El Banco Popular de Brasil, más conocido como el "Banco de los pobres", creado por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva para atender a los 40 millones de brasileños incluidos en la economía informal, comenzará sus operaciones esta semana.
Esta nueva entidad bancaria, que será una subsidiaria del Banco do Brasil, ofrecerá cuentas corrientes simplificadas, que no exigen comprobantes de ingresos, y que permitirán a sus beneficiarios acceder a pequeños créditos y pagar servicios.
La propuesta del banco es ofrecer préstamos de 15 a 200 dólares, con plazos de cuatro meses y una tasa de interés del dos por ciento, cuando las tasas de bancos comerciales no son inferiores al cinco por ciento.
Lula anunció la creación de este nuevo banco en setiembre de 2003, en el marco de un paquete de medidas para estimular el microcrédito, con una inversión total de 4.000 millones de reales (unos 1.360 millones de dólares).
"Vamos a provocar una revolución para el financiamiento de las personas más pobres", aseguró entonces el presidente.
El nuevo banco empezará a funcionar esta semana en Brasilia, y se irá extiendo poco a poco a todo el país. El plan es llegar a tener 6.500 centros de atención.
La entidad tiene previsto estar actuando en todo Brasil hacia fines de este año y abrir al menos un millón de cuentas corrientes con un saldo promedio de 12 dólares. La particularidad de este banco es que no tendrá sucursales ni empleados, sino una red de "corresponsales bancarios", que funcionarán en comercios populares, como farmacias, panaderías, mercados y tiendas de materiales de construcción.
En un segundo momento, el Banco Popular planea ofrecer otros servicios, como seguros, previsión e inversiones.
|