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Catástrofes naturales, políticas criminales |
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escribe Leo República Dominicana ha sufrido a lo largo de la historia la cercanía siniestra del amigo americano y su presencia armada entre 1916 y 1930. Dejaron en su lugar un dictador sanguinario, Rafael Leonidas Trujillo, al que después la CIA se encargó de eliminar. Cuando Juan Bosch ocupó constitucionalmente el gobierno y quiso preocuparse por hacer un poco de justicia, fue derribado por un golpe de Estado. En 1963 los marines sofocaron a sangre y fuego una insurección popular que intentaba restituirlo en el gobierno. Ambos testimonios ilustran inequívocamente sobre la lucha de América por llevar la democracia y la libertad fuera de sus fronteras. El mismo noble afán con que emprendió la cruzada contra el terrorismo, que naufraga estrepitosamente cada día en Irak con perspectivas cada vez más sombrías. Y no solamente para el imperio. Más claro agua Un titular del mayor diario de España, El País del 27/05 decía textualmente refiriéndose a Argentina: Kirchner presenta una Argentina con más estabilidad pero con la deuda sin pagar. Le faltó agregar que mientras los países latinoamericanos tengan que dedicar entre el 30 y el 50 % de sus ingresos a pagar los intereses de esa deuda que sólo sirvió para enriquecer dictadores y a gobernantes demócratas corruptos, y que ya ha sido pagada muchas veces, no habrá estabilidad, desarrollo ni democracia. De vuelta a la nada José María Aznar, el hombrecito de quien ya nadie se acuerda fue entrevistado al término de su gobierno por un canal de la televisión sueca, declaró que desea que su amigo George W Bush sea reelegido presidente el próximo mes de noviembre. Dijo también que con el terrorismo no se negocia sino que se le aplasta. Algo que su amigo intentó hacer con todo su arsenal (aplastarlos) y por eso ahora se ve obligado a negociar. Y volvió a repetir la necedad de que el mundo está mejor sin Sadan. Una opinión que sólo comparten Bush y Blair. |
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