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30-Enero-2004

 

La Partición de Palestina

 
Escribe Víctor Wilches*

El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU votó por la partición de Palestina en dos estados independientes, un estado judío y un estado árabe, unidos por una unión económica, y con una Jerusalén internacionalizada. Belén debía quedar bajo administración de Naciones Unidas. La partición fue aprobada por la Unión Soviética y por EE.UU. Para los soviéticos, la partición y la creación de un Estado judío suponía un avance en el objetivo de desplazar a los británicos de Oriente Medio.

En 1947, los judíos formaban sólo un tercio de la población de Palestina y poseían sólo un 6% de la tierra, pero el plan de partición otorgaba al estado judío un 55% de la superficie total. El estado árabe tendría, en su mayoría, una población árabe, mientras que el estado judío tendría casi tantos árabes como judíos. Los palestinos rechazaron la partición. Los sionistas la aceptaron, aunque tenían objetivos más expansionistas. En 1938, durante anteriores proposiciones de partición, Ben Gurion declaró, "cuando nos convirtamos en un poder fuerte después del establecimiento del estado, aboliremos la partición y nos extenderemos por toda Palestina." El territorio y la homogeneidad étnica fueron los dos principios fundamentales que guiaron a los sionistas en su proyecto político de creación del Estado de Israel y en la partición de Palestina. El Movimiento Sionista buscó el control de todo el espacio de la Palestina histórica y la construcción de un Estado para los judíos que exigía la limpieza de otras etnias de dicho espacio.

Estos nuevos Estados judío y árabe se debían regir por constituciones democráticas y comprometerse a resolver los conflictos de carácter internacionales por medios pacíficos. También debían garantizar los derechos religiosos y el libre acceso a los lugares sagrados. La resolución ponía una fecha límite, 1 de agosto de 1948, para la terminación del mandato del Reino Unido sobre Palestina y para la retirada militar británica al mismo tiempo que establecía que una comisión de Naciones Unidas supervisaría la transición de los dos Estados. Pero las corrientes que estaban a favor de un Estado binacional, tanto en el sionismo como entre los árabes, eran minoritarias.

El movimiento sionista tenía como objetivos esenciales la creación de un Estado judío en Eretz Israel (Tierra de Israel). Para ello, era indispensable que el pueblo judío en Palestina pasara de ser una minoría a convertirse en una mayoría y que al lograr esto se establecieran una separación tal tanto nivel político como cultural y social a las comunidades árabes. La conquista judía de la tierra y el trabajo era el ideal que sustentaba la política de expansión de las colonias y la discriminación de la mano de obra árabe.

Cuando se firmaron los acuerdos de armisticio en 1949, después de la guerra árabo-israelí, cuando los ejércitos árabes cruzaron las fronteras luego de que Israel hubiera declarado su independencia, el 15 de mayo de 1948, el estado palestino había desaparecido e Israel y Jordania se habían apropiado de su territorio, dejando a Egipto el control de la Franja de Gaza. Jerusalén, que debía ser internacionalizada, fue dividida entre el control israelí y el jordano. Israel controlaba ahora un 78% de Palestina. Unos 700.000 palestinos se convirtieron en refugiados.

Los Refugiados Palestinos

Numerosos palestinos fueron expulsados por la fuerza. La cantidad exacta de los expulsados en comparación con los que se fueron impulsados por el pánico o los que simplemente buscaban la seguridad, permite afirmar que todas aquellas personas del pueblo palestino fueron víctimas de un plan de limpieza étnica ya que los funcionarios israelíes se negaron a permitir que alguno retornara. De los 860.000 árabes que habían vivido en áreas de Palestina que se convirtieron en Israel, sólo quedaron 133.000. Unos 470.000 fueron a campos de refugiados en Cisjordania (controlados por Jordania) o a la Franja de Gaza (administrada por Egipto). El resto se dispersó por el Líbano, Siria, y otros países. La idea de expulsar a los palestinos tampoco surgió en la guerra de 1948. En 1937, Ben Gurion había escrito a su hijo, "Expulsaremos a los árabes y tomaremos sus sitios... con la fuerza a nuestra disposición."

Ya desde aquellas tempranas épocas aparecen las primeras resoluciones que trataban de paliar el grave problema de los refugiados palestinos, como es el caso de las resoluciones de la ONU. En diciembre de 1948, la Asamblea General aprobó la Resolución 194, que declaró que "debiera permitirse que los refugiados que deseen retornar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos lo hagan" y que "debiera pagarse compensación por la propiedad de aquellos que prefieran no retornar." La misma resolución fue abrumadoramente aprobada un año tras otro. Israel se negó repetidamente a cumplir con los términos de la resolución.

Después de la victoria de Israel en la Guerra de 1948-1949, hubo varias oportunidades para la paz. La culpa de que no se haya logrado es de todos, pero la intransigencia israelí fue sin duda un factor fundamental. En 1951, un plan de paz de la ONU fue aceptado por Egipto, Siria, Líbano y Jordania, pero rechazado por Israel.

En junio de 1967, Israel mediante la guerra se apoderó de toda Palestina. Muchos de los palestinos, residentes en ciudades, pueblos y aldeas, y algunos en los campos de refugiados cayeron bajo control israelí. En 2001, la mitad de la población palestina en los Territorios Ocupados vivía en campos de refugiados. A cada nueva conquista israelí se produce una nueva oleada de refugiados de Palestina a los países vecinos.

Nacimiento de las Organizaciones Palestinas

La Organización para la Liberación de Palestina se formó en 1964, en sus comienzos ésta estuvo bajo el control de los Estados árabes hasta 1969, año en que Yasir Arafat se convirtió en su líder. Hay que recordar que la OLP tenía muchas facciones, que favorecían y tenían -siguen teniendo- tácticas y políticas distintas. Al comienzo la OLP adoptó el principio de que Israel no tenía derecho a existir y que sólo los palestinos tenían derechos nacionales en Palestina.

La OLP alcanza el reconocimiento como legítimo interlocutor del pueblo palestino en 1974 por parte de la comunidad internacional. Aun así no se puede decir que la OLP se encuentra en un plano de igualdad respecto de Israel. Este desequilibrio no solo se explica en términos de poderío político, económico y militar, sino que también haya que aludir a la estrecha alianza entre Tel Aviv y Washington. En 1976, sin embargo, cambiando el punto de vista, la OLP había llegado a aceptar el consenso internacional, que se venía dando en los medios diplomáticos y políticos, a favor de una solución de dos Estados.

El acuerdo de Camp David de 1979 estableció la paz a lo largo de la frontera egipcio-israelí, pero empeoró la situación para los palestinos. Con su frontera meridional neutralizada, Israel tuvo una mano más libre para invadir el Líbano en 1982 en donde la OLP tenía sus bases.
En diciembre de 1987, los palestinos en Gaza lanzaron una insurrección llamada la Primera Intifada. La insurrección se organizó localmente, y tuvo un apoyo masivo dentro de la población palestina. Israel respondió a esta manifestación de lucha con gran brutalidad, matando a cientos de palestinos. Al llegar el año 1989, la intifada había disminuido. Hamás, una organización promovida originalmente por los israelíes como un contrapeso contra la OLP, cobró fuerzas y exhortaba a ataques armados para lograr un estado islámico en toda Palestina.

Los Acuerdos de Oslo

Arafat había debilitado su credibilidad por sus flirteos con Sadam Husein después de la invasión iraquí de Kuwait. Husein trató de manera infructuosa de ligar su retirada de Kuwait con una retirada israelí de los Territorios Ocupados. Debido a la debilidad de Arafat, los dirigentes de Israel consideran oportuno utilizar a su favor. Era mejor negociar así con un Arafat, antes de que Hamás ganara demasiada influencia.

El acuerdo de Oslo consistió en el "Mutuo Reconocimiento." Arafat, reconocía el derecho de Israel a existir y se condenaba al terrorismo y a la lucha armada. Rabin, a su vez aceptó reconocer a la OLP como a la representante del pueblo palestino y comenzar negociaciones con ella, pero no hubo un reconocimiento israelí del derecho palestino a un Estado. En septiembre de 1995, fue firmado un acuerdo llamado Oslo II. Este acuerdo dividió los Territorios Ocupados en tres zonas, Área A, Área B, y Área C. No se mencionó una cuarta área: Jerusalén Este, ocupado por los israelíes.

El número de colonos israelíes desde los mismos Acuerdos de Oslo aumentó continuamente en Cisjordania y Gaza; lo mismo pasó en el Jerusalén Este anexado, la población judía creció. Las políticas de cierre israelíes significaban que los palestinos tenían menos libertad de movimiento -de Gaza a Cisjordania, a Jerusalén Este, o de un enclave palestino a otro- posibilidades que eran mas o menos normales a lo que comenzó a acontecer después de Oslo. Durante los años del Acuerdo de Oslo, Washington otorgó a Israel más de 3.000 millones de dólares año de ayuda, y 4.000 millones en el año fiscal 2000, la mayor de cualquier año, con la excepción de 1979. De esta ayuda, la ayuda militar gratuita fue de 1.800 millones de dólares por año desde Oslo, y de más de 3.000 millones de dólares en el año fiscal 2000, más de dos tercios más elevada que nunca antes.

El Acuerdo de Oslo lo que va dejando al descubierto es que es un intento por parte de Israel de cambiar las reglas del juego. También encontramos un cambio por parte de EE.UU. que había votado desde 1949, junto con la mayoría de miembros de la Asamblea General pidiendo el derecho al retorno de los refugiados palestinos. En 1994, la administración Clinton declaró que ya que la cuestión de los refugiados era algo que debía ser resuelto en las negociaciones de estatus permanente, EE.UU. no continuaría apoyando la resolución.

Camp David

Las conversaciones de estatus permanente entre Israel y los palestinos, como las había previsto el Acuerdo de Oslo, tuvieron lugar en julio de 2000 en Camp David, en Estados Unidos, con los estadounidenses como mediadores. En Camp David se rompieron numerosos tabúes como el de abordar la división de Jerusalén. La posición palestina registró cambios significativos al considerar que un retorno masivo de los refugiados era poco viable. A pesar de todo ello, las autoridades israelitas salieron acusando a Arafat de negar la existencia del Estado de Israel.

Como consecuencia de los acontecimientos de la nueva Intifada, y de nuevas negociaciones, como el caso lde Taba, se aceptó que Jerusalén fuera la capital de dos Estados: Yerushalayim, como capital de Israel y Quds, como capital de Palestina. En cuanto a los refugiados se habló de la necesidad de que Israel reconociera el sufrimiento moral y material causado al pueblo palestino por la guerra de 1948. Los palestinos pidieron el reconocimiento al derecho del retorno conforme la lo estipulado en la Resolución 194 de la Asamblea general de la ONU.

En el tema de la seguridad, las delegaciones se pusieron de acuerdo mantener temporalmente la presencia militar israelí sobre Palestina. Israel argumentó la necesidad de tres años plazo, para luego en un plazo adicional de tres años con la presencia de fuerzas internacionales. Los palestinos por su parte hablaron de un año y medio de retirada bajo la supervisión internacional.

Así quedaron plasmadas las diferentes posiciones por parte de las delegaciones israelíes y palestinas. Eso hace que la viabilidad de un Estado Palestino sea imposible, ya que éste quedaría a merced de de una total dependencia económica, militar y política por parte de los israelíes. Pues por más que se intente negociar y llegar a un acuerdo mutuo siempre estará pesando de alguna manera los hechos consumados, como eje de la política, por parte de los israelíes, como es el caso de los asentamientos ilegales judíos, el control del agua y de las mejores tierras cultivables, el control militar, los refugiados, y la dependencia económica de los palestinos.

Todo esto pone de manifiesto que tanto en Camp David como en posteriores negociaciones, lo que va quedando claro es un denodado intento de imponer el esquema de creado por los acuerdos de Oslo, y que realmente guardan poca relación con el deseo de la retirada israelí de los territorios ocupados en 1967. Lo que se pretendía en Camp David era imponer la política de hechos consumados desplegada en las tres décadas de ocupación consistente en alterar la composición demográfica de los territorios por medio de su colonización intensiva con la idea de que estos no retornasen nunca a sus legítimos propietarios.

La Hoja de Ruta

El intento de sentar unas sólidas bases de un "auténtico proceso de paz" que fuera capaz de reemplazar el fracasado proceso de Oslo, coincide con el esfuerzo del llamado Cuarteto de paz que plantea en septiembre de 2002 una propuesta de paz llamada Hoja de Ruta. Este Cuarteto está integrado por EE.UU., UE, ONU, y Rusia.

Los antecedentes de la Hoja de Ruta se pueden circunscribir a tres elementos centrales: En primer lugar, el fracaso de los Acuerdos de Oslo. En segundo lugar, las disputas al interior de Israel, debido a cómo se debería continuar con las políticas de los asentamientos en territorios palestinos. El resultado de esto fue la elección de Ariel Sharon como Primer Ministro de Israel y por ende, la continuación de la lucha y profundización de la Intifada. En tercer lugar, una latente invasión por parte de EE.UU. a Irak, que en efecto se llevó a cabo. La aplicación de la Hoja de Ruta tal como está planteada en el documento del Cuarteto, no daría a los palestinos las fronteras que le correspondían al año 1967. Las instituciones político-administrativas seguirían con unas competencias muy restringidas. Los refugiados definitivamente habrían perdido el derecho al retorno que cobija la Resolución 194 de la ONU; Jerusalén, en el mejor de los casos, podría ser la capital de los dos Estados.

La ONU ha aprobado la resolución 1515 (noviembre 2003) en la que insta a las partes a sentarse a negociar, y además, a colaborar con el "Cuarteto" que ha impulsado este plan de paz, y que está formado por las Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia. Ya en este punto y momento, con una violencia y un elevado número de muertos y de heridos de ambas partes, se escuchan nuevas voces y planteamientos de acuerdos de paz y de la necesidad de abrir nuevas puertas a las negociaciones entre las partes como es el caso del Acuerdo Alternativo de Paz de Ginebra.

Acuerdo Alternativo de Paz de Ginebra

Mientras continua imparable la construcción del "Muro de la Vergüenza" por parte del Gobierno israelí de Sharon, los representantes de la sociedad civil de ambas poblaciones, el israelí Yossi Beilin, y el ex ministro de información palestino, Yasser Abed-Rabbo, han firmado un plan de paz denominado "Acuerdos Alternativos de Ginebra". Este acuerdo virtual, como los mismos firmantes lo denominan, evoca la necesidad de la participación del pueblo a la hora de las decisiones en el conflicto. Mientras esto sucedía en Ginebra, en Jerusalén Ariel Sharon afirmaba que "sólo el Gobierno tiene el mandato del pueblo para negociar un acuerdo" y en Gaza y Cisjordania miles de manifestantes palestinos acusaban de traidor al representante de la sociedad civil palestina.

*Colombiano, Licenciado en Ciencias Políticas.

 



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