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Susana Saavedra Sörensson primera árbitro boliviana en Suecia |
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escribe Jaime Padilla Susana Saavedra Sörensson, es la primera árbitro boliviana de la Federación Sueca de Fútbol, que aprovechando sus vacaciones de verano emprendió hoy su viaje con destino a su país, con el oculto deseo de dirigir allí algún partido del fútbol boliviano. Antes de ausentarse de Gotemburgo, ciudad donde ella reside, dirigió en la misma, su último partido fuera de serie, una jornada futbolística de esparcimiento organizado por el Club Grunden Bois, (http://www.grundenbois.com), que jugó contra un equipo compuesto por ex estrellas del seleccionado sueco y otros del ámbito artístico, entre los que sobresalen Kennet Andersson, Thomas Ravelli y Ralf Edström, el cantante Bosson y tenistas y otros del cine y la televisión. Esta referencia es una más de las muchas que Susana Saavedra tiene acumuladas en su carrera, primero, como futbolista y ahora árbitro, más adelante quizás ella esté frente a un equipo como DT , buscando nuevos derroteros. "A los 15 años empecé en Gotemburgo a jugar fútbol en las filas del equipo femenino del Club BK Sting, de la Quinta División que luego de una ardua, pero exitosa campaña escalamos a la Primera", nos dice al enseñarnos un álbum de fotografías y recortes de la prensa sueca publicados a mediados de 1987 que documentan su sobresaliente carrera deportiva. En 1996 comenzó a ejercer su nuevo oficio como árbitro de la Liga Sueca de Fútbol, a la conclusión de un intenso periodo de preparación. "También he efectuado un curso de capacitación para entrenadores", dice nuestra entrevistada al puntualizar que la presencia de la mujer en este deporte rompe con un esquema machista imperante aún en muchos países. "El deporte, en el caso concreto, el fútbol nos inserta a una sociedad más homogénea", añade. Reivindicó al mismo tiempo el papel que debe protagonizar de manera más visible la mujer árbitro en las ligas del fútbol profesional. Susana está en todo, es dinámica y dirige encuentros de la Segunda y Tercera División del fútbol local, además infaltable en el campeonato internacional más grande del fútbol infantil y juvenil; Gothia Cup que se efectúa anualmente en la ciudad de Gotemburgo, con participación de miles de niños de las diferentes escuelas de fútbol de todo el mundo. Es en esta misma competición sueca la Academia Tahuichi de Bolivia, que conquista por varios años, la Copa Gothia, para orgullo de la comunidad boliviana. Pero retomando nuestra charla con Susana Saavedra ella no oculta su satisfacción al comentar que como entrenadora viene desde hace algunos meses preparando a un grupo de jóvenes. Su labor como DT se alterna sin mayores tropiezos con el arbitraje. Por eso no es exagerado sostener que ella es la primera árbitro boliviana que tiene espacio propio en el fútbol sueco. Querida y respetada en la colectividad, porque en cada Encuentro Boliviano, que se realiza desde hace 18 años, siempre en diferentes ciudades, con un amplio programa festivo de bailes y actividades deportivas, la final del torneo de fútbol siempre está reservada para Susana, brindando así un espectáculo separado por su indiscutible personalidad en la cancha. Cuando Susana no viste de uniforme deportivo, acostumbra salir a la calle vestida de blanco, su color favorito, es atractiva, don natural que la madre naturaleza puso en las mujeres. Y como si fuera poco le gusta bailar el tinku en festividades bolivianas. Alterna sin atasco sus ocupaciones laborales, deportivas y hogareñas. Era apenas una adolescente cuando junto a su madre viuda y tres hermanos llegan a Suecia en 1981 a un campamento de refugiados. La historia de hombres y mujeres obligados al exilio durante el nefasto periodo de las dictaduras militares en Bolivia, está escrita por los hijos que derramaron sus lágrimas por estas adversidades de la vida. Arrancados de su terruño y puesto a dura prueba de adaptación en una sociedad extraña. "Fue una terrible temporada", resume y prefiere no hablar de esas tristes experiencias. "Nunca tuve obstáculos para distribuir mi tiempo, tengo una hermosa familia que me apoya, una hermosa hija; Mikaela. de 12 años, ella y el fútbol son las pasiones más grandes de mi vida", dice, pidiéndonos reservas para su vida privada. Reflexiona también que los jóvenes de hoy están rodeados de muchos riesgos, propios de la conflictiva situación económica que impera en el mundo. Opina que el deporte, en el caso concreto el fútbol, para muchos niños y niñas se ha convertido en un sueño inalcanzable, se ha mercantilizado tanto que para muchos, es un objetivo sólo para ganar dinero. Pero Susana no quiere escarbar el tema, prefiere hablar de Bolivia, pero no de la situación política, porque dice que desde la distancia sólo le causa más angustia. Del fútbol tampoco. En una clara muestra de honestidad se excusa de abordar el tema porque dice no tener mayores elementos para evaluar la situación actual del fútbol boliviano, no obstante apoya la empeñosa gestión del seleccionado nacional por alcanzar un cupo para el Mundial de Alemania 2006. "Sí durante mi presencia en Bolivia, la televisión o algún programa radial me invita para comentar sobre el Campeonato Europeo de Fútbol 2004 de Portugal, hablaría con más propiedad", dijo. No es un atrevimiento, Susana futbolista y árbitro está formada en la escuela sueca, país que cuenta con su propio historial dentro del fútbol mundial, por eso creemos que ella cuenta con un reconocido derecho para verter en cualquier tribuna sus críticas y comentarios, que por ahora quiere obviarlas y recuperar la conversación concreta de su viaje a Bolivia. Cuenta que siendo muy niña acompañaba a su padre al Estadio "Hernando Siles" de La Paz, para apoyar a su cuadro favorito: The Strongest, cuando enfrentaba al Club Bolivar, el clásico de todos los tiempos. "Creo que desde ese tiempo soy del tigre" recuerda y se ha propuesto regresar a ese campo deportivo para presenciar un partido. Se emociona cuando piensa que para ella sería lo máximo dirigir un partido en ese campo deportivo. Soñar dice un refrán no cuesta nada, y ella no oculta ese su deseo. "No importaría sí esto fuera de entrenamiento" ambiciona. Capacidad y experiencias le sobran, lo que le falta es una sola oportunidad para hacerlo. |
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