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Neoliberalismo, narcos y delincuencia |
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escribe Eduardo Andrade Bone Uno de los mayores éxitos de la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet, ha sido el haberle impuesto a la coalición de partidos por la «democracia» (Concertación), la continuidad del proyecto económico neoliberal de libre mercado y que en su esencia salvaguarda los intereses del capital nacional y extranjero. Dicho proyecto en el plano económico-social, ha venido generando consecuencias cada vez más devastadoras, más inhumanas, más violadoras de los derechos fundamentales de los chilenos. Pues el capitalismo maquillado de neoliberalismo, desde su esencia misma, es antiobrero, anti-popular y va en contra de los interesés de Chile y todo su pueblo. El objetivo del capitalismo en este país, es beneficiar a todos los nuevos ricos que nacieron al amparo de la dictadura, que son los controlan el poder económico y se han adueñado de Chile y sus riquezas naturales, con la complicidad de la actual «clase política chilena», que son manejadas a su arbítrio por estos nuevos capitalistas. Estas últimas semanas hemos podido apreciar que a través de diversas informaciones a nivel local, han venido apareciendo denuncias de diversos tipos que están relacionadas con las consecuencias sociales que ha venido generando el neoliberalismo en Chile. Pero remitamonos a la propia prensa del país, que es la qué destaca estos flagelos sociales. Por ejemplo el diario La Nación, medio de comunicación adscrito al gobierno de Ricardo Lagos en su edición del 22 de febrero en un artículo que lleva el nombre La pata coja de la Concertación la periodista Olivia Monckeberg escribe: «Todos lo saben pero nadie se hace cargo: el país está entre los 15 peores del mundo en lo que ha distribución de los ingresos se refiere. Para algunos, las autoridades económicas han pasado de la renovación a la renegación». Según la periodista, el propio ministro de Hacienda, Nicólas Eyzaguirre, cambió el ambiente cuando en la Enade, hace poco tiempo atrás manifestó: «La distribución de ingresos en Chile es una vergüenza», para luego calificarlo como «el principal problema del país». Lo que por cierto no expresa el ministro, que esto es el resultado de la aplicación de su modelo económico, que se esmera con tanto esfuerzo en aplicar y no precisamente para beneficiar a los sectores sociales que son afectados por sus medidas económicas. Luego se señal «esta es una herencia que viene de los tiempos de la dictadura. A lo largo de esos años, se generó un traspaso de poder que favoreció a unos pocos y dejó más vulnerables a la gran mayoría de la población, sin redes sindicales ni sociales de apoyo. Se impuso la tesis del «chorreo» que planteaba que el crecimiento y las utilidades caerían naturalmente hacia todos». Pero lo cierto, es que el ni «chorreo» ni el crecimiento con «equidad» se han hecho realidad y mientras tanto el pueblo sigue esperando. «Se profundizó la brecha de la desigualdad y la distribución hoy es peor que la de Chile en los años 60 y comienzo de los 70". Juan Guillermo Espinosa, ex director del Cienes de la OEA, afirma «que existe un total consenso en que la distribución del ingreso se deterioró de manera importante durante la dictadura entre los años 70 y 1990. Ese deterioro fue más marcado después de la gran crisis de 1982. Durante los gobiernos «democráticos», a partir de 1990, la desigualdad no logró recuperar el nivel que tenía en los años anteriores al gobierno militar. Espinosa cree que la inequidad está enquistada en el modelo económico vigente que se viene aplicando en Chile y otros países latinoamericanos». Para Humberto Vega, ex subsecretario de Mideplan, la inequidad de la económia chilena «tiene mucha relación con el hecho de que haya una gran frustración. El problema de la Concertación es que su discurso fue «crecimiento con igualdad», que fue el primer slogan de Lagos, y no se ha ido dando así. Las políticas sociales lo que hacen es tratar de paliar los efectos del funcionamiento de la económia. Hay una economía que en su funcionamiento genera y multiplica desigualdad». «El último Mapa de la Extrema Pobreza, elaborado por el Instituto Libertad y Desarrollo, indicó que 1,2 millones de chilenos viven en esa condición, lo que totaliza el 8% de la población nacional. Además se detectó el hacinamiento como uno de los factores reinantes en la vida de los más desposeídos. En un total de 168 mil hogares, viven en estas condiciones. Ahora la extrema pobreza continúa siendo mayor en el sector rural, pues afecta al 13 % de su población. Las características ocupacionales de los más pobres indican que éstos se desempeñan mayoritariamente en tres sectores económicos: agricultura (28%), servicios (22%) y comercio (15%), diario digital El Mostrador, diciembre 2003". Lo que por cierto no se resalta, es la pobreza como un todo y que afecta a más del 50% de los chilenos, por obra y gracia del neoliberalismo. «A la marginación social, la pobreza y la cesantía, se atribuyen el crecimiento de la delincuencia en Chile. Las ciudades más afectadas son Antofagasta, Temuco, Talca y Arica, los altos niveles de inseguridad ciudadana, han sido registrados por la encuesta de victimización nacional». El 45,5% de las familias chilenas ha sido víctima de la delincuencia. El robo con violencia o asalto, registra una cifra negra de denuncia de un 57%. Otro de los delitos no denunciados es el abuso o la violación, con el 47,3%. En la mayoría de los casos la principal razón para no denunciar los hechos es la falta de confianza en las instituciones, ya sean las policías o los tribunales de justicia. El crecimiento de la delincuencia y inseguridad de la población es mayor en las ciudades con mayor índice de cesantía». Fuentes diario El Mercurio y La Tercera 29.04.04. «El general colombiano Jorge Daniel Castro, de reciente visita en el país, confirmó que Chile es puente de narcos. El poderoso cartel del Norte del Valle, además de grupos atomizados tras el ocaso de las organizaciones de narcos de Cali y Medellín, integran la red de comercio de droga colombiana que ha transformado a Chile en plataforma para la exportación principalmente de cocaína y heroína, hacia mercados de Europa y EE.UU. Asimismo, expresó que hay otros delitos conexos como el blanqueo de activos y lavado de dinero que también se están produciendo en Chile. Para Castro, uno de los principales incentivos para que el narcotráfico opere vía Chile es su «económia», además de la presunta confianza que representan sus mercancía en el mundo». Fuente El Mercurio 29.04.04 «Estudio del Instituto Libertad y Desarrollo sobre percepción de la corrupción en el país, revela que la mayoría cree que ésta ha crecido. La Policía Civil, el sector Público, el Poder Judicial, Municipalidades y Ministerios diversos son los sectores más cuestionados. El organismo agregó que para los encuestados, los actos de corrupción más comunes en el país son los pagos ilícitos, el tráfico de influencias, la entrega de información clasificada y la licitación pública de contratos preasignados». Fuente Diario Las Ultimas Noticias 02.04.04 «La clase política, incluyendo a partido y parlamentarios, son las figuras de la élites que cuentan con menor confianza ciudadana, de acuerdo con datos de la reciente encuesta CERC en un sondeo aplicado en abril último. Los partidos se mantienen en el escalón más bajo de credibilidad y sólo marca un 9 % de confianza». Fuente La Nación 27.04.04 «En Chile, 107.676 niños y adolescentes de cinco a 17 años realizan un trabajo inaceptable que viola sus derechos fundamentales, como a la educación, al descanso. Las ocupaciones más frecuentes de este grupo de la población, son las de vendedor, mesero, empaquetador de supermercados, cuidadores de auto, trabajos en la construcción, ayudantes de obreros más especializados, cargadores u otras tareas similares. La encuesta, que tuvo cobertura de16.308 hogares y fue aplicada a nivel nacional, contó con el apoyo de la Organización Ínternacional del Trabajo (OIT) y el Servicio Nacional de Menores (Sename)». Fuente Radio Cooperativa 21.04.04 Todos los antecedentes antes mencionados, vale decir la pobreza, la extrema pobreza, la cesantía, el crecimiento de la delincuencia, el narcotráfico, la corrupción, la perdida de confianza hacia la clase política, tienen por cierto un sólo origen, que no es otro, que la existencia de un modelo económico que perjudica a las grandes mayorías del país, profundizando la brecha entre ricos y pobres, ademas de crear a su paso, todo tipo de problemas y dramas sociales, que son de responsabilidad de una clase política, que vive de espaldas a los grandes problemas nacionales y que por cierto no está dentro de sus prioridades resolverlos, pués atenta la esencia misma del capitalismo chileno y sus compromisos con el gran capital trasnacional. |
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