escribe Leo

La gente de la (des)información anda un poco confundida en estos días. Así como Bush y su pandilla decidieron que había que ocultar los féretros que regresan de Irak, para no perjudicar su imagen en plena campaña electoral, nuestros informadores, siempre bienmandados cuando las «sugerencias» vienen del Norte, se han plegado a esa línea. Cualquier noticia que no tenga vinculación con el «descalabro» de la superpotencia en Irak, tiene prioridad.

Pese a que lo que ocurra en Irak va a influir poderosamente en el futuro inmediato del mundo entero.

Los 5 muertos del viernes 16 pasado (2 norteamericanos y 3 iraquíes) fueron mencionados dentro de los 500 caídos hasta ahora. Y el noticiero Aktuell ignoró el domingo 18 a las 21, las hora de mayor audiencia, la información sobre el atentado en el cuartel general de las autoridades ocupantes, con un saldo de más de 20 muertos. La noticia la había dado en la edición del mismo día de las 18 horas. A la noche en cambio ofreció una larga información - una vez más!-, sobre los judíos salvados por Raoul Wallenberg en Budapest antes de haber sido prisionero y «liquidado por los comunistas» según la reiterada y nunca fehacientemente probada versión oficial.. Rapport tuvo una cobertura igualmente restrictiva en su informativo de las 19 del domingo. La nueva forma adoptada es la de dar las «malas noticias» en horas en que casi nadie las ve o escucha. La información textada es igualmente distorsionada.

Sorprendió en cambio la mesura con que fue tratado el brote de terrorismo, ese sí de verdad, protagonizado por el embajador de Israel en Estocolmo y algún agente del Mossad vandalizando una exposición en el Museo Histórico en Estocolmo y agrediendo físicamente a funcionarios responsables de la muestra. Qué diferencia con la valoración de la información cuando la SÄPO detiene a algún árabe o curdo al que, según sus asesores del FBI lo vincula con la red de bin Laden. Al final queda libre por falta de pruebas, pero la misión de inocular unas gotas de terror en la población, ha quedado cumplida.
Menos mal que al embajador de Venezuela no se le ocurrió ir a destruir las redacciones de los diarios por las falsedades y el apoyo dado a los que quisieron derrocar a un presidente democráticamente elegido.

La información sobre el Foro Social Mundial celebrado en Bombay, otro testimonio del rechazo global multitudinario de los pueblos al neoliberalismo y la prepotencia del imperio norteamericano, estuvo lejos de tener la cobertura acorde con su importancia.

En cambio el circo electoral de la «democracia americana», tuvo una difusión inusitada habida cuenta de que las elecciones son en noviembre. Y que en última instancia será el mayor o menor apoyo financiero de las grandes empresas americanas, o la decisión de algún tribunal de jueces ultrarreaccionarios designados por Bush, quienes «elegirán» al próximo ocupante de la Casa Blanca. (Confiamos en que la delegación de observadores de la Unión Europea, que seguramente será enviada a fiscalizar el proceso electoral y su escrutinio, como ocurre con otros países, impida cualquier fraude).

PD: El cartero acaba de dejarme la factura de la cuota trimestral por derecho a mirar la TV: 944 coronas, incluido el aumento correspondiente al 2004. Pienso que merezco, igual que millones de compatriotas suecos, más respeto y consideración por parte de los «servidores públicos» de la información.