El director de la revista chilena Punto Final, Manuel Cabieses, denunció que el gobierno del Presidente Ricardo Lagos financia a las dos principales empresas periodísticas del país, de corte derechista y que constituyen un oligopolio de la prensa nacional y advirtió que las promesas de otorgar publicidad estatal a medios alternativos e independientes no se ha cumplido.

Cabieses explicó que la publicidad del Estado continúa canalizándose hacia los consorcios oligopólicos El Mercurio y Copesa (empresa dueña del diario La Tercera). Miles de millones de pesos, aportados por contribuyentes de todas las corrientes políticas y credos filosóficos y religiosos, son destinados por servicios del Estado a fortalecer a una prensa controlada por enemigos jurados -y probados- de la democracia, la igualdad y la justicia social. Casi el 60% de la publicidad estatal -añadió el director de PF- en medios escritos se orienta a la cadena El Mercurio, propiedad de Agustín Edwards Eastman, gestor del golpe militar de 1973 y hoy influyente mentor de las políticas de seguridad pública del gobierno. El resto del presupuesto publicitario del Estado alimenta a Copesa, cuyas publicaciones constituyen el instrumental de propaganda de la UDI (partido de la derecha pinochetista) y de los servicios de inteligencia de las FFAA.

Las afirmaciones las hizo Manuel Cabieses en una carta a Francisco Vidal, Ministro Secretario General de Gobierno, donde recuerda que tanto ese funcionario como el propio presidente Lagos se comprometieron a implementar una distribución equitativa de la publicidad del Estado para apoyar el pluralismo informativo necesario a un sistema democrático. El periodista recordó a Vidal que prometió materializar en breve plazo esa política pero han pasado los días, las semanas, los meses -y empiezan a transcurrir los años- y la situación ha empeorado.

En una parte de la carta, el director de Punto Final colocó como ejemplo la decisión del Ministro de Educación, Sergio Bitar, antiguo colaborador de Agustín Edwards, de canalizar un alto volumen de publicidad de esa cartera gubernamental a los diarios de la empresa de Edwards. Este favoritismo publicitario -añadió Cabieses- se ve retribuido con abundante propaganda para el ministro Bitar en las páginas de El Mercurio y otros diarios de la cadena.
También dio a conocer que la Universidad de Chile designó a la empresa El Mercurio como único medio de

comunicación oficial del Proceso de Admisión a las Universidades del Consejo de Rectores, despojando a la Empresa Periodística La Nación -estatal- de un cuantioso ingreso anual.

Manuel Cabieses le señaló al ministro Francisco Vidal que los hechos desmienten en forma tajante las promesas del gobierno acerca de una justa distribución de la publicidad estatal. Comentó en la carta que es lamentable, no sólo por la discriminación que afecta al pluralismo informativo, sino también porque muestra una insensibilidad a prueba de todo argumento democrático de parte de un gobierno que dice querer robustecer la raquítica democracia que la Concertación -heredó de la dictadura.

Terminó su misiva el periodista diciendo que es un deber de los medios independientes denunciar estaalianza del gobierno con El Mercurio y Copesa, porque está contribuyendo a instaurar en nuestro país una forma de pensamiento único reaccionario y antinacional. Guardar silencio podría confundirse con una actitud mendicante, ingenua o cómplice, y en ninguna de esas categorías se encuentra Punto Final.