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Carta de Henry Engler a la conferencia mundial sobre la enfermedad de Alzheimer a celebrarse en Philadelphia, EE.UU |
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Integró la dirección de la guerrilla tupamara y fue uno de los nueve rehenes de la dictadura uruguaya. Actualmente Engler es médico y está radicado en Suecia donde dirige el centro de investigación médica de Uppsala. En setiembre de 2003 recibió el premio Schering / Molypharma por su trabajo científico sobre trastornos en la memoria como el Alzheimer. Nominado al día de hoy a recibir el premio Nobel por sus investigaciones sobre Alzheimer. Señor Director: Ha sido para mí un gran honor el haber sido invitado a disertar en la conferencia mundial sobre la enfermedad de Alzheimer a celebrarse en Philadelphia, EE.UU. en el mes de julio próximo, donde se espera concurran 5.000 científicos de todo el mundo. La invitación para hablar sobre nuestra técnica de visualizar el amyloide, implica el participar y compartir conocimientos con distinguidos científicos de prestigio internacional, cuyos aportes en la lucha contra la enfermedad de Alzheimer son mundialmente reconocidos. Guardo un profundo respeto por dichos científicos. Lamentablemente me siento en el deber de informar que he decidido no concurrir para disertar en dicha conferencia. El motivo es la flagrante violación de los derechos humanos cometidos por las fuerzas de los EE.UU. contra otros seres humanos. El solo pensamiento de poner mi pie en suelo norteamericano me produce en estos momentos un sentimiento de aversión y rechazo total. Las atrocidades cometidas contra prisioneros iraquíes y de otras nacionalidades, me han traído el recuerdo de las humillaciones sufridas por muchos uruguayos y las que yo mismo sufrí. Asimismo como el saber bien de que no se trata de hechos aislados. Creo en todo momento haber logrado separar en mi actividad, lo científico de lo político. La batalla contra las enfermedades debe estar por encima de partidos políticos. Pero ahora no se trata de posturas políticas sino de un dilema ético. El dilema es elegir entre la vida y la muerte, entre la civilización y la barbarie. Esta decisión de no concurrir a la conferencia porque se celebra en los EE.UU. es para mí la forma civilizada de protestar que está a mi alcance. Conste que mi decisión es totalmente personal. No implica a los científicos con quienes estoy colaborando ni a mi sitio de trabajo. Les saluda atentamente, Henry Engler - Uppsala |
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