Escribe Juan Cameron.
La poesía femenina en nuestro país contribuye, muchas veces desde la provincia, con nombres y postulados interesantes al discurso de la lírica en boga. Como ocurre con las poetas Nancy Gewölb y Paula Pascual, cuyas recientes publicaciones sorprenden favorablemente a la crítica especializada.
Las muchachas de Biarritz conforman un diario; un territorio en el tiempo limitado entre fechas significantes para la autora -Czernowitz, Rumania, 1908, y el Valparaíso de 1973- aunque los recortes de periódicos, incorporados como textos explicativos y curiosos, determinen su visión hasta el más reciente 2001.
Editado por el Gobierno Regional de Valparaíso en su Certamen de Publicaciones Literarias del año 2002, es el primer libro de Nancy Gewölb, artista plástica y académica de la Universidad de Playa Ancha.
Biarritz, con sus connotaciones de gran mundo estival y aristocrático vivir, resulta una metáfora de cuanto no fue; y su reflejo invertido de la realidad es el espacio imaginario de Valparaíso, como nos señala Gewölb en el epígrafe.
Como historia de una estirpe instalada en su memoria, su escritura conforma la unidad indisoluble del concepto y se ofrece al lector como un solo poema, un mapa de caminante que se hace al caminar; pues el oficio de escribirlo pareciera el único registro posible.
Es claro, el medio es incapaz de tal registro; es ciego y sólo ve los brillos, tal como se define al azafrán/ el doble de su peso en plata/ la mitad de su peso en oro. Y eso es cuanto no se ve. Las muchachas de Biarritz son las tantas que pudo ser la autora en sus diversas etapas, así un álbum fotográfico reconstruido en torno a un eje temático: origen y destino de aquel quien la determina.
De trazo contenido y jadeante búsqueda tras la precisión y la máxima expresión, su oficio nos trae a la memoria la escritora de su gestora y amiga, la poeta Soledad Fariña, a cuyo taller asistió hace un tiempo esta autora.
Nancy Gewölb vive y trabaja en Valparaíso; es Licenciada en Artes por la Universidad de Chile y profesora y miembro del Consejo Académico de la UPLA. Artista plástica, ha hecho numerosas instalaciones en Chile, Suecia y Alemania.
Paula Pascual en busca de la luz
Poco antes de los Carnavales Culturales del 2002 se entregó al público la colección de obras premiadas en el Programa de Publicaciones Literarias del Gobierno Regional de Valparaíso. Entre aquellas figuraba La Carnada/ (Pescando la luz), de Paula Pascual.
La escritora, si bien se formó en Santiago y trabajó durante largo tiempo en LOM Ediciones, es porteña por nacimiento y adopción y ha dirigido el Taller de Poesía de la Corporación Balmaceda 1215, en el Cerro Alegre de Valparaíso.
Su única contribución hasta el momento había sido Desde el lado oscuro, publicada una década atrás, y desde entonces sus trabajos habían figurado en ocasionales publicaciones o revistas del género.
Paula Pascual se reconoce en tendencias más o menos vigentes en la escritura capitalina. Sus textos son unitarios y se ubican en la edición como partes o secciones del libro. Para el académico Eddie Morales Peña, en el prólogo de La Carnada, si bien los textos tienen unidad de sentido independiente, fluyen armoniosamente para darle a todo el discurso una tonalidad total, que nos revela una sensibilidad que adopta frente al objeto lírico una actitud de desencanto.
No mezquina recursos; más bien sorprende con variados logros que sabe esconder bajo un ritmo calmado y, en apariencia, no deseado por la autora. El motivo central del libro le señala esta opción. Se trata de oraciones para captar la luz en el ensueño, pues la oscurecida realidad nada le aporta: La razón se malgasta/ no explica nada/ uno no evita sentar/ a la soledad personal/ como muñeca rota/ con la mirada inmóvil/ absorta en la ventana.
Su búsqueda no toca los campos iniciáticos, pues no se encuentra en esa razón que se malgasta, sino en la más íntima retórica del inconsciente. Pero aún ya rendida, la poeta se reserva alguna esperanza: Es discutible/ como cualquier duda/ apretada y helada/ y como ella la desesperanza/ Pero un día de sol/ se puede prescindir de ambas.
Paula Pascual nace en Valparaíso, en 1954. Ha publicado Desde el lado oscuro (1991) y La carnada (pescando la luz). Aparece en varias recopilaciones; la más reciente 2000 palabras.
Los nombres de estas dos autoras se agregan, gracias al recientemente desaparecido proyecto del Gobierno Regional de Valparaíso, a esa magnífica lista integrada, entre otras, por Rosabetty Muñoz, Elvira Hernández, Damsi Figueroa, Eugenia Brito, Karen Toro, dentro de la más representativa poesía de mujeres en Chile.
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