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Colombia |
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Juez denuncia presión del Estado Niall Connolly, Martin McCauley y James Monaghan fueron defendidos por el Colectivo de Abogados Alvear Restrepo que una vez más coloca al Estado colombiano contra la pared por montaje y guerra psicológica. Otra vez también se descubre que hay presiones contra honestos funcionarios del rama judicial. El titular de ese despacho especializado denunció presiones en su contra, razón por la cual prefirió darle a conocer a la presidenta del Consejo Superior de la Judicatura, Emilia Montañez, antes de que diera a conocer el fallo. Los irlandeses fueron acusados de pertenecer al IRA y desde el primer momento fueron acusados por el ex presidente Andrés Pastrana, el general Mora. Ex jefe de las FF.MM. y el Fiscal General de la Nación, Camilo Osorio. Incluso las denuncias contra los irlandeses se hizo desde el congreso de Estados Unidos para así fortalecer los pedidos de aporte económico y militar contrainsurgente. Estas acusaciones, hace dos años y incluso antes que se iniciara el proceso judicial, revelando elementos y pruebas de reserva (que resultaron ser falsos, según el juez) desde los más altos niveles del Estado colombiano, no puede pasar así olímpicamente sin ser juzgados,dice una fuente de la Fiscalía. Hace un año fue liberado el «HH», Hernando Hernández, vicepresidente de la USO. La fiscal le acusaba de ser guerrillero y utilizó tres testigos que también resultaron ser «falsos». Uno de ellos confesó ante la Defensoría del Pueblo que había sido torturado en el «bunker» de la Fiscalía. Los otros dos fueron reclutados bajo amenazas de cárcel o amenzaas contra los niños. Con la ayuda de EE.UU Los reportes de prensa, en especial del diario El Tiempo, indican que se emplearán entre 14 mil y 17 mil efectivos del Ejército, así como militares y contratistas norteamericanos, de ahí la reciente petición de incrementar el número de estos en esta nación. De acuerdo a las fuentes, para definir la estrategia, se han producido decenas de reuniones entre el Ejecutivo y la cúpula de las Fuerzas Militares con el Comando Sur y los departamentos de Estado y Defensa de EE.UU. Recuerdan que la primera fase de ese plan fue una operación en el central departamento de Cundinamarca, que comenzó en junio de 2003, y recibió el nombre de Libertad 1, calificada por los militares como la más exitosa que se recuerde en el país. Con la divulgación del Plan Patriota se comprueban la cada vez mayor presencia e injerencia de EE.UU en el conflicto armado interno colombiano, algo denunciado la semana anterior por el Estado Mayor Central de las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), indicaron analistas consultados. Y como señala El Tiempo, la voluntad de llevar a cabo la más ambiciosa campaña militar en la historia de Colombia no necesariamente garantiza la victoria, pues esa tarea tendrá numerosos desafíos para que los militares logren llevar a buen término esa operación. Por otra parte, los presuntos éxitos militares contra la guerrilla, anunciados por el gobierno, fueron des-mentidos por las FARC, que revelaron estadísticas de sus combates con la Fuerza Pública y los paramilitares. El grupo insurgente afirma que en los primeros tres meses de 2004 sostuvieron mil 152 choques con militares, policía y paramilitares (grupos armados de extrema derecha), lo que da un promedio de 12,8 combates diarios. En esos enfrentamientos, precisa el texto, las FARC mataron mil 373 rivales e hirieron a otros 818, mientras reconocieron la pérdida de 43 guerrilleros y otros 29 heridos. La agrupación rebelde revela también las cifras de 2003, año en el que apunta- participó en cuatro mil 447 combates (12,18 diarios) contra la Fuerza pública y los paramilitares, con saldo de cinco mil 291 enemigos muertos y cuatro mil 701 heridos, así como gran cantidad de material bélico destruido o capturado. Asimismo, las FARC reconocen la muerte de 542 guerrilleros y 77 milicianos, y 321 rebeldes y 13 milicianos heridos, cifras que evidencian la dureza de la confrontación. Por otra parte, las FARC denuncian que el gobierno presiona a los grandes medios de comunicación para que se sometan a las directrices de la oficina de prensa de la presidencia. Se trata de crear el falso ambiente de una guerra que el Estado está a punto de ganar contra una guerrilla en desbandada, sin razones políticas, ni socio-económicas de existencia, asevera. |
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