El pasado martes 24 de agosto se cumplieron diez años de los asesinatos de Fernando Morroni y Roberto Facal por parte de las fuerzas represivas comandadas por el ministro del Interior del presidente Luis Lacalle (Partido Nacional), Angel María Gianola durante la represión a la concentración popular frente al Hospital Filtro.

Los asesinatos se produjeron en el marco de la represión de las fuerzas policiales contra la
concentración convocada por la central sindical (PIT-CNT) para solicitar la no extradición a España de tres ciudadanos vascos acusados de pertenecer a la organización separatista ETA; en esos momentos internados en dicho hospital por estar llevando adelante una huelga de hambre.

A pesar de los diez años transcurridos desde los acontecimientos, los crímenes de Morroni y Facal siguen impunes. El PIT-CNT y el grupo Plenaria Memoria y Justicia no se pusieron de acuerdo para realizar un acto en conjunto en homenaje a las víctimas del Hospital Filtro, por lo que se realizaron dos concentraciones diferentes.

La central sindical descubrió una placa en recuerdo a Fernando Morroni. En el momento de descubrir la placa hizo uso de la palabra el representante del PIT-CNT Luis Puig.

"Lo decimos bien alto para que nadie tenga dudas... estábamos, estamos y estaremos junto a todos los pueblos que defienden su libertad y se revelan contra la injusticia. Por eso fuimos, somos y seremos solidarios con el pueblo vasco; le guste a quien le guste y le pese a quien le pese", dijo.

En la concentración del Grupo Plenaria Memoria y Justicia estuvo presente, también, la diputada vasca Raquel Peña y algunas organizaciones juveniles vascas. Luego del acto marcharon hasta el Hospital Filtro, donde se leyó una proclama y se realizó un espectáculo artístico.

La diputada Raquel Peña, dijo que su presencia es un reconocimiento a quienes apoyaron el derecho de asilo y habló de persecución del gobierno español.

"El mismo gobierno español, que los reclamaba, cuando los juzga en sus tribunales, lo encuentra inocentes. Esas personas llevaban diez años instaladas aquí haciendo una vida normal, incluso casados con uruguayas y uruguayos. Eso fue una persecución política, que de alguna forma tampoco es nueva para nosotros; ya llevamos muchos años sufriendo este tipo de represión por parte del Estado español allí donde cualquier ciudadano vasco vaya a buscar refugio", afirmó.

Por su parte Norma Morroni, madre de Fernando, dijo que después de diez años sigue esperando respuestas y aseguró que no cree en la justicia. Morroni indicó que el caso sigue abierto y que aún "no hay un solo policía preso, parece que no hubo muerto en el Filtro, y para mi, cada año, es como si fuera el mismo momento. Norma tiene una sensación "de tristeza y de bronca, porque no puede ser que vos crías un hijo con todo el cariño, o sea para que sirva a su Patria, para que esté trabajando, para que sea sano; y de repente, de un manotazo, te lo matan porque sí, porque no le dieron oportunidad ninguna, te lo mataron por la espalda y queda por esa... Es como que no murió nadie. Lo único que queda es la marcha para el recuerdo, porque la Justicia..."