Escribe Pedro Mariobo Moreno. - Especial para Liberación.
La coyuntura actual pasa por las definiciones económicas, políticas y sociales que va definiendo el actual Gobierno, donde el principal continúa siendo el Presidente Carlos Diego Mesa Gisbert. (Mesa está en la mesa de las discusiones).
Definiciones acertadas y equivocadas:
Una primera definición acertada del presidente Carlos fue desmarcarse de Goni con motivo de la matanza sobre todo en la ciudad de El Alto. Eso lo habilitó para sucederle en la Presidencia por la vía de la sucesión constitucional. Lo que no sabemos es que si para tomar esta decisión-definición lo hizo por convicción propia o por presión.
Una segunda definición acertada fue dialogar directamente con los sectores sociales y comprometerse a cumplir con las exigencias que motivaron las movilizaciones de octubre pasado.
Creo que esto lo hizo para legitimarse con algo más que la simple sucesión constitucional. Hasta ahora goza de la "popularidad" que le redituó dicha acción.
Pero la definición equivocada fue la de prescindir de los partidos políticos y pretender conformar un gabinete independiente de los partidos políticos. Esta definición conlleva otra serie de errores que hoy está pagando. Uno de ellos, es la confrontación con el Parlamento conformado, por Ley, en su totalidad por los partidos políticos. Ese parlamento no solo está intacto sino que se ha reforzado con el retorno a su seno de los que oficiaban de ministros de Goni hasta que éste fugó del país. Estos son los casos de V. Hugo Carvajal, Mirtha Quevedo y Guillermo Justiniano. El actual Gabinete de Mesa no es "independiente", muchos Ministros son de diferentes filiaciones políticas.
En las últimas definiciones en materia económica, las medias tintas no le hacen bien ni a Mesa, ni al país ni a nadie:
-Abrogó el Decreto 24806 que específicamente otorgaba la propiedad de los hidrocarburos, en boca de pozo a las transnacionales, pero aún no modifica la Ley de Hidrocarburos que también otorga derechos propietarios concesionales de los combustibles a las transnacionales. Su demora es por presión de los poderes extranjeros y no solamente de las transnacionales. Esto ya le cuesta la renuncia de un Ministro que era obviamente hombre de las transnacionales, formado en las universidades de EE.UU. donde forman a los neoliberales del mundo.
-Pretendió "distribuir" la crisis intentando afectar a los que tienen más, pero ya le doblaron el brazo para revisar los impuestos al patrimonio neto y a las transacciones bancarias en general sin discriminaciones. Las transnacionales no quieren pagar más de lo que ya está establecido y los nuevos decretos los consideran una muestra de la "inseguridad jurídica" que cambian las reglas del juego. Y los impuestos a las transacciones indiscriminadas, afectan indudablemente a todos los pequeños y grandes ahorristas, y como los pequeños son miles, a cada pequeño ahorrista les quitan una parte de sus pequeños ahorros en cada transacción.
El Gobierno debió gravar a las transacciones estableciendo un monto, por ejemplo, arriba de los 5.000 dólares o más. Estos impuestos son también motivo de resistencia entre los pequeños ahorristas y también del Parlamento (MAS y NFR).
-En el Referéndum también se equivocó, esta vez con la complicidad de dirigentes sindicales y populares y hasta de políticos que no entendieron que ya no hacía falta dicha consulta por cuanto la salida de Goni significaba la eliminación de la política gasífera del régimen de Goni y de los anteriores Gobiernos. El mantener el Referéndum con la intención de incorporar otras preguntas como la de ceder las acciones populares de la capitalización de las empresas para fortalecer YPFB, es una especie de chantaje a todos los bolivianos que teóricamente son propietarios de acciones en las capitalizadas, aunque hasta hoy solo han servido para el cohecho político llamado "BONOSOL" y anteriormente "Bolivida".
-En la Constituyente también se está equivocando. Su pretensión de quedarse hasta el 2007 postergando la convocatoria a la misma hasta seguramente el 2006, le garantiza obviamente el quedarse hasta completar el período que ha heredado. Otra garantía para quedarse es que nadie aceptaría otra sucesión constitucional para encumbrar a Hormando Vaca Díez por ser mirista, sería como retroceder a los tiempos de antes de octubre. Y eso nadie quiere.
Sostuvimos y sostenemos que la Constituyente es el nuevo escenario establecido por las movilizaciones y los resultados de octubre, para cambiar la Constitución, no sólo para reformarla. Pero como van las cosas, todo apunta a que la Constituyente será más manipulada que el referéndum y que el pueblo puede quedar burlado una vez más en su objetivo de cambiar el Estado mediante una nueva Constitución vía la Constituyente.
Mesa está jugando con fuego
Sólo un buen malabarista puede jugar con fuego sin quemarse. Mesa está demostrando que no es buen malabarista. En el juego político en el que es el principal protagonista, lleva más equivocaciones que aciertos en el balance que estamos haciendo. Y no es que le falte condiciones o apoyos de uno u otro lado (del pueblo o de los enemigos del pueblo). Hacia el lado que se incline recibirá el apoyo respectivo; el problema es que pretende mantenerse al centro, como si estuviera aún en la televisión donde aparecía como "independiente", pero que en realidad fue siempre un admirador del MNR sino un militante sin registro. Esa inclinación la ratificó con hechos.
El último hecho es la designación de Antonio Araníbar como Ministro de Hidrocarburos, un ex ministro "capitalizador" de las empresas estatales en su condición de jefe de Gabinete de Goni (y consuegro). Araníbar también convalidó la evasión impositiva de las empresas mineras de Amayapampa y Capacirca, siendo cómplice de la sangre derramada en la "Masacre de Navidad" con la que recién se pudo revertir el caso de Capacirca y no así el caso de Amayapampa.
El Parlamento, en su confrontación con Mesa y su gabinete, defiende sus posiciones en los poderes Legislativo y Judicial, por donde lo tienen prisionero a Mesa.
Por eso está volviendo a "dialogar" con los partidos después de haberlos condenado y pretender sustituirlos con sus "independientes" del MBL en una buena parte. El MBL es una careta del MNR en su condición de aliado político y familiar.
¿Qué hacer en esta coyuntura?
Al pueblo también le queda el redefinir sus posiciones. No será fácil rechazar los nuevos impuestos que le afectan y que ya están promulgados. Pero será más difícil aún lograr que los empresarios acepten pagar más impuestos que los que siempre pagaban, porque éstos se acostumbraron a descargar siempre en el pueblo casi todas las cargas impositivas y recibir del Estado más que lo poco que aportaban. Pretender sacarlo del centro en el que se coloca Mesa para no perder su "popularidad" y quedarse hasta el 2007, será imposible. Inclinarlo hacia el pueblo de manera más abierta, peor todavía. Ahí se está equivocando el MAS que aparece como semioficialista.
Un campo de lucha cierto, abierto por las movilizaciones a costa de mucha sangre, es la Constituyente. Por medio de ella, se puede avanzar más sin caer en posiciones ultras como parece estar la COB por un lado y los empresarios cruceños por otro.
Lo importante es saberlo aprovechar trabajando mucho sin parar hasta lograr la convocatoria, preparar al pueblo para responder consciente y unido cuando llegue el momento de elegir a los representantes a la Constituyente.
Lo grave sería no aprovechar este espacio de lucha y perder en el propio terreno que el pueblo eligió como la vía para cambiar la Constituyente y con ello al Estado y la sociedad.
Este sería el camino de la lucha en democracia.
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