"Madrina: me presento ante usted para que me acoja en sus brazos y corazón, soy de 8 años necesito una madrina que sería una mamá, yo le ofrezco mi cariño y todo mi corazón. Le prometo estudiar mucho y aprender todo lo que me enseñen"

ESTOCOLMO, por Jaime Padilla .Esta es una las muchas cartas de niñas y niños de la Provincia chilena de Concepción que envían a Estocolmo, donde la Asociación Niños del Futuro, trabaja soli-dariamente con el plan de apadrinamiento. La historia de estos niños y niñas en riesgo de abandono, maltrato y orfandad, es triste y dramática, porque sus pequeñas vidas están expuestas a múltiples peligros que sin una ayuda bien orientada se agudizaría más aún, visto que la educación y la salud se transformaron, bajo el signo de la globalización en el mundo de hoy, en un lucrativo negocio.

De Suecia a Chile

Como en todas las iniciativas siempre hay un comienzo y un objetivo. "Nuestra organización nació en mayo de 1994, como una respuesta a la corriente xenófoba que se expandió en Suecia a mediados de los 90, en momentos que el partido "Nueva Democracia" impulsó políticas en desmedro de los derechos de los niños y jóvenes extranjeros a estudiar su lengua materna", explica Johnny Vergara, fundador y actual presidente de la mencionada asociación que opera en la Comuna de Järfälla, Estocolmo.

Recién en 1997 la agrupación se propone a desarrollar actividades humanitarias y solidaridad en coordinación con la Fundación Chilena por la Infancia: "Tierra de esperanza", de Concepción, destinado a acoger a los niños y niñas que han sufrido vulneración grave de sus derechos, por los que han sido separados de su familia por resolución judicial.

El resultado de ese trabajo es de 70 niños apadrinados. Se contribuye desde Suecia a la reincorporación de esos niños al sistema educativo, además se posibilita mejorar su estado de salud física y mental.
Los 70 padrinos aportan para igual número de niños con 120 coronas por mes, y una cuota de administración de 150 al año. Más allá de ésta obligación, la agrupación promueve también otras actividades de solidaridad "y cuando se puede con apoyo económico", dicen ellos.

Entre algunas entidades receptoras de dicha muestra de solidaridad figuran: Medecins Sans Frontieres (Médicos sin fronteras), el Centro de Adopción Infantil de Tucumán, Argentina, la Comisión Española al Refugiado Bosnio, de organismos populares de Venezuela, de los grupos de apoyo a Cuba, Bolivia, la revista chilena "Punto Final" y durante la detención al ex dictador Augusto Pinochet, más de 7000 coronas enviaron para la agitación y propaganda en Londres. No es necesario frente a estos antecedentes ahondar demasiado sobre otras actividades que constantemente realizan en su local, con programas básicos de computación para personas de la tercera edad, talleres de pintura, y otras destinadas a jóvenes y niños.

Algunos testimonios

"La niñez abandonada en Chile y el mundo es una cruda realidad", dice Miguel Santelices que desde hace ocho años apadrina a uno de los 70 niños. Habla con apego de los dibujos y cartitas que recibe desde Concepción "los tengo guardados porque están escritos con sinceridad", dice . "Ningún país latinoamericano debe abandonar a los niños, si no quiere enfrentar mañana con problemas muy grandes", reflexiona cuando menciona que el drama de la niñez abandonada en los países de América Latina es ya muy grande y trágico.

Eliana Catalán a los 73 años de edad, es muy activa. Es madrina y dueña de una rica trayectoria artística con pinturas al óleo, decoración de vidrios y dibujo. Autodidacta y emprendedora en el soporte terapéutico a las personas adultas de estimular a vaciar sus sentimientos y emociones bajo una forma visual o plástica: pintura, escultura, dibujo y música etc.

Perla Bromberg, es colombiana y está asociada a "Niños del Futuro", desde sus inicios. Su preocupación no difiere del resto de los socios. "Nuestros niños van creciendo y nuevas preocupaciones surgen", señaló.

La organización chilena "Tierra de Esperanza" tiene a los niños, bajo su protección hasta la edad de los 17 años de edad, después el joven está expuesto a nuevos desafíos en la calle . "Es necesario pensar que estos jóvenes deben recibir la oportunidad de acceder a un establecimiento educativo superior, o capacitación laboral, que garantice su normal desenvolvimiento en la sociedad", dice. Lamentablemente hoy se cierne esto en los 70 padrinos, limitados desde aquí no poder cuidar por un desarrollo y formación individual de esos niños debido a la distancia.

Al respecto Jaime Almendra sostiene que este proyecto es apenas un minúsculo aporte en la búsqueda de soluciones al inmenso drama social de la niñez abandonada.

"Tierra de Esperanza" se caracteriza por su estructuralidad e integralidad y con la participación activa de la familia y el apoyo de organismos de la comunidad. Trabaja con el niño, su familia y la comunidad.
Abdala y Danielita, son dos hermanitos víctimas de un problema familiar, pese a todo el drama que los rodea, ellos juegan, ríen, cantan y bailan como todos los niños del mundo. Reciben, en las fiestas de fin de año de sus padrinos de Suecia algunos juguetes de regalo, y ellos retribuyen con cartitas llenos de amor y esperanza en cada palabra cuando escriben reclamando un rinconcito en el bondadoso corazón de quien los ayuda.

Pero no todo es ternura, psicólogos y trabajadoras sociales elaboran sus respectivos informes; con el rotulo de confidencial, muy semejantes a un prontuario policial cuando describen otro caso que nos conmueve: "...Hijo de padres separados, quienes eran bebedores excesivos de alcóhol y tenían frecuentes episodios de violencia intrafamiliar.." y en otro acápite agregan: "..comenzó a mendigar en el año 1996, dejo la escuela y al no contar con vivienda, se dedico a la vagancia..". ¿Acaso esto no es desgarrador? Si.

Detrás de cada niño actualmente bajo la protección de "Tierra de Esperanza", hay una lacerante situación.

Todo ello ha motivado a los miembros de "Niños del futuro" a redoblar sus esfuerzos para poder llevar un poco de consuelo a estos niños, siendo tan pequeños saben ya del dolor y el hambre.