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Referendo en Venezuela |
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escribe LEO La clara victoria del pueblo venezolano en el referendo celebrado el pasado domingo en Venezuela , tiene una trascendencia que excede las fronteras del país. Hace recordar a otros hechos ocurridos en estos años en el continente latinoamericano y también en distintos lugares del mundo, de una relevancia inequívoca que muestran una nueva y alentadora realidad global. Merecen un análisis de conjunto, la realidad venezolana antes y después de Hugo Chávez, la latinoamericana a partir del agotamiento cada vez más evidente de los viejos partidos tradicionales que fueron el instrumento de las oligarquías subordinadas al imperio, y el escenario mundial. Queda pendiente. En esta crónica me referiré al comportamiento de los medios "democráticos" europeos, especialmente los de Suecia, con relación a este proceso. La referencia al comportamiento mediático no es arbitraria ni está movida por ningún "anti", descalificación habitual que aplican los "señores del pensamiento único" a quienes disienten con las "verdades" del poder. Sino que obedece al hecho de que los medios, que siempre fueron un poder por su capacidad de "formar opinión", constituyen en el marco de los progresos tecnológicos actuales, por su diversidad de gestión y su tendencia a la concentración, el mayor soporte del proyecto genocida conocido bajo el eufemismo de "economía de mercado" Con esa empecinada vocación de vasallaje intelectual que los lleva a convertir en realidad sus propios deseos, o mejor dicho, los deseos del poder al que sirven, la mayoría de los medios apostaron en los cálculos previos, al triunfo de la oposición al gobierno de Chávez. Una oposición compuesta por la vieja corrupta oligarquía venezolana, representada en los dos grandes partidos tradicionales, Acción Democrática, de tendencia socialdemócrata y la Democracia Cristiana, Copei, que se alternaron en el poder desde la iniciación del país independiente. Han saqueado al país y sumido en la miseria al 80% del pueblo venezolano. Uno de sus más destacados exponentes, Carlos Andrés Pérez cumplió condena de cárcel por ladrón del patrimonio nacional. A esa oligarquía, dueña de diarios y canales de televisión se han sumado grupos heterogéneos de extrema derecha, sindicalistas corruptos, terroristas cubanos de Miami y, no podía faltar, la cada vez más desprestigiada CIA que siempre pone los dólares y a veces también las bombas. Esa coalición "democrática" protagonizó un golpe de Estado hace dos años y destituyó a Chavez. La Unión Europea no protestó contra la destitución violenta de un presidente que en 1998 había sido elegido en las urnas por amplia mayoría. Y los columnistas de los medios "democráticos" aplaudieron o justificaron el golpe. Algunos como Per T.Olsson redactor jefe de la página política del diario sueco Sydsvenskan, dando muestras de no tener muchas condiciones para el cargo, se apresuró a escribir un artículo, Adiós Hugo Chávez, que le hizo hacer el ridículo. Porque al día siguiente Chávez fue restituido por el pueblo venezolano a su cargo de presidente. Ni siquiera estos antecedentes, muy sintéticamente señalados, libraron a los medios de volver a tropezar con la misma piedra. Tras "demonizar" como es su costumbre al presidente venezolano en los días previos al referendo, destacaron la importancia que para Venezuela y el mundo, por el carácter de quinto productor de petróleo, tenía el referendo. La concurrencia a las urnas fue masiva y cuando los resultados confirmaron el triunfo de Chávez por una mayoría que no dejaba lugar a dudas y el resultado fue convalidado por el Centro Carter, la OEA y los observadores internacionales, "nuestros" medios procuraron silenciar disminuir su importancia. Y cuando la oposición venezolana acusó, sin ninguna prueba, de fraudulentos los resultados, se jugaron a esta carta. Los titulares en su casi totalidad, pusieron el acento en el supuesto fraude, y no en la aplastante mayoría que le había dado el triunfo a Chávez. El canal 2 de la televisión pública, batió las marcas. En la emisión del noticiero Aktuell , de la hora 21 del día lunes, su redactor jefe le hizo leer a una subordinada una información de 15 segundos en la que informaba del "fraude" . Una falta total de respeto a los millones de televidentes suecos que pagamos para ser objetivamente informados. El tema central, fue simplemente ignorado. Con total falta de ética los medios adjudicaron la autoría de un tiroteo en una cola de votación en el que murió una persona, a los "partidarios de Chávez". Después se supo que había sido un incidente entre delincuentes comunes. Todavía "el patrón" ("América") no había dicho la palabra definitiva y se hacía eco "por compromiso" con las denuncias de fraudes. La falta de profesionalidad de los "informadores" quedó al desnudo cuando estos parecieron ignorar que el precio del petróleo había bajado al conocerse el triunfo de Chávez. Y las Bolsas que estaban medio asfixiadas, habían respirado. Cegados por su ignorancia y su odio a todo lo que sea un triunfo popular, siguieron apostando al fraude.El martes 17 y hasta el miércoles. El Ekot de las 6 de la mañana del miércoles no hizo ninguna mención a Venezuela y la televisión textada seguía con el impreso de los disturbios en Caracas. Pese a que ya en la noche del martes, la Casa Blanca reconocía que la mayoría había votado por Chávez. Y este a su vez garantizaba la continuidad del suministro de petróleo. Los presidentes latinoamericanos, hasta Uribe de Colombia, felicitaban a su colega venezolano y destacaban la limpieza democrática del referendo. Todavía en la mañana del miercoles 17 el programa de la mañana de Canal 4, privado trajo una impresentable "antichavista" para "testimoniar" sobre el fraude, sin el más mínimo nivel político, en su afán de encontrar "disidentes". Ya para entonces el "fraude descomunal" anunciado por un lider de la coalición opositora se había convertido en una "investigación" en algunos circuitos si aparecen motivos para ello. Luego se sumaría la patronal venezolana y el presidente de España, Rodriguez Zapatero, felicitaba al colega venezolano y le anunciaba una pronta visita. La UE hasta el miércoles no se había pronunciado. Mal sintonizados con sus "mandos naturales", el poder mediático había quedado "con las ruedas para arriba". Sin moral ni profesionalidad. |
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