobre la intervención, pues fue mucho más grave la intervención norteamericana. En aquel libro yo decía creer que la intervención era un factor entre otros para que hubiese sucedido el golpe y ahora sostengo que fue una causa necesaria y suficiente. Lo que significa que si no hubiera habido intervención norteamericana, no habría habido golpe de estado.

- Usted sale poco de casa y raramente acepta compromisos sociales. ¿Por qué se ha enclaustrado de esta manera?- le interroga Lasse.
- Me he retirado del mundo, de cierta manera, desde que murió mi hijo y luego mi mujer, pero junto con eso, la necesidad de algo que era muy común históricamente y que ha variado. Era muy común que llegando a cierta edad, cuando termina la tarea de ganarse la vida cotidianamente, hay que encerrarse y prepararse para bien morir. Yo agrego: o para mal morir. Eso existía, por ejemplo en las memorias del duque de Saint Simon que habla del siglo XVII y XVIII. Están llenas de personajes que se retiran justamente para prepararse a morir. Y eso ocurría en época de mi abuelo, él hacía lo mismo. Yo creo que parte de la vida humana, es saberse preparar para morir y eso es lo que he estado haciendo. Me he dedicado además a revisar mis papeles y escritos y es por eso que he publicado tanto en estos años.

- Sin embargo muchos jóvenes lo buscan. ¿Qué expectativa siente que les está respondiendo?
- Vienen aquí a mi casa muchos jóvenes, he calculado un promedio de 40 personas jóvenes cada mes. Vienen todo el tiempo. Hablamos de las mismas cosas que estamos hablando ahora.

- ¿Cómo observa el interés en general tan fuerte por la poesía aquí en Chile? ¿Qué le hace pensar tanta gente joven que quiere escucharle y que quiere expresarse poéticamente?
- La dictadura con una rigidez muy grande en la vida social y personal, requirió del desahogo privado de mucha gente no sólo jóvenes, también de otras edades y entonces empezaron a escribirse más textos en verso que en épocas anteriores. La dictadura si bien terminó en el año 90, formalmente, resulta que hay mucha continuidad entre el período de dictadura y estos últimos trece años de esta semi-democracia, -porque esto no es democracia, los pocos jefes de estado de la concertación, los tres presidentes que han habido, han dicho que es una democracia incompleta y yo agrego que no es una democracia representativa-. Yo suelo pronunciarme sobre estas cosas no sólo en los escritos literarios, también en periódicos y a veces censurado, como en El Mercurio y La Tercera cuando contesté hablando de la minería del cobre y de las transnacionales. Eso en fin corresponde a un sentimiento no siempre nacional, pero los jóvenes están esperando este tipo de posiciones. Otro ejemplo es mi reflexión de estos días que se acaba de aprobar en el Senado el tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, y he dicho que Chile se transforma en un enclave norteamericano, y en tal situación, en un protectorado norteamericano. Chile no puede variar por ejemplo en nada el sistema económico neoliberal capitalista del mercado. Así lo determinan algunas bases del acuerdo. Y las ventajas que se le dan a las inversiones norteamericanas en Chile son espantosas. Los conflictos que haya sobre ese tratado de inversionistas privados o de otros intereses van a tribunales arbitrarios con sede en los Estados Unidos. Esto es una cosa atroz, Chile pierde su independencia deja de ser una nación con un estado y no es más que un enclave norteamericano y eso es lo que yo llamo una mera designación geográfica. Chile desde hace pocos días, con este tratado, ha dejado de ser un país, una nación con un estado, para convertirse en una mera designación geográfica, dentro de ciertas fronteras y en cierta parte de América.

- Hay una gran contradicción entre su poesía tan desesperada y negra y su actitud política para la cual se precisa en el fondo una especie de optimismo. Usted habla con tanto fervor de política y al mismo tiempo, publica Diario de un enamorado y los poemas tan negros como el de Las críticas de Chile. Son tres cosas muy distintas.
- Talvez conozcan ustedes una famosa frase antigua: Pesimismo de la inteligencia y optimismo de la voluntad, de Gramsci. Yo me coloco con esa frase. Hasta ahora no pertenezco a partido político y soy muy crítico, sobre todo ahora, que he leído recién un libro que apareció en Estados Unidos, del más importante norteamericano de los que pidieron la desclasificación de documentos, del gobierno norteamericano sobre la intervención en Chile. Usted Lasse tradujo un texto político mío que dice: La dictadura/ no fue un error, tiene apellidos,/ como colas de rata o lagartija,/ y su elenco de honor para asesinos/ los regocija todavía y dura/ indefinidamente; no fue un malentendido/ sino la voluntad de pasar una lija/ de hierro por encima de los niños./ Eso es político, bueno volvemos sobre la regla pesimismo de la inteligencia y optimismo de voluntad.

- A propósito de los temas fundamentales, el amor, la muerte y la divinidad& Hay en sus poemas, un rigor que se parece al descreimiento de lo humano, una descripción minuciosa de la crueldad y la estupidez humana, que le dan un aire de apático, pero al mismo tiempo en sus poemas se ve una clara devoción en un constante tono de plegaria o de ruego, oración y fe... ¿Quién es el señor que usted invoca?
- Soy absolutamente católico-cristiano-romano. Naturalmente mal católico, pero cumplidor de la misa dominical. Ahora a mí me acomoda, de una manera un poco frívola, la religión católica cristiana, porque da cuenta a mis ojos, no sólo de la vida de los seres humanos, sino también del inconsciente y los dogmas, misterios para la razón pero con fundamento en el inconsciente como lo demuestran dos ensayos muy importantes de Jung. Uno sobre el dogma de la Santísima Trinidad, tres personas distintas y un sólo dios verdadero. El otro, después que se proclamó la antigua creencia católica cristiana, de la Asunción de la Virgen... Por la carnalidad la religión católica cristiana se diferencia enormemente de la protestante cristiana. Eso también es congruente con la tendencias que tengo, el hecho de que pueda la Virgen ser ascendida al cielo, en cuerpo, psique y alma, el hecho de que haya la promesa en el credo de la resurrección de la carne, es el cuerpo y la psique como función. Otra cosa es el alma que es la gracia de Dios, el alma en esta religión como en otras es inmortal, pero que el cuerpo en el juicio final (como está en las portadas de las catedrales góticas) pueda resucitar, el cuerpo en carne, me parece sensacional y me parece una carnalidad feroz. No me importa que me digan que eso racionalmente no significa nada, significa en algo que está dentro de mí, tanto como la conciencia racional y el inconsciente. Dentro de mí, dentro de todos y de otras doctrinas que seguramente& ¿Usted es cristiano?- pregunta a Lasse.

- No.

- ¿Ni siquiera de niño?

- No, tampoco. Yo soy sueco.

- Bueno pero los suecos son luteranos en buena cantidad. Mire yo creo que lo que llaman cultura occidental lo cristiano, en cuanto cultural, es parte de esa civilización y por lo tanto se quiera o no, se es cristiano. Volodia Teitelboim, en más de una conversación me ha dicho (él es judío y tuvo poca formación judía, pero la tuvo y después entró al partido comunista siendo un adolescente y ha sido comunista toda su vida marxista-leninista y por lo tanto sin posición religiosa ninguna) pero una vez me dijo, que siempre había creído que él era un cristiano cultural. Y yo creo que es inevitable en esta civilización que se terminó con la segunda guerra mundial, y ahora es una pseudo-civilización muy parca. Pero, bueno, esas son mis teorías. Conclusiones a las que he llegado y a mi edad, ya no tengo tiempo de corregir esas conclusiones, así que son definitivas para mí.

- ¿Podría mencionar algunos de sus poetas más amados?
- ¿Del pasado? No hago distinción entre poesía en verso y en prosa, por lo tanto es Cervantes mi poeta preferido y el Quijote. Ahora fuera de eso, leo continuamente desde que aprendí el italiano y lo aprendí leyendo precisamente esta obra que es La Divina Comedia. He aprendido mucho de ella. Luego me interesan poetas medievales italianos como por ejemplo un poeta del siglo XIII Fray Jacoponi da Todi. Leo mucho los españoles del siglo quince, como Las Coplas de Jorge Manrique, que mantengo al lado. No soy un gran lector o traductor de Shakespeare, pese a que traduje La Fierecilla domada y Macbeth, traducción no muy buena en su totalidad, salvo algunas partes que publiqué dentro de un ensayo de hace cuarenta años que se llama Macbeth político. También Macbeth es la lucha por el poder y las comparaciones que se pueden hacer entre el Macbeth y el golpe de estado y las dictaduras, son múltiples. Es por esto también que publiqué un poema, el más largo de todos, que se llama Las Brujas en uniforme, ahí están las palabras&porque yo sostengo que la poesía existe cuando hay gran energía. En ciertas situaciones cualquier persona expresa palabras con tremenda energía y sentido como las madres cuando muere un hijo. ¡Y aquí también, en esta situación de crisis, éstos que hicieron el golpe de estado, en la mañana del día mismo y cuyas conversaciones fueron grabadas... considero que ahí en algunos momentos hay poesía, por repulsivo y repugnante que me parezca lo que dicen. Se están enfrentando a la muerte& de otros, pero se están enfrentando a la muerte, en medio del terror, como también Macbeth tiritaba de miedo.

En el aire
 
En el aire
hay un castillo y hay
un ministerio y un ojo
que sirve las funciones de chofer del ministro
y sigue, el día, sigue,
hay aire, flores, saludos,
hay un sandwich y un vaso de leche helada que se aburre,
y el día acaba en punta
y estoy yo mirándolo fenecer,
nacer, huir, venir, tomarse la leche,
comerse el pan, fumar el cigarrillo,
ser como yo no soy
un hombre cualquiera, un hombre único, un hombre valioso
que cuando muera no dejará recuerdos pero dejará hijos,
o sobrinos



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